Nació como un vino «hecho por y para millennials«, «con una imagen transgresora y mucha personalidad, que pretende convertirse en el favorito de un público joven dispuesto a todo», según rezan sus propios mentores.
Sin duda, un propósito muy ambicioso. Pero, si el proyecto de este vino rompedor se encausa por la vías adecuadas Cría Cuervos puede ser mucho más que eso: quizás un brebaje que rompa fronteras y ¿por qué no? un puente líquido entre generaciones que con él se den cita, copa en mano, para celebrar la vida.
En cualquier caso, que nadie se sorprenda, porque este verdejo inusual nació en una bodega familiar de Rueda, en un nido de inquietudes y fue empollado por cinco jóvenes emprendedores, que van por el mundo con la ambición de saltarse los estereotipos.
Javier Muñoz Lazaga (Director de Proyectos), Adrián Martín (Director de Arte) y David Martín (Director Creativo) –socios en la consultoría creativa CUMBRE– aliados con el manager musical Sandro Ávila y el futbolista Pedro Obiang (Sassuolo, ex West-Ham United), declaran, para empezar que «Cría Cuervos no es un vino; es un símbolo creado para todos aquellos que quieran apagar por unos segundos el ruido del mundo y disfrutar del presente. Del aquí y el ahora».
No está mal para empezar. Aunque para no ser un vino –como dicen– se bebe con placer: fragante y herbáceo como un buen verdejo de La Seca, untuoso gracias a la fermentación sobre lías, tiene buena persistencia y la conveniente acidez para afrontar toda suerte de desafíos gastronómicos y sociales.
Vamos, que se puede beber en todo momento y circunstancia. Incluso en una discoteca o un concierto. O en la playa.
Es un vino para disfrutar como cuervos. Lo que obliga a cambiar el refrán: «Cría cuervos y te beberán el vino».
Por cierto: acorde a un vino millennial, Cría Cuervos rompe también con los modelos clásicos de comercialización.
Se trata de una marca marca nativa digital disponible sólo a través de e-commerce (www.vinoscriacuervos.com). Aunque también está disponible en algunos restaurantes (Art&sushi, Pante, Gala).
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