Specimen, Finca Villacreces reedita el coupage de cosechas

La fórmula de mezclar vinos de distintas añadas es tan antigua como el propio vino: a quien no se le ocurriría combinar esta partida más tánica y ácida con aquella otra de la añada siguiente, que resultó más alcohólica y cálida, añadiendo siempre la del último año, que por ser la más reciente, se antoja más frugal, fresca y fragante.

Sucede que los assemblages que dominaban los llamados vinos CVC (Conjunto de Varias Cosechas), generalmente de calidades más bien modestas, se han ido abandonando cuando se impusieron en el mercado los vinos de una única añada. Y esto ha sido el factor dominante a lo largo del último siglo, o aún más.

Durante este período, los CVC de calidad han sobrevivido solo en marcos geográficos muy determinados –como en Jerez o Montilla-Moriles, donde estos vinos son norma, por la metodología de elaboración– o en cuvées excepcionales, de las cuales hay una que se lleva todos los laureles: Vega Sicilia Único. El vino más celebrado de la bodega más famosa de España, ni más ni menos, que siempre es mezcla de tres añadas muy especiales y sale al mercado en un momento dulce para su disfrute inmediato. Pero puede seguir madurando en botella durante 20, 30, 40 o 50 años más ¿quién sabe?

Recientemente, siguiendo ese magnífico modelo, que muchas bodegas –sobre todo riojanas– habían abandonado pero Vega Sicilia hizo perdurar, algunos productores notables han vuelto sobre el sistema de los CVC para conseguir otra vez tintos (e incluso blancos) notabilísimos. Lo hicieron los hermanos Eguren con su Sierra Cantabria CVC (que va ya por su segunda edición, a un precio de 750 euros), y ahora también se ha estrenado en la categoría Matarromera, con su interesante Esencia, que combina las añadas 1994, 1995 y 1996 para reeditar clase y nostalgia.

El grupo ArteVino, al que pertenecen Viña Izadi, Orben (Rioja) y Finca Villacreces (Ribera del Duero) –entre otras bodegas–, presentó el año pasado un revolucionario blanco CVC firmado por Orben, Chocolate, de la D.O.Ca. Rioja. Y este año repite con un tinto del Duero, Specimen, vecino de la finca de Vega Sicilia pero mucho más asequible que el venerable Único.

Coupage de las añadas 2013, 2014 y 2015, Specimen 2015 de Finca Villacreces es un tinto que coquetea con el clasicismo de la Ribera del Duero sin caer en la pesadez, con densidad, profundidad y la hondura de las especias propia de la crianza en roble nuevo de calidad, pero también con la frescura y el punch propio de la fruta carnosa en una finca privilegiada de una de los sectores más preciados del curso del Duero.

Es un vino para disfrutar ahora, pero que sin duda se apreciará mucho mejor si se tiene la paciencia de conservar la botella ocho o diez años más en la cava. Entonces sí será un espécimen de auténtico lujo.

Federico Oldenburg

Periodista especializado en vinos y destilados, colaborador de numerosos medios internacionales y jurado de los más prestigiosos certámenes vinícolas.

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