El cocinero de origen brasileño, de 30 años,
Diego Gallegos recibió con sorpresa el premio y agradeció a todos los que le han ayudado el galardón en el escenario.
"Este es un paso muy grande, el más grande, llevas un año abierto y sales en la guía Repsol, en la Michelin y ahora esto, no me lo creo. Este es un premio que te pone en el mapa y sobre todo es un lujo el haber competido con tan grandísimos cocineros", dijo sobre hacerse con el Cocinero Revelación 2015 .
Hasta ahora Gallegos ha realizado una cocina especializada en un solo producto, un pez de río, el
esturión o
sollo– que era como se conocida a este pez prehistórico en el Siglo de Oro español-. Todo fue un poco por casualidad, según cuenta. "Yo llevaba cinco años trabajando con
Ríofrio y poco a poco empecé a colaborar con su cocina. Finalmente, un día se atreví con el
morsollo (una morcilla con sangre de esturión) y se la di a probar a Carlos Mateu quien me dijo que este era el camino y me di cuenta de que tenía que seguir por donde mis instintos me llevaban y di un cambio radical y empecé a trabajar en serio con el esturión".
Y así, en un minúsculo restaurante donde solo puede atender entre 10 y 12 comensales -por poco tiempo porque ha aceptado mudarse a Reserva del Higuerón para poder dar más cubiertos, 14, tener terraza en verano y adaptar la decoración a su cocina-, ha construido con su mujer, Susana Armirón, una meca del menú degustación donde el caviar, el esturión y las truchas ejercen de estrellas. Una propuestas insólita que ha calado, según el mismo reconoce "con un público muy especializado" y que el próximo año completará con las partes de otros pescados de río e ingredientes de sus riberas, línea en la que Gallegos –brasileño de origen- trabaja desde hace tiempo con prometedores resultados como las pilapias y con la intención de que sea un menú, 100 por 100 sostenible.
Gallegos que no se esperaba ganar porque decía que sus contrincantes eran muy buenos, luchó codo con codo con
Enrique Fleischmann y su cocina de producto local en
Bailara Restaurant,
Alejandro Platero y esas recetas que dan una vuelta de tuerca a la tradición en su Restaurante
Macell-lum, Rodrigo Vallejo con la cocina refinada contemporánea y creativa de
El Grand Cru que lidera,
Aurelio Morales que define su culinaria de
Suria como "libre" y
Alberto Ortíz de
Axol que en todos sus platos de base clásica evolucionada se maneja con conceptos estéticos divertidos.
El premio de Cocinero Revelación que otros años recayó en profesionales tan significados como
David Muñoz,
Ricard Camarena,
Rodrigo de la Calle y el pasado año en
Daniel Ochoa y Luis Moreno, por citar solo algunos, lo otorga la prensa gastronómica española mediante votación secreta. Fuentes de la organización han asegurado que este año una vez más la votación ha estado reñida y Fleishmann y Platero quedaron empatados en el segundo lugar.