Barrio de Retiro en 15 pistas gastronómicas

Ahora que se ha terminado el estado de alarma y que las buenas temperaturas invitan al terraceo os proponemos descubrir el barrio de Retiro en 15 pistas gastronómicas. Direcciones fiables de bares y restaurantes donde beber bien y comer mejor. Una lista para todos los gustos, estilos y precios, en la que seguro que nos habremos olvidado de alguno porque no somos perfecto.

 

Si hay un barrio con espíritu de tabernario es éste

Mucho antes del famoso #Ponzaning, en Retiro ya se había fraguado una pequeña transformación que empezó alrededor de una serie de locales que rendían culto al vino apoyados en una gastronomía de cierta relevancia. Esas neotabernas fueron atrayendo público ávido de la caña bien tirada, el vino puesto en valor y una forma de comer que reivindicaba lo de siempre pero bien hecho. Y funcionó, de tal manera que la oferta gastronómica se fue incrementando y hoy en día la zona concentra innumerables bares de todo pelaje, algunos buenos, muchos no tanto. Tal vez por eso allí puso el ojo y las inversiones el grupo Bulbiza, capitaneado por José Andrés y sus socios en España.

 

La terraza de Bulbiza en el bulevar de la calle Ibiza

 

Alrededor de El Retiro, pulmón verde dentro de Madrid (contiguo a Goya, el Barrio de Salamanca o el Paseo del Prado), los establecimientos de hostelería no paran de crecer. En esta ocasión nos vamos a centrar exclusivamente en la parte este, en la cuadrícula de vías que se extienden entre la Avda. de Menéndez Pelayo, O’Donnell, Doctor Esquerdo e Ibiza.

La seña de identidad de la zona es el tapeo con fundamento, lo que le ha dado fama de barrio gastro y canalla. Sin embargo el auge no se ha extendido al comercio gourmet, que está en declive.  Lo único que parece haber crecido son las panaderías, que como en todo Madrid viven momentos felices (incluyendo franquicias ya extendidas por toda la ciudad). Pero de las tiendas nos ocuparemos en otro reportaje.  A pesar de la pandemia muchos clásicos como el asturiano La hoja, Couzapín (también asturiano) u O’Grove (gallego), siguen dando guerra.

 

 

Bares, qué lugares

Arzábal

Menéndez Pelayo, 13. Tel.: 91.409.56.61. Precio: 40-60 euros.

Fue uno de los primeros dinamizadores gastronómicos del barrio. Tras la importante reforma que acometieron hace un par de años, el local con el que Álvaro Castellanos e Iván Morales arrancaron frente al Retiro ha ganado enteros, aumentando considerablemente espacio y comodidad. Ahora es –relativamente- más fácil sentarse a comer en esta taberna venida a más, donde el producto, la cocina tradicional y los vinos tienen un sitio asegurado. Entre sus mejores platos, la ensaladilla rusa, los callos, las patatas a la importancia con cigalitas o las pochas con almejas. No faltan embutido, y la charcutería de calidad –expuesta en vitrinas-, pescados y carnes a la brasa, junto a productos de temporada. Bodega muy por encima de la media, interesante per se. Para demostrarlo, sus generosos y champagnes.

 

La Castela

Dr. Castelo, 22. Tel.: 91.573.55.90. Precio: 35-50 euros.

Otro clásico del tapeo del barrio, en el que lleva desde finales de los 80. Una taberna de toda la vida que con el tiempo ha ido cambiándose e incrementando su oferta, y haciéndose más restaurante. Conserva ese aire madrileño y cañí de los anaqueles llenos de botellas y la barra de mármol bien surtida, por la que desfilan sus típicas croquetas de carabineros, los callos, las gambas a la plancha, la mojama o el pincho de bonito. Dentro, en lo que fue la trastienda convertida en comedor, se sirven cocina de temporada, de buen producto y tradición (garbanzos con langostinos, foie en escabeche, merluza rebozada en tacos, rodaballo a la parrilla, solomillo al oloroso) acompañado por muy buenas referencias vinícolas de toda España.

 

La Castela

Laredo

Dr. Castelo, 32. Tel.: 91.573.30.61. Precio: 40-60 euros.

