Estas provincias son los destinos gastronómicos que primero eligen los españoles cuando se plantean realizar un viaje gourmet, según se desprende del estudio realizado por la consultora Dinamiza.
Como las conocemos lo suficiente, os proponemos una ruta para turistas gastro por cada una de ellas: desayunos, aperitivos, tapas, compras, copas… ¡Que volváis con buen sabor de boca!
Madrid
- Desayunar en La Duquesita. Cruasán, palmeras, milhojas… Buen café e infusiones. Si quieres mezclar dulce y salado: Fonty, me encantan sus quiches.
- Un aperitivo en La ardosa. Una taberna como las de antes, un lugar especial, al que hay que ir pronto para poder entrar. Cerveza, vermut, vinos… Tortilla de patata, croquetas, berenjena frita…
- Ir de tapas por la calle Ponzano, no hay un lugar sino decenas en los que merece la pena tomar algo. Fide es el bar más tradicional y Arima el local que más me gusta, con Nagore Irazuegi al frente. En la misma calle Sala de despiece, Arzábal.
- Comer en un restaurante popular como Los galayos. Cochinillo asado, cocido y platos de cuaresma en plena Plaza Mayor. Un clásico que ha sabido renovarse y trata de mantener un buen nivel en una zona donde no es fácil comer bien.
- En uno sofisticado, Coque es la última gran apertura de la capital. Sus hechuras de gran restaurante impresionan. Pero hay muchos más en los que con un poquito de tiempo se puede reservar: A’Barra, Ramón Freixa, Santceloni… En otros como D’estage o DiverXo es misión imposible.
- O en uno informal al estilo del pequeño Recreo. Buenísima relación calidad precio en el barrio de Salamanca. Cocina joven, fresca y divertida, con platos que gustan a todos.
- Cenar en un sitio de moda. Por ejemplo en Bibo. El local informal de Dani García está siempre animado, llama la atención su decoración. No es barato pero el precio depende mucho de la elección que hagas.
- Tomar una copa en Salmón Gurú, los mejores cócteles de Madrid firmados por Diego Cabrera y su equipo. Un espacio íntimo y especial, en el centro de Madrid, donde es fácil pasarlo bien.
- Visitar el mercado de La Paz. Puesto que en el de San Miguel solo se puede comer, yo prefiero este, en el barrio de Salamanca. Buen producto para comprar y un bar donde probar unas de las mejores tortillas de patata: Casa Dani.
- Compras gastronómicas alrededor de la Puerta del Sol: Antigua Pastelería del Pozo (hojaldres), Vicens (Turrones), La Melguiza (Azafrán español), La Madrileña (salchichas artesanas), Frinsa (conservas de pescado).
- Un terracita para sentarse y descansar, Capuccino Café, mirando la puerta de Alcalá con el parque del Retiro al fondo y buena música.
- El mejor café en Misión café, junto a la Plaza de España. Tostadero propio, variedades seleccionadas y diferentes métodos de elaboración. Amantes del café de verdad. Un tesoro.
- Momento dulce. Moulin chocolat. Buenísimos chocolates, macaron, croissants, torrijas y kouign amann, irresistible dulce bretón a base de mantequilla. La mayor tentación golosa.
- Un sitio especial: El Charolés. En El Escorial se prepara uno de los mejores cocidos de la provincia. No es mala idea, acercarse a ver el monasterio construido por Felipe II y reservar para probar el cocido. Solo lo preparan lunes, miércoles, y viernes.
- Algo único. Cenar en un tablao flamenco un menú degustación de calidad. Eso solo pasa en El Corral de la Morería. Cuatro mesas en un espacio diferenciado donde el cocinero David García ofrece deliciosos platos de alta cocina. Además una increíble selección de vinos de Jerez antiguos. Y de postre un poquito del mejor flamenco.
Guipúzcoa
- Desayunar en Café Lafosse. Dulce o salado todo tiene buen nivel. El sitio es muy agradable y el personal también… y eso cuenta mucho.
- Tomar el aperitivo disfrutando de las mejores gildas en el Txepetxa, o los pintxos de Gambara. De lo poco que se salva en la parte vieja de San Sebastián.
- Ir de tapas o como se dice en Donosti, pintxos. Los mejores ya no están en la parte vieja (allí solo quedan turistas) ahora hay que irse al barrio de Gros que es donde van las cuadrillas de donostiarras.
- Comer en un restaurante popular como el Asador Astillero de Guetaria.
- En uno sofisticado, con la mayor concentración de estrellas Michelin del país, en Guipúzcoa hay mucho donde elegir: Martín Berasategui, Arzak, Mugaritz, Zuberoa, Akelarre…
- O en uno informal como Singular del cocinero Íñigo Lavado en Irún es un concepto diferente. Estupendos platos de cocina a fuego lento a un precio imbatible en un espacio pensado para ir en familia, donde los niños son bienvenidos.
