Hete aquí una de las cervezas trapenses más notables, elaborada en la abadía de Nôtre-Dame de Saint Rémy, cerca de Rochefort (Bélgica). El edificio original de la abadía fue destruido por las tropas de Napoleón y reconstruido a finales del siglo XIX, cuando se recuperó también la producción de cerveza.
Como los monjes trapenses son vegetarianos, esta cerveza se convierte en un rico complemento proteínico para su organismo. De modo que, más que una bebida, es una comida completa: como un bocadillo en estado líquido. Por no hablar de la alegría que aportan los 9,2% de alcohol a la rutinaria vida monacal…
Elaborada a base de dos maltas (Pilsen y Munich), con azúcar candeal y dos tipos de lúpulo (Hallertau y Styrian Goldings) que se añaden dos veces durante el proceso de elaboración.
Rochefort 8 tiene un color oscuro salvaje y un paladar pronunciado, tirando a afrutado y seco al final. El cuerpo, voluminoso, se desarrolla gracias a la segunda fermentación. ¡Es tan corpórea que casi se mastica!
El restaurante gallego Retiro da Costiña celebra su 85º aniversario y la segunda estrella Michelin…
El más joven de la familia de viticultores argentinos Michelini presenta este singular tinto riojano,…
Arrayán, bodega puntera en la DO Méntrida, renueva la imagen de su blanco de albillo…
Izadi presenta uno de los raros blancos calificados como Viñedo Singular en la DOCa. Rioja,…
Scala Dei, que en 1974 embotelló el primer vino certificado por la D.O. Priorat, celebra…
Benjamín Romeo presenta la última añada de su blanco más joven y asequible, que aporta…