Es uno de los decanos de la zona. Pioneros en poner al día el negocio de las tabernas tradicionales, empezó como un pequeño bar y ha ido creciendo en estos 28 años de existencia (también cambiando de ubicación, siempre en el barrio), aunque sigue fiel a su filosofía. Al frente están los hermanos Laredo (David, Miguel y Javier) que continúan con su estilo, fieles a la cocina de barra, al producto seleccionado y los guisos tradicionales, sea un marmitaco o unas alubias de Tolosa, un ceviche (concesión a la modernidad), una tortilla de patatas con alcachofas o unas chuletillas de conejo. La carta es larga, con mucho donde elegir, y se apoya en una bodega de nivel (con referencias foráneas) que incrementa notablemente la factura, sobre todo en el restaurante. En la barra los precios son más asumibles.

 

Jarrete de Laredo

La Catapa

Menorca, 14. Tel.: 91.574.26.15. Precio medio: 40-60 euros.

Desde que Miguel Ángel Jiménez se instaló en la calle Menorca, su barra siempre ha sido una de las más demandadas. Buenas raciones y tapas, desde las croquetas a la ensaladilla –aquí con faisán en escabeche-, cecina, anchoas, revolconas, chistorra, gambas…, se sirven mil cosas apetecibles, junto a otras propuestas que se basan en el producto y la estación. Y precisamente es esta cocina de temporada la que llega a las mesas del restaurante, platos de la tradición donde no faltan las verduras, las carnes y las grandes piezas de pescado para compartir entre los comensales, como una corvina al horno, una urta o un rodaballo. O si gustan, unos callos, las mollejas, un rabo de toro, las costillas…. La carta es larga. Tampoco hay que pasar por alto la bodega, bien seleccionada por Mª José Jurado, y con muchas opciones por copas.

 

La Catapa

 

La Retasca

Ibiza, 38. Tel.: 91.060.72.30. Precio: 30-40 euros.

Un bar de toda la vida, donde se cantan las comandas y se grita ¡bote! Con calidad, con producto. Todo eso estaba en la mente de Juanjo López (La Tasquita de Enfrente) cuando montó La Retasca en lo que había sido el local de la exitosa Taberna Pedraza. Había buenas raciones, bocatas, pinchos morunos –muchas de las propuestas siguen- pero también ofrecían otras cosas muy made in Juanjo (impresionante rodaballo a la brasa, magníficos chuletones) que han ido desapareciendo, porque sin duda subían la factura por encima de lo que muchos esperan de un bar. Aunque sigue estando esa estupenda ensaladilla de La Tasquita, la tortilla de Capel (Juanjo la hace con manteca), un top de la casa, como las croquetas, los callos, la morcilla de Burgos, las gambas al ajillo (ahora sin la crujiente cabeza, lástima), la oreja, los bocatas de calamares o el mollete de pan de cristal con lomo ibérico y huevo. Además también hay algunos platos de la vecina La Cocina de Frente como los canelones de ropa vieja o las alcachofas con salsa romesco.

 

Tortilla de patata de La Retasca

Zalamero

Narváez, 67. Tel.: 91.752.78.82. Precio: 34-50 euros.

Dos sumilleres, Ana Losada y David Moreno, ambos curtidos en la hostelería (La Chula de Chamberí y Laredo, respectivamente) son los artífices de esta taberna de vinos, para beber muy bien y a buen precio (estupenda oferta por copas), y donde la comida está a la altura de las circunstancias. La barra, sobre la que penden copas colgantes y flanqueada por una pizarra con las sugerencias vinícolas semanales, es la antesala de un pequeño pero agradable comedor. Y en sus mesas, platos marcados por la temporada con sugerencias que van cambiando, junto a algunas propuestas ya clásicas de la casa como las croquetas de pollo rustido –el pollo en coquelette es su plato estrella-, la tortilla de patatas esparragada con morcilla picante, los boquerones crujientes al limón, sus escabeches de pescado o los mejillones al curry.

 

Zalamero, neotaberna con terraza

Hermanos Vinagre

Narváez, 58. Tel.: 91.539.11.69. Precio: 15-25 euros.

