Ayer durante el servicio del medio día un equipo de funcionarios entraban en Arola Gastro (Zurbano, 31. Madrid. Dos estrellas Michelin) y precintaban la bodega, el espacio de la coctelería y la mesa del chef, un espacio privado con vistas a la cocina.
El motivo una deuda de 308.000 euros: 148.000 con Hacienda y 160.00 con la Seguridad Social. Las lágrimas de Sara Fort, esposa de Arola y directora de sala del restaurante, no conmovieron a los inspectores que ejecutaron la orden delante de los comensales que llenaban el local. El servicio de la noche -que también estaba completo- tuvo que ser suspendido.
Julia Pérez Lozano.- ¿No ha sido una sorpresa, desde cuando lo sabíais?
Sergi Arola.- Desde hace varios meses, aunque lo que no te dicen es cuando van a precintarte. La viabilidad del restaurante, por el momento en que abrimos, siempre ha estado en entredicho. Recuerdo que José Carlos Capel ya lo apuntaba en la crítica que nos hizo. Sólo a mis amigos Joan Roca y Quique Dacosta y a los inspectores de Michelin les contamos lo delicado de la situación.
JPL- ¿No habéis podido hacer nada para evitarlo?
SA.– El año pasado perdimos dos contratos muy importantes uno con Iberia y otro con CajaMadrid, pero siempre hemos intentado seguir adelante con el restaurante. En ese momento teníamos que haber hecho cosas que no hicimos y fue un error. No queríamos despedir a nadie. Cuando empezaron los problemas económicos tuvimos dificultades para pagar: primero atendíamos las nóminas de los empleados y después a los proveedores (varios así lo han confirmado). Los impuestos y la SS se fueron quedando pendientes.
JPL.- Pero eso no está bien. Los demás pagamos puntualmente, ¿por qué tu no?
SA.- No me siento orgulloso, pero no podía hacer otra cosa. Desde hace ocho meses estamos al corriente de pagos tanto con Hacienda como con la Seguridad Social. En ese momento, al ver cómo estaban las cuentas planteamos un plan de viabilidad e hicimos un reconocimiento de deuda en Hacienda, liquidamos 50.000 euros y pedimos plazos a la Administración para poder pagar el resto. Con la Seguridad Social negociamos, pero Hacienda se negó en rotundo. Sara y yo, queremos pagar, pero Hacienda no ha mostrado ninguna predisposición.
JPL.- ¿Eres una cabeza de turco?
SA.- Sí. Supongo que el ministro o quien sea pensó “si ven que cierro un dos estrellas, sabrán que soy capaz de cerrar cualquier cosa”. Es un aviso para navegantes. Pero me duele que esta bofetada me la hayan dado en la cara de Sara, porque ella se mata a trabajar.
JPL.- Sí, porque tú no estás nunca ¿trabajas o sólo recorres el mundo en bussines class?
SA.– . Esto sí que tiene gracia. Abrir restaurantes fuera ha sido una satisfacción pero también una huída hacia delante, una forma de conseguir fondos para mantener el restaurante abierto. Mi vida es una locura, no se la deseo a nadie. Hoy estoy cocinando en un evento en Arola de Penha Longa (Portugal) y pasado mañana me voy a Mumbay, donde por cierto he cancelado varios actos oficiales en el consulado, no me siento con ganas de representar a esta Administración.
JPL.– ¿Hay posibilidad de abrir Arola Gastro de nuevo?
SA.– Estoy en shock, no sé que vamos a hacer, lo tenemos que ver con los abogados. No podemos trabajar sin bodega y con todo el local lleno de cintas ¿Cómo se lo explicas a un cliente de Nueva York? Me siento desamparado. Es evidente que la ley no es igual para todos, mira las deudas que acumulan los clubes de fútbol y los ayuntamientos… a ellos no los precintan.
JPL.- ¿Te planteas irte de España?
SA.- Sinceramente, sí. Fuera me valoran mucho más. Arola Gastro era nuestro sueño y ahora… Nos hemos caído pero nos levantaremos, de eso estoy seguro.
Con motivo del I Congreso Internacional de Cocina Cinegética pasamos revista a las mejores recetas…
El panadero Fernando Bosque despliega en su local de Las Matas (Madrid) un repertorio suculento
La ONG también ayuda con programas de emprendimiento. Este es el caso de Eloísa que…
Estos son los galardonados en la XVIII edición de los Premios Nacionales de Hostelería.
Los últimos descubrimientos sobre la dieta prehistórica nos dan pistas sobre cómo recuperar buenos hábitos.
Porque nos gusta el buen pan, este es un recorrido con sabor a cereal y…