La gama de vinos Crash es la respuesta que tiene la joven bodega extremeña Pago Los Balancines a la crisis que vive el mundo del vino. Para recuperar el interés de la nueva generación de consumidores en esta bebida, los responsables de Los Balancines han creado este tinto joven y sencillo, fermentado en depósitos de hormigón, de arrebatadora expresión frutal, que se presenta –y en este caso el continente tiene el mismo o mayor mérito que el contenido– en una botella (o un pack de cuatro) vestida con una imagen que remite al pop art de la década de 1960 (más precisamente, a la obra del genial Roy Lichtenstein).
¿El vino? Es agradable, con intenso color y sensaciones muy puras de fruta. Para beber fresquito con los aperitivos, o en cualquier momento.
Si Crash vale para despertar el interés de los jóvenes por el mundo del vino, bienvenido sea.
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