Los hermanos Enrique y Carlos Valenti (el primero más conocido en los circuitos madrileños como (ex) chef del grupo Rubaiyat; el segundo como cocinero y empresario en Barcelona gracias a Can Paloma, Marea Alta y ahora Adobo) se han unido en la capital con este bar de toda la vida puesto al día que rinde homenaje al tapeo, la caña y el vermut. Cultura de barra pasada por lo madrileño en sus escabeches y encurtidos (hechos en la casa), por los ahumados y las conservas de calidad que ellos mismos preparan. Gildas, anchoas, matrimonio, berberechos, ensaladilla, pero también embutidos, sobrasada Lyo, atún de media curación a modo de mojama, foie micuit o huevos rellenos, que se sirven en la barra –y en la terraza- con vajillas originales y modernas, parte indiscutible de su atractivo. Buen producto, tapas ricas y cultura de bar, o del neo bar. Difícil que no guste. Por eso a éste de Narváez, abierto en 2020, le ha nacido un hermano Vinagre en Chueca hace un par de meses.

Boquerones en vinagre de Hermanos Vinagre

 

Restaurantes para todos los gustos

Sa Brisa

Avda. Menéndez Pelayo, 15. Tel.: 91.022.45.40. Precio medio: 35-50 euros

Esther Bonet y Pere Vendrell se vinieron desde Ibiza en el verano de 2018. Entonces todavía tenían en la capital ibicenca el Sa Brisa que les dio a conocer en la restauración balear. Un mes antes de la pandemia lo cerraron, pero Madrid les ha ido bien. Tanto que hace escasamente un mes inauguraban, justo al lado, Can Bonet (Menéndez Pelayo, 15. Tel.: 91.046.44.08), un restaurante centrado en la cocina catalana –ellos son de Lleida-, la brasa y el recetario tradicional. Sa Brisa, por su lado, se centra en el territorio ibicenco, actualiza y reintepreta los productos y tradiciones pitiusas con un estilo libre e influencias del mundo. La rica sobrasada de porc negre (autóctono mallorquín) con miel, el paté de conejo (rústico, estupendo) con hierbas ibicencas y pan xeixa (un tipo de trigo; se lo hacen en Panem), las croquetas (la mejor la de bullit de peix), el tartar de negrito, un pez de roca per se algo soso, o platos-tendencia como el taco de gamba con mayonesa de chipotle, o el perrito de calamar con katsuobushi y kimchi en pan al vapor, se alternan en el menú con propuestas como el bullit de peix, concentrado y marino. Una dualidad en la que vence por goleada la tradición.

 

Aperitivo en Sa Brisa

 

Berlanga

Menéndez Pelayo, 41. Tel.: 91.391.68.86. Precio: 40-50 euros

José Luis García Berlanga es hijo del célebre cineasta y también cocinero autodidacta, lo que le ha llevado hace un año a cambiar las cámaras (ha sido director y productor de cine) por los fogones. Y ejerce en este restaurante consagrado a los arroces, que preparan con la variedad albufera, que compra directamente en Valencia. Morralla, galeras, cangrejos y huesos de rape forman parte de los fondos con muchas horas de cocción con los que elabora los arroces a banda, el de espinacas y gambas, el de puerro y rape o el del señoret. Claro que no puede faltar la paella valenciana o la de verduras, u otros que sirve por encargo (meloso de bogavante, de carabineros, negro); arroces todos sin grasa, suaves y con buen punto de cocción. En la carta ofrece otros platos como la ensaladilla, el pamboli de sobrasada, la merluza a la romana o el steak tartar.

 

Paella valenciana

Kulto

Ibiza, 4. Tel.: 91.173.30.53. Precio: 40-50 euros.

