No son los únicos, hay más, pero en estos restaurantes de La Rioja se come muy bien, por eso nos gusta volver de cuando en cuando. Los hay tradicionales, contemporáneos, de producto y hasta un japonés, lo que no deja de ser curioso. Ahora que se avecina la vendimia y las fiestas de San Mateo, patrón de la capital riojana es un buen momento para acercarse a la comunidad y disfrutar de su gastronomía. Aquí además un listado de bares de Logroño para ir de pinchos.
La familia Paniego son una institución en La Rioja en el mundillo gastronómico español. Francis Paniego tomó el relevo de su madre, Marisa Sánchez en el restaurante familiar, poniéndolo al día y transformó el hostal del pueblo en un precioso hotel boutique que forma parte de la prestigiosa cadena Relais et Chateaux. En la tarea le han acompañado sus hermanos y hoy cuentan con dos restaurantes: El portal de Echaurren, dedicado a la cocina contemporánea y Echaurren Tradición donde se conserva el recetario que dio fama a la casa. Es uno de los pocos restaurantes de La Rioja donde se puede disfrutar de unas sabrosas patatas a la riojana, receta icónica que no es fácil de encontrar en la provincia, aunque parezca mentira. En El cuartito, local que se encuentra cruzando la calle, cocina casera, sencilla y franca a precios muy moderados.
En El Portal de Echauren, (abre de miércoles noche a domingos medio día) Paniego hace gala de sus conocimientos culinarios y plantea dos menús degustación que van de los 9 a los 14 pasos a los que se añade un largo repertorio de aperitivos y cuyos precios son 165 € y 220 €, bebidas aparte. Su cocina recorre los productos del territorio y los interpreta en clave contemporánea. Además, añade guiños de otras latitudes y algunos iconos de la casa como la «Merluza Marta».
Ctra. Medrano, 6, 26373. Tel.: 941 44 48 32. Precio: más de 100 €. Cierra lunes y domingos.
Los hermanos Echapresto han puesto su pueblo, una pequeña localidad de la montaña, en el mapa gastronómico español. Su trabajo con la huerta que rodea y abastece el restaurante y con los productos y productores locales les ha llevado a estar en una situación privilegiada. Iganacio pone a punto una cocina preciosista, en la que se mima el producto y el detalle, donde La Rioja está siempre presente. Y Carlos se ocupa de una bodega que no para de crecer en cantidad y calidad. Todo en un espacio rústico pero sofisticado que se ha convertido en un destino gastronómico.
Pl. San Martín, 5. Tel.: 636 72 58 50. Precio: más de 100 €. Cierra lunes.
Tras su paso por el Palacio de Tondón y por Pedegrú en Madrid, Miguel Caño (ex cocinero de Mugaritz) ha encontrado su lugar en su pueblo, Haro. Junto al bar de pinchos que su familia regentaba en Haro, Los caños y del que también se ha hecho cargo para convertirlo en una casa de comidas contemporánea donde probar productos de la región y guisos tradicionales aunque puestos al día.
En Nublo, su proyecto personal, el reto es cocinar a fuego lento, en parrilla de leña y cocina económica. Un palacete del siglo XVI, acoge un espacio donde la piedra y la luz son los principales elementos decorativos. En poco tiempo se ha convertido en el lugar de encuentros de los bodegueros y de los aficionados. Llama la atención su cocina escueta y concisa pero cargada de sabor.
Pl. Félix Azpilicueta, 1. Tel.: 941 45 00 44. Precio: desde 75 euros. Cierra lunes.
Uno de los mejores asadores de España se encuentra en el corazón vinatero de La Rioja. El buen trabajo de Tomás Fernández al frente de la parrilla le ha dado merecida fama. Pero no hay que olvidar la excelente mano de su mujer, Esther Álvarez, para poner a punto en la cocina verduras, legumbres o pescados. Cocina tradicional que brilla con luz propia.
El local siempre lleno, es un icono en la región. Sin duda se debe a la impecable selección de materia prima, siempre de temporada, y al buen hacer de cocinera y parrillero. De la ribera navarra y las huertas riojanas llegan las verduras; del Cantábrico los mariscos y pescados, lo que imprime claros rasgos norteños a la propuesta gastronómica; las chuletas son en su mayoría procedentes de vacas frisonas con 40 días de maduración. Ojo porque no hay que perderse las croquetas, entra las mejores de España ni los postres, con una leche frita impresionante.
C. Carretera, 9. Tel.: 626 87 66 79. Precio: desde 25 euros. Cierra martes
En la carretera 111 muy cerca de Villanueva de Cameros, esta casa de comidas, de esas de toda la vida, es un lugar acogedor en el que parar si lo que se busca es comer bien a un precio moderado. La cocina tradicional riojana, con productos cameranos (quesos, legumbres, hortalizas) se mezcla con platos del recetario internacional como los espaguetis, los canelones o las fajitas de pollo. Merece la pena probar los caparrones (alubias), el pollo guisado o los espárragos en temporada. Tienen un menú del día por 16 euros, y uno especial fines de semana por 25 euros, ambos más que aceptables.
