A pesar de que se la considera la variedad blanca más excelsa del viñedo global, la chardonnay es también una uva a menudo vulgarizada por viticultores sin escrúpulos, que sólo aspiran en elaborar con ella vinos artificiosos sin más interés que el cartel que les ofrece la propia chardonnay.
A causa de ello, los que amamos el vino solemos sospechar sobremanera de la mayor parte de los blancos producidos con esta uva en regiones con características de suelo y clima muy distintas a las de Borgoña, cuna natural de la chardonnay.
De allí que nos sorprendamos –y alegremos– cuando llega a nuestra copa un vino como el que ha concebido el alemán Friedrich Schatz en su bodega de la serranía de Ronda (Málaga).
Trabajando con métodos de viticultura biológica, y extremando el paso del vino por la barrica (apenas 5 meses de crianza sobre lías), Schatz ha conseguido dar a luz uno de los mejores chardonnays de cuantos se elaboran en España, bendecido por una rica expresión aromática de fruta blanca y especias, una boca glicérica con recuerdos de piña y lichi y un final largo y memorable.
Un chardonnay exótico, insólito y que bien merece la pena probar.
El vino rancio Sagristia C-1 es una de las joyas líquidas que conserva la familia…
El restaurante gallego Retiro da Costiña celebra su 85º aniversario y la segunda estrella Michelin…
El más joven de la familia de viticultores argentinos Michelini presenta este singular tinto riojano,…
Arrayán, bodega puntera en la DO Méntrida, renueva la imagen de su blanco de albillo…
Izadi presenta uno de los raros blancos calificados como Viñedo Singular en la DOCa. Rioja,…
Scala Dei, que en 1974 embotelló el primer vino certificado por la D.O. Priorat, celebra…