Laura López y José Fuentes, ambos cocineros, se dieron a conocer en Zahara de los Atunes, Cádiz, con su cocina de alma gaditana y andaluza, pero viajada y cosmopolita, diferente para lo que entonces –hablamos de hace 10 años- se hacía en la zona. El éxito les llevó a instalarse en Madrid en 2015 en el barrio de Retiro, donde siguen haciendo esos platos que les dieron personalidad. El local y la carta se rinden a la informalidad, centrándose en las propuestas protagonizadas, claro, por el atún de almadraba. Satay de atún rojo, tartar con algas, en tacos con verduras encurtidas, con tomate picante, tarantelo al fuego, se alternan en el menú con la ensalada thai de pulpo, la burrata rota con zanahorias morunas, el pepito de vaca rubia gallega o los callos de Kulto. Una cocina divertida, con chispa, de fusiones múltiples, en este local en dos plantas, abierto, y de interiorismo marinero.

 

La barra de Kulto

Casa Julián Ibiza

Ibiza, 39. Tel.: 91.060.72.10. Precio medio: 60-80 euros.

El tercero de los asadores de la familia Gorrotxategui (se une al de Tolosa, la casa madre, y el de la Cava Baja madrileña) está también ligado al grupo Bulbiza (cuya cara más visible es el cocinero hispano-norteamericano José Andrés). El estilo tradicional de un asador vasco se actualiza en el local, acertada obra de Lázaro Rosa Violán, que ha dejado a la vista la parrilla, símil de la de Tolosa, como centro del restaurante. Dirigiéndola el parrillero Iñaki Gorrotxategui, que muestra su conocimiento en el manejo de las brasas y las carnes rojas, protagonistas indiscutibles de la oferta culinaria. Es indudable la calidad del producto, de la chuleta de vacuno mayor con una mínima maduración (al estilo vasco, nada de sobremaduraciones), y del asado que se le da en el fuego. Magníficas piezas cárnicas que se sirven con los famosísimos pimientos rojos, las verduras a la brasa (imperdonables los puerros), los boletus en temporada, o el bacalao. Sin olvidar la cecina, que conviene probar.

 

Chuleta a la parrilla

 

 

La Cocina de Frente

Ibiza, 40. Tel.: 91.060.72.20. Precio: 30-50 euros

Enmarcada también dentro del grupo Bulbiza, fue uno de los restaurantes que primero arrancó en el proyecto. Liderado por Juanjo López (La Tasquita de Enfrente) inicialmente estaba dedicada exclusivamente a ofrecer cocido, un plato al estilo Tasquita que con el tiempo fue enriqueciéndose con otras propuestas culinarias. Hoy, tras el parón Covid, se ha reconvertido: dan menús diarios (a 15 y 18 euros), y el cocido (25 euros) lo sirven únicamente los fines de semana. Al mando de la cocina está Carlos García (ex Bagá, ex Tasquita), responsable de poner a punto una cocina tradicional, casera, pero de hoy, sencilla y rica: pimientos rellenos de bacalao, ensalada de judías verdes, albóndigas en salsa, migas, marmitaco o flan a los postres.

 

Cocido en La Cocina de Enfrente

Bistronómika

Ibiza, 44. Tel.: 91.060.72.40. Precio: 60-80 euros.

Es la opción marina del proyecto gastronómico Bulbiza, al que Carlos del Portillo se unió en septiembre de 2019 en este agradable local, con cocina vista (cero humos y olores) y un expositor con los pescados y mariscos del día. Procedía del restaurante homónimo del barrio de las Letras, donde alcanzó notoriedad con su cocina del mar, dedicada casi en exclusividad a los pescados a la brasa, que trata con conocimiento y rigor. Tras los avatares de la pandemia el restaurante parece coger ritmo y se mantiene en buena forma. Junto a las piezas grandes – según la temporada y la procedencia- preparadas a la parrilla (ahora que es el momento salmonetes XXL, lenguados, cabracho, rey…), el menú contempla otras propuestas, desde sus famosas gildas con tacos de atún crudo, a los guisos marineros como los garbanzos con buey de mar, platos que va cambiando en función del mercado. No falta alguna opción vegetal (elegantes espárragos blancos a la brasa con pilpil de merluza) y siempre se luce con productos como el calamar de anzuelo de Ribeira, de sabor y punto irreprochable. Los postres mantienen el nivel, desde la tarta de queso azul al flan, de maravillosa textura.