- Cenar en un sitio de moda. Amelia es lo último de San Sebastian. Cocina contemporánea con producto local que se desmarca del canon local. Un soplo de aire fresco en un espacio diferente.
- Tomar una copa. Cote (Fermin Calbeton, 48) Buenos barmans y buenas copas. Ambiente agradable y música bien seleccionada. Todo lo que hace falta para empezar la noche.
- Visitar un mercado, los de Ordizia y Tolosa se llevan la palma de la provincia. En el primero la calidad de los productos locales es incuestionable ¡ojo a los quesos! En el segundo llama la atención la gran estructura metálica bajo la que se asientan los puestos.
- Compras gastronómicas. Aitor Lasa en Donosti, es una tienda con productos de alimentación seleccionados. Setas, verduras, conservas, dulces… Según la temporada el escaparate cambia.
- Un terracita. En mitad de la playa, Café La Concha es el sitio apropiado para pararse y disfrutar del paisaje tomando un café o refresco. Sin más.
- El mejor café lo preparan en Sakona Coffe Roasters. Apóstoles del café de calidad, defienden la infusión frente al espresso. Un olor delicioso inunda la manzana.
- Momento dulce. El pastel vasco de la Pastelería Oyarzun conduce directamente a la perdición. Además croissants de mantequilla, tartaletas de limón, brioches con pasas… También tienen heladería, bastante buena.
- Un sitio especial. El acuario de San Sebastián. Hay una parte dedicada a los pescadores y marinos vascos, así como a las especies de la costa de Euskadi.
- Algo único. El nuevo hotel del cocinero Pedro Subijana: Akelarre. con las vistas más impresionantes del Cantábrico que uno pueda imaginar. Un edificio de diseño que desafía al mar.
Cádiz
- Desayunar churros en el puesto de Charo en el mercado del puerto de Santa María. Me lo descubrió Ángel León hace un montón de años. Compras los churros y te los comes en un bar del mercado con cafetito.
- Tomar el aperitivo. Unas tortillitas de camarones en Casa Balbino en Sanlúcar de Barrameda
- Ir de tapas por el barrio de la viña de Cádiz. A pesar del empuje del turismo algunos locales mantienen la calidad y el buen trato. Me gusta Casa Manteca, con sus chacinas servidas sobre papel de estraza.
- Comer en un restaurante popular, unos huevos fritos con patatas como los de la Venta del Toro en el camino que lleva a Santa Lucía desde la carretera de Vejer de la Frontera. Es un sitio singular, que tiene gracia, por lo diminuto, lo simple y lo abundante de las raciones.
- En uno sofisticado de los que empiezan a llenar la provincia. Aponiente de Ángel León, en el Puerto de Santa María fue el pionero. Ahora también me gusta Mantua en Jerez.
- En uno informal pero con un producto que no tiene competencia, la barra de El Campero en Barbate. Para probar su excelente atún no hace falta sentarse en las mesas del restaurante, basta acodarse en la barra o en las mesas altas y dejarse lle vas.
- Cenar en un sitio de moda con una decoración que sorprende Lu Cocina y Alma, el punto caliente de la provincia este año. Inaugurado por Juanlu Fernández (ex jefe de cocina de Aponeinte) apuesta por el productazo y la alta cocina clásica con mucha chispa.
- Tomar una copa en el bar Dardo en Rota. Chicho Dardo es una institución entre los bartenders. Cocteles clásicos y de autor en un lugar inesperado.
- Visitar un mercado más que para comprar para comer, el Mercado gastronómico de San Francisco en Vejer, obra de uno de los decoradores de moda Gaspar Sobrino.
- Compras gastronómicas. La provincia tienen muchos productos interesantes, desde los quesos del Cabrero de Bolonia a las conservas de atún, los embutidos, las mantecas o los vinos y vinagres de Jerez, etc. Y muchas tiendas que apuestan por ellos.
- Una terracita: Difícil elegir porque hay muchas, en las playas y en el interior con preciosas vistas. Por eso me quedo con una urbana La colonial en la Alameda Apodaca, en el centro de Cádiz.
- El mejor café en La Clandestina Librería-Café un lugar encantador en el centro de Cádiz para leer, charlar o relajarse un rato con un buen café entre las manos. También desayunos.
- Momento dulce una berlinesa en La Cremita en Sancti Petri (Chiclana), o una palmera, o un milhojas. Buen hojaldre, dulces y panes que merecen la pena.
- Un sitio especial: las bodegas del Marco de Jerez, por sus excelentes vinos pero también por sus instalaciones. Entre mis favoritas, Gonzalez Byass, Barbadillo, William & Humbert y Tradición con una colección de pintura maravillosa.
- Algo único: las ruinas romanas de Baelo Claudia, en la playa de Bolonia. Allí se conservan las fosas donde se preparaba el garum, de cuya receta no hay noticias.