Tr.ª Jardines, 15. Tel.: 941 32 41 22. Precio: desde 65 euros. Cierra miércoles.
El cocinero Sergio Hernando mira la cocina riojana con un enfoque actual y diferente, dando cabida en su recetario a productos de otras latitudes como las gambas de Huelva o los pescados del Cantábrico, aunque tampoco faltan las y lechecillas de cordero con alcachofas, tan populares en la zona. El restaurante, que abrió en 2019, está ubicado en una bodega del siglo XVII en la que se ha realizado un buen trabajo de recuperación y adaptación. Además de la carta ofrecen tres menús degustación y una espléndida selección de vinos para armonizar la comida.
Anejo tiene un espacio más informal: Calado, donde los fines de semana se puede disfrutar de vinos por copas bocados sencillos como conservas del Cantábrico, espárragos de Navarra o embutidos y quesos riojanos. En la segunda planta hay otra zona pensada para tomar café o simplemente sentarse y disfrutar.
Av. de La Rioja, 17. Tel.: 941 32 42 54. Precio: desde 60 euros. Cierra martes.
Un local clásico de La Rioja, que ha destacado siempre por la calidad de la materia prima que ofrece. El recetario riojano se recoge en una carta sencilla en la que encontramos platos como las pochas estofadas, el pisto riojano con bacalao, las manitas deshuesadas o los raviolis rellenos de setas y mollejas. Además otros platos de corte actual con presentaciones atrevidas en línea con las tendencias más en boga del fine dining.
Comer en esta casona del siglo XVII resulta francamente agradable por lo acogedor del espacio que también es un referente enológico dada la envergadura de la carta de vinos.
C. María Teresa Gil de Gárate, 7. Tel.: 941 21 47 95. Precio: desde 70 euros Cierra martes.
Cocina confortable que no necesita manual de instrucciones. Platos sabrosos para comer todos los días y disfrutar en un ambiente tan elegante como la cocina, no exento de guiños de humor. Euskadi y La Rioja han dejado en Ferrando -cocinero y propietario de origen argentino- su impronta a través de la cocina. En el plato pocos productos, muy bien elegidos y tratados.
Bocados tan sugerentes como el tartar de calamar sobre un caldo de champiñones, las cebolletas de Recajo asadas, las setas salteadas con yema de huevo, por no hablar de la suculenta terrina de oreja de cerdo ibérico o la berenjena a la parrilla, escabeche de codorniz y papada ibérica. Cocina gustosa y elegante, que siempre apetece. Interesante oferta de quesos y vinos, no todos riojanos ¡Menos mal!
C. Lardero, 7. Tel.: 941 01 47 96. Precio desde 70 euros. Cierra lunes y martes.
Es la novedad de este año en la capital riojana. Una pareja de cocineros con mucho desparpajo y ganas de hacer las cosas bien. En un local insólito, por su decoración, llama la atención una cocina actual que se mueve entre el clasicismo y la innovación y que viaja por toda la geografía nacional. Eso es lo que pasa cuando se juntan un riojano, Rodrigo Fernández y una sevillana, Beatriz Fernández. Cocina «arreglá pero informal» que encandila al comensal, tanto como para que este año vayan a estar nominados al premio Cocinero Revelación en Madrid Fusión 2025.
Los sabores de Andalucía y La Rioja se fusionan con naturalidad en platos como berenjena glaseada con garbanzos, queso de la sierra de Cameros y limón en salmuera, el salmorejo de naranja sobre tartar de atún o el paté en costra riojano-andaluz.
C. Emilia Pardo Bazán, 5. Tel.: 941 12 31 45. Precio: más de 100 €. Cierra lunes y martes.
Kiro Sushi es un pedazo de Ginza en Occidente donde es tan difícil conseguir mesa como en los propios locales de Tokio. Un templo con la liturgia propia de un gran itamae como Félix Jiménez. Es un restaurante japonés de sushi, tan aparentemente tradicional que es totalmente revolucionario, situado en una peatonalizada calle del centro de Logroño. Una barra y solo 8 comensales a los que se sirve un menú omakase (lo que decide el cocinero) sin darles la posibilidad de beber alcohol, solo te. Las reservas se hacen online y se paga el 50% por adelantado. Jiménez impone sus normas.
Cada año este esforzado cocinero apasionado de Japón y obsesionado con su cocina, viaja al país del sol naciente para continuar su aprendizaje y superar los retos que él mismo se impone. Discípulo del maestro Yoshikawa Takamasa, según avanza en el conocimiento del producto y las técnica va cambiando: maduraciones de pescados largas o cortas, cocciones diferentes del arroz, uso de unos u otros vinagres y aderezos… Un camino hacia la pureza culinaria y espiritual.
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