Aquellos que se sufren dudas e incertidumbre en la barra del bar, cuando al pedir un gin&tonic el bartender pregunta "¿de qué ginebra?" –a menudo, humillando a su sediento y titubeante cliente con una carta de tropecientas marcas de este destilado– deberían tener en cuenta este dato: Master's Gin, nobilísima ginebra española, es una de las mejores alternativas para salir del embrollo con una bebida de calidad en la copa, sin que el bolsillo tenga que sufrir ningún abuso.
Si, señores, Master's Gin es una excelente elección. Y no porque lo diga el oficiante del Bar de Gastroactitud –es decir, yo mismo–; la calidad de este gin patrio está respaldada por la opinión de expertos y catadores de concursos como la San Francisco World Spirits Competition –las más importante del sector de los espirituosos, donde en abril de este año Master's obtuvo la Doble Medalla de Oro y el título de Best Gin, que la aúpa a la categoría de Mejor Ginebra del Mundo–, la New York World Wine & Spirits Competition y la China Wine & Spirits Awards, donde recientemente esta ginebra también se llevó los premios gordos.
En cualquier caso, el espaldarazo que están dando estos campeonatos mundiales de destilados a Master's Gin no hacen más que confirmar lo que cualquier buen aficionado puede comprobar probando este gin a palo seco: se trata de una ginebra finísima, al estilo de los clásicos London Dry Gin, con un rica expresión cítrica y fresca sobre un fondo de alcohol de gran calidad.
Lo que a su vez viene a avalar la eficacia del método de elaboración de esta ginebra tridestilada, que se inicia con la maceración y posterior destilación de un alcohol de grano bidestilado con tres botánicos (enebro, coriandro y cardamomo) y se completa con un nuevo paso por el alambique, esta vez con cortezas de naranjas dulces de Valencia, y limones y naranjas amargas de Sevilla (previamente maceradas durante un período de 44 días en depósitos con alcohol de grano/cereal).
Todo ello da lugar al gin de la botella azul que causa furor entre los expertos de todo el mundo. Y que los españoles tenemos más a mano que nadie, a un precio amable a más no poder.
Dicho esto, la próxima vez que apremie la sed de gin&tonic, ya no hará falta que el camarero nos pase por las narices su kilométrica selección de ginebras premium. "Guarde eso y póngame un Master's Gin, por favor."
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