Asturias
- Desayunar con regusto a nostalgia en Rialto una de las confiterías más tradicionales de Oviedo, famosa por los carballones, los moscovitas y las princesitas.
- Tomar el aperitivo, una ración de croquetas en El recetario en Gijón, entre las mejores que he probado.
- Ir de tapas. Aquí no se va de tapas, se va de sidras y el barrio de Cimadevilla es el mejor lugar. Casa Fede me encanta, además La galana, Entreplazas, El centenario… todos en las inmediaciones de la Plaza Mayor.
- Comer en un restaurante popular. Casa Tataguyo en Avilés, pero basta ojear el directorio de guisanderas de Asturias (clubdeguisanderas.com) para darse cuenta de cuantos sitios hay por descubrir y probar.
- En uno sofisticado, por lo menos se me ocurren cinco, pero pueden ser más: Casa Marcial, Casa Gerardo, El Corral del Indianu, El Balneario de Salinas y Mistura.
- En uno informal. El bálamu, en Llanes. Justo encima de “la rula” (la lonja de pescado). Excelente producto del día en preparaciones sencillas.
- Cenar en un sitio de moda, la tabernita de los hermanos Manzano, Gloria. Con sucursales en Oviedo y Gijón. Raciones y tapas para compartir en un local bien decorado y siempre a rebosar.
- Tomar una copa con los destilados de moda en Varsovia, la coctelería más guay de Gijón.
- Visitar un mercado los domingos en Cangas de Onís, camino de los Picos de Europa. Productos artesanos increíbles: quesos, embutidos, hortalizas…
- Compras gastronómicas para volverse loco en un local que podría estar en Londres o Nueva York: Coalla Gourmet. Productos de Asturias y de medio mundo, todos escogidos con criterio.
- Un terracita. La de Güeyu Mar en la playa de Vega en Ribadesella. No es barato, pero el lugar donde está y el producto que sirven Luisa y Abel merece la pena, sobre todo cuando se puede ir fuera de temporada.
- El mejor café en 98&you un simpático local de Avilés, donde se lo toman muy en serio, y da gusto!
- Momento dulce. Pomme Sucre en Gijón. Julio Blanco es uno de mis pasteleros favoritos. Sus hojaldres son para perder el sentido.
- Un sitio especial Hotel Pueblo Astur, con increíbles vistas a los Picos de Europa, un sitio para perderse un par de días.
- Algo único. El museo de la sidra El gaitero en Villaviciosa. Pioneros en el marketing y la publicidad y en vender sidra en América Latina, recorrer sus instalaciones es reencontrarse con parte de la historia de España.
Pontevedra
- Desayunar en Coffe Land en Vigo. Estupendo café, buen chocolate, bollería… Todo un descubrimiento.
- Tomar el aperitivo, un pulpo (cocinado en seco) en Casal do Umia, la pulpería más famosa de Oubiña (Cambados)
- Ir de tapas por la parte vieja de Vigo que desde hace un tiempo está de lo más animado, decenas de locales con pulpo, tortilla de patata, pimientos, mejillones, ostras…
- Comer en un restaurante popular como D’Berto hasta el que llegan los mejores pescados y mariscos de la ría de Arosa y de la costa. Un festín para Neptuno.
- En uno sofisticado: Solla, Culler de Pau, Pepe Vieira, se me ocurren varios y en todos se come muy bien.
- En uno informal La Ultramar el simpático local de los hermanos Canas en el Museo de Pontevedra. Cocina sencilla pero con chispa en un espacio singular, a un precio estupendo.
- Cenar en un sitio de moda que lleva un montón de años abierto pero no pasa de moda como Maruja Limón. Esconde una de las barras de alta cocina de España donde se puede probar un estupendo menú.
- Tomar una copa en El Naútico en San Vicente do Mar, si es que está abierto, por solo abre en temporada y las fechas cambian. Buenas copas, buena música y buen ambiente.
- Visitar un mercado O berbés en Vigo, con gran tradición pescadera, en temporada de marisco (invierno) es un escaparate impresionante.
- Compras gastronómicas, sin duda conservas. Lo mismo da que sean de tierra adentro como las artesanas A Rosaleira, con los mejores grelos que se puedan imaginar. O marineras como La Brújula, mariscos en lata de un nivel excepcional.
- Un terracita La de Eirado do Leña en la parte histórica de Pontevedra, todo sabor.
- El mejor café en El Club del café en Pontevedra. Diferentes variedades y mucho mimo a la hora de prepararlas.
- Momento dulce en Bico de Xeado una heladería en Bayona que se ha convertido en punto de referencia de la provincia.
- Un sitio especial. Pazo de Fefiñáns, en Cambados, donde se plantó la primera cepa de El Salnés y se embotelló la primera botella de albariño.
- Algo único. Navegar entre las bateas y ver cómo se coge el mejillón.