El destino –o como quiera que se llame aquello que va moldeando nuestra existencia, sin previo aviso–, quiso que un buen día el estadounidense Kevin Patricio diera con sus huesos en Donosti, siguiendo la estela del amor (suena cursi, pero es cierto).
Como había trabajado como cocinero en Nueva York –en Blue Hill, nada menos– decidió montar su propio restaurante en el local que había ocupado una casa de citas (vulgo puticlub). Así nació La Madame, que abrió sus puertas en el año 2011, con una propuesta desenfadada que combina coctelería, copas y cocina cosmopolita, donde "se puede comer aquello que no se come en San Sebastián", tal como explica el propio Kevin.
Rebelándose a la triste oferta de cervezas que por entonces existía en la hostelería guipuzcoana –"los distribuidores sólo me ofrecían las marcas más conocidas, todas industriales"–, Patricio se aventuró producir la suya, siguiendo el modelo de las cervezas artesanas que había visto triunfar en su país. Para ello, tuvo que convencer a Benjamin Matz, maestro cervecero procedente de San Diego –cuna del boom de la craft-beer en EEUU–, que acabó haciendo las maletas y sumándose al proyecto.
Las primeras cervezas que dió a luz Basqueland Brewing Project –tal el nombre de esta feliz aventura– nacieron en una desangelada nave en La Rioja: apenas cinco palés (16.000 litros) que se agotaron en un pis pas. La buena acogida que tuvo esta primera producción animó a Matz y Patricio a importar de su país a un tercer socio, Benjamin Rozzi, que se ocupa de las cuestiones comerciales.
Desde el 20 de septiembre de 2015, BBP tiene su propia fábrica, en Hernani, donde este año se producirán unos 160.000 litros de cerveza, destinados a todos los restaurantes triestrellados por Michelin de Euskadi, bares y locales especializados… y que poco a poco van llegado también a Madrid, Cataluña y algunos destinos de exportación.
De la gama de siete cervezas que gasta Basqueland Brewing Project, la favorita del responsable de este Bar es aquella que responde al nombre de Imparable, una India Pale Ale de evidente acento guiri, que sin embargo no eclipsa su marcada personalidad: intensa y exuberante, con ricos matices aromáticos de piña, guayaba…, notas balsámicas y rotundo paso por boca, con acidez generosa, amable amargor y buena persistencia.
Sin duda, una cerveza deliciosa que anima a probar el resto de las birras que están dando fama a los guiris de Hernani.
Basqueland Brewing Project
Pol. Akarregi, parcela 4B, nº 2.
Hernani, Gipuzkoa (España)
www.basquebeer.com
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