 

Carlos Portillo y uno de sus ayudantes tras el mostrador de pescados

Salino

Menorca, 4. Tel.: 91.214.18.62. Precio: 40-50 euros

Este es el tercer restaurante que Javier y Paco Aparicio tienen en Madrid (primero fue Cachivache y luego La Raquetista, en Dr. Castelo 19, también en el barrio de Retiro), locales con los que Javier, el cocinero, siempre ha conseguido convencer a sus fieles seguidores. Y si en el vecino de Dr. Castelo su cocina de raíz tradicional y de taberna se nutre de influencias sobre todo orientales, en éste no abandona su genética castiza (ahí están sus famosos torreznos, las bravas, la ensaladilla o las gallinejas en taco), pero más vestida por el Mediterráneo (con algún toque de otros mundos), quizás en una pipirrana de atún, en el babaganoush de berenjena (Mediterráneo pasado por Oriente), el arroz de salmorreta o la terrina de cordero colmenareño con hummus de judiones de Montejo. Porque, y es de agradecer, aquí se reivindica el producto madrileño que haberlo, haylo y bueno. Abrió en 2018, pero ya es un clásico. Merecido.

Comedor del restaurante Salino

La Tasquería

Duque de Sesto, 48. Tel.: 91.451.10.00. Precio: 40-80 euros.

Una inundación producida por un vecino ha tenido a Javi Estévez en el dique seco más de dos meses. El accidente le ha llevado a una profunda reforma del local (cocina, decoración), que estrena ahora en mayo con la reapertura, añadiendo también terraza para 18 comensales. Aprovechando los cambios, incluye una carta exclusiva para la terraza (algo más corta) y un nuevo menú, Tasquería 21 (el más largo, 75 euros) que reunirá platos emblemáticos como la cabeza de cochinillo con recetas novedosas de estricta temporada. Además mantendrá los platos más icónicos de su trayectoria (hígado, manitas, rabitos, ensalada de lengua, carrilleras, callos…) en el denominado Tasquería 15/20, ésos que han hecho que su visión original y decididamente moderna de la casquería guste incluso a los que no son muy fans.

 

Cabeza de cochinillo de La Tasquería

Florida Retiro

Pº de Panamá, s.n. Parque de El Retiro. Tel.:91.827.52.75. Precio: 45-60 euros.

La que fuera famosa sala de fiestas en los 70 se remodeló y transformó completamente para reinaugurarse en 2018 como complejo gastronómico con diferentes conceptos: la sala de fiestas con cenas-espectáculo, el bar de tapas La Galería, la zona de kioscos con puestos temáticos, la terraza del primer piso y El Pabellón, el restaurante propiamente dicho. Esta es la propuesta que más nos interesa, gestionada por ese magnífico cocinero que es Iván Cerdeño (El Cigarral del Ángel, Toledo) que aquí opta por una carta del gusto de la mayoría, platos basados en la cocina tradicional con toques actuales (flor de alcachofa con yema de huevo y papada, bacalao con mojo verde, pulpo a la parrilla y ajo atado, pluma ibérica con adobo marroquí). No faltan sus famosas (y deliciosas) croquetas.

 

Una de las terrazas de Florida Retiro

 

CURSO ONLINE SOBRE VINOS PARA AFICIONADOS CON FEDERICO OLDENBURG

Raquel Castillo

Periodista gastronómica. Hace 20 años que observa la evolución de la gastronomía española y lo cuenta a través de sus reportajes y entrevistas.

Libros de gastronomía para regalar estas Navidades

Ligeros o tochos, de recetas o de pensamiento, esperamos que encuentres el que buscas entre…

18 horas

Monte Nevado, jamones ibéricos de larga tradición

Crianza en dehesas y curación artesanal son la seña de identidad de este producto inigualable.

3 días

¿Pularda o capón en Navidad?

Criados en el campo como lo hacían los abuelos son un placer reservado a estas…

4 días

Así celebran la Navidad los grandes cocineros

Algunos de los cocineros españoles más conocidos nos cuentan cómo es su mesa en estas…

6 días

El Mejor Roscón de Reyes de Madrid es el de La Duquesita

Por la elegancia y finura de su sabor. Madreamiga en segunda posición y Cientotreintagrados en…

1 semana

Comerse el museo Thyssen

La Navidad llega a la tienda del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con una selección de productos…

2 semanas