En Las 12 Horas del Vermut, el evento de referencia de la vermutería vernácula –que en los últimos tiempos vive una nueva edad de oro– había una larga diversidad de vinos hipocráticos –aquellos que nacieron, en fin, con fines médicos, aunque ahora se destinan más bien a la cosa hedonista: principalmente al aperitivo y a la coctelería. Allí probamos una rareza que nos gustó mucho: Dos Déus Dip Fumat, un vermut ahumado muy sorprendente.
Entre los que probamos los que ejercimos en el jurado del concurso para premiar a los mejores vermuts que se presentaron a la competición, y también en las mesas de exposición para la degustación que se ofreció a los visitantes, en un coqueto salón del hotel Intercontinental de Madrid, había vermuts para dar y tomar. De variado estilo y condición. Blancos secos –los menos– y dulces, rojos –los más–, especiales, ajerezados, de viejas reservas, rosados y algunos que apuntaron un matiz original en su fórmula. Ya se sabe: en un mercado atiborrado, más vale destacar por algún rasgo singular, ya que no siempre el consumidor valora la calidad como principal argumento a la hora de elegir lo que va a comprar.
En cualquier caso, uno de los que resultó más sorprendente, a criterio del responsable de El Bar de Gastroactitud, es el que protagoniza este post: una singular edición limitada del vermut Dos Déus, que firma la micro-destilería Priorat B&D Lab, asentada en Bellmunt del Priorat, reconocida por sus excelentes vermuts, además de licores y ratafia de notable calidad. De hecho, en la competición de esta edición Las 12 Horas del Vermut, el gran triunfador fue una de las referencias de esta marca, Dos Déus Origins, el único que mereció –a criterio del jurado– la Gran Medalla de Oro, el mayor galardón.
Pero volviendo al que aquí nos ocupa, Dos Déus Dip Fumat, su principal rasgo diferencial es un intenso carácter ahumado, expresión inédita en el universo del vermut. Este singular perfil organoléptico delata un claro modelo de inspiración: los whiskies de malta de Islay, Escocia. Los más intensos y ahumados del mundo.
Con ese referente, los creadores del nuevo Dos Déus Dip, sometieron a los botánicos que emplean para elaborar su vermut a un proceso de tostado y ahumado con humo de carbón y turba orgánica. Luego maceraron los vinos del Priorat con estos botánicos, para finalmente afinar el vermut con el método del bourbon de Tennessee, empleando botas de 200 litros de roble americano nuevas, con tostado extra.
El resultado es un vermut de expresión rotunda, con nítidas notas torrefactas, ahumadas y yodadas, boca golosa, con recuerdos de caramelo, fruta confitada, vainilla y larga persistencia. Excelente para sorprender a los amigos con una copa de vermut con hielo y soda, y con amplias posibilidades para componer cócteles originales con multitud de matices.
En plena tendencia de las delicatessen ahumadas, Dos Déus Dip Fumat es una carta ganadora. A pesar del nombre que, por cierto, da miedito: según las mitología rural de Tarragona, el dip era un lobo demoníaco que aterrorizaba a los paisanos chupándoles la sangre.
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