La Inocencia 2014, el tempranillo de Caperucita

Incluso la cándida niña de la roja caperuza, que confiaba en la bondad de las personas –no sabemos si también en la de los mamíferos de dientes largos– pondría pies en polvorosa si supiera que en el viñedo manchego acecha ya no un lobo solitario, sino toda una jauría: la Manada Luparia.

Se trata, en este caso, de cánidos embotellados, menos salvajes de lo que podría esperarse, pero aún así dispuestos a hincar el diente en el primer inocente que se acerque a una copa de vino. Los lobos de esta vínica manada, eso sí, los prefieren jóvenes: con ganas de iniciarse en el mundo del vino aunque sin saber muy bien dónde está la puerta de entrada.

El primer hatajo de Viña Luparia está compuesto por cuatro lobeznos con ganas de liarla parda: los blancos La burla 2014 (airén) y La rebeldía 2014 (sauvignon blanc), el rosado Los amantes 2014 (garnacha) y el tinto La inocencia 2014 (tempranillo). Todos ellos, joviales, desenfadados y bien paridos. No es casual que sean monovarietales, acorde a su intención de capturar a bebedores de nueva generación, tentándoles con sabores y aromas nítidos, que se identifican sin mayores esfuerzos.

Los mejores, a juicio de este servidor, son el blanco de airén, que supera con creces la pobre expresión que se le supone a la variedad reina del mar de viñas manchego; y el tinto de tempranillo que aquí nos ocupa, fragante, pleno de frescura y noble en su expresión varietal.

Aún cuando la calidad media de estos cuatro ejemplares de la Manada Luparia es más que digna, su mayor atractivo es el continente: el diseño de las etiquetas es brillante, en imagen y concepto, con un genial despliegue de recursos gráficos en el que nunca falta la presencia del dichoso lobo.

Otra gran virtud de los Luparia es su precio, amabilísimo en estos cuatro ejemplares: entre 4,75 y 5,50 euros. La verdad es que resulta difícil pedirles más. Dicen que pronto habrá más lobos en la manada. No tan jóvenes: vinos hechos y derechos. Ya veremos si muerden tan bien como estos cuatro primeros.

Federico Oldenburg

Periodista especializado en vinos y destilados, colaborador de numerosos medios internacionales y jurado de los más prestigiosos certámenes vinícolas.

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