Comer y beber en Jerez, la feria de moda

Muchos ya sabíamos lo que supone comer y beber en Jerez, porque conocemos sus restaurantes y bodegas, pero  que The New York Times incluyera la provincia de Cádiz en su célebre 52 Places to Go fue un espaldarazo. También que la plataforma VinePair situara al Marco de Jerez en el top 10 de destinos enoturísticos imprescindibles en 2019. La fiebre jerezana se ha extendido por el mundo. Si estás en la feria de Jerez, aprovecha para descubrir su gastronomía y sus bodegas.

Los vinos de Jerez han superado en los últimos años el estigma de ser el tesoro olvidado de la viticultura española para convertirse en vinos de culto entre los enómanos del mundo. Que ya no se conforman con probar los finos, manzanillas, olorosos, amontillados y demás fabulosos elixires del Marco en los wine bars de moda, sino también anhelan vivir la experiencia de descubrir con sus propios sentidos el lugar de origen de estas maravillas líquidas. Así, el boom del enoturismo también contribuye a poner en foco el territorio vinícola gaditano.

Jerez, la joya del Sur

Decía Pérez Galdós que si Dios no hubiera creado Jerez, su obra sería imperfecta. Los amantes del vino, aún aquellos que dudamos de la perfección de la bendita obra, sí estamos seguros de que, sin Jerez, este malogrado paraíso terrenal sería un lugar incluso más inhóspito, si cabe.

Pero no vamos aquí a continuar entonando loas a Jerez y sus vinos, como ya hemos hecho tantas veces, sino simplemente prestar un servicio práctico al lector, apuntando las pistas necesarias para disfrutar cabalmente de los encantos enogastronómicos del mágico triángulo que forman las ciudades de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. Después de todo, no hay mejor que manera que enamorarse del Marco de Jerez que recorriendo las callejuelas de sus barrios viejos, adentrándose en la silenciosa quietud de sus enormes bodegas, probando sus vinos y rematando la faena en una taberna o un restaurante vecino.

Dónde comer

Bar Juanito

Pescadería Vieja, 8-10. Jerez de la Frontera, Cádiz. Tel.: 627 45 69 89. Precio medio: 35€.

Desde 1943, el local fundado por Juan Rodríguez es la referencia obligada para el tapeo en Jerez de la Frontera. Entre sus 50 tapas, destacan, en temporada los alcauciles (alcachofas) de Trebujena.

Taberna der Guerrita

Rubiños, 43. Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Tel.: 856 131 335. Precio medio: 25€.

La actividad que desarrolla Armando Guerra en todos los frentes vinícolas del Marco ha incrementado la fama de la taberna que en 1978 fundó su padre, Manuel Guerra, El Guerrita. Antiguo empleado de la bodega Delgado Zuleta, don Manuel siempre cuidó que en su casa se beba bien, seleccionando las botas especiales (las «botas gordas») de manzanilla en rama, compleja como ninguna, que aquí se sirven. Y su mujer, Mercedes, se ocupa desde siempre de preparar una sabrosa cocina casera (¡impagables las tagarninas con huevo!).

Con el relevo generacional y el empuje de Armando, Er Guerrita amplió sus instalaciones en el año 2008 para incorporar una moderna sala de catas, una tienda de vinos y un pequeño comedor privado.

 

Mantúa

Plaza Aladro, 7. Jerez de la Frontera, Cádiz. Tel.: 856 65 27 39.  Precio medio: 130€

En un espacio sobrio y sereno, el cocinero jerezano Ismael Ramos prepara platos de raíz popular  en clave contemporánea, elaborados con productos de cercanía que ponen a su alcance los agricultores locales. Los vinos del Marco están presentes en la bodega, muy bien surtida, y en la cocina. Con ellos compone ricas salsa y aderezos. Abierto hace apenas dos años, ha supuesto un refuerzo importante en la hostelería jerezana. Llama la atención el impecable servicio de sala.

 

 

La Carboná

San Francisco de Paula, 2. Jerez de la Frontera, Cádiz. Telf.: 956 34 74 75. Precio medio: 70€

Este restaurante se fundó en 1994 por Javier Muñoz y Ana Soto como un asador de carnes. Ahora, ofrece una cocina innovadora influenciada por renombrados cocineros con los que se formó, Javier Muñoz Soto, el hijo de ambos que ahora esta al mando de las cocinas. En sus menús degustación dan importancia a los productos locales y ofrecen un maridaje con jereces especialmente destacable.

 

Lú, Cocina y Alma

Zaragoza, 2. Jerez de la Frontera, Cádiz. Tel.: 695 408 481. Precio medio: 150€ – 180€

En su coqueto restaurante en el centro de Jerez –presidido por una amplia cocina vista, situada en el corazón del comedor– Juanlu Fernández, ex jefe de cocina de Aponiente, seduce con una propuesta de raíz clásica, plena en matices y sutilezas: royal de galeras, crema de erizo y caviar, conejo a la Royale…

Casa Balbino

Plaza del Cabildo, 14. Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Tel.: 956 36 05 13. Precio medio: 35€.

En el centro de Sanlúcar, la antigua tienda de ultramarinos donde en 1924 entró a trabajar Balbino Izquierdo Aldea es hoy el templo supremo de las tortillas de camarones, amén de muchos otros bocados emblemáticos del tapeo sanluqueño, como las papas aliñás, las ortiguillas o los chocos fritos. Siempre se pone hasta la bandera.

Tortilla de Casa Balbino

Bespoke

Av. Bajamar, 36. El Puerto de Santa María, Cádiz, Tel.: 956 106 412. Precio medio: 30€.

Carmen Gutiérrez Pou es la responsable de este singular sherry-bar situado a escasos metros de la bodega de su familia, Gutiérrez Colosía. El local está decorado con gracia y espíritu canalla, desmarcándose del interiorismo preciosista para ofrecer una rica gama de vinos del Puerto y una cocina de sabor casero, en la que no faltan presentaciones audaces como la ensaladilla de plancton o el tataki de retinto con mahonesa de wasabi.

Aponiente

Francisco Cossi Ochoa, s/n. El Puerto de Santa María, Cádiz. Tel.: 606 22 58 59. Precio medio: 200€.

Ángel León tiene el mérito de haber entrado en el Olimpo de los grandes cocineros de España con sus propias armas… que en su caso son redes y anzuelos. Su molino marinero no está anclado en las marismas gaditanas, sino que navega libre descubriendo los tesoros oceánicos ignorados: bocados luminiscentes obtenidos de especies abisales, caparazones de crustáceos, plancton, embutidos de pescado… Un tsunami de talento para una experiencia fascinante que también puede probarse, en plan más informal, en La Taberna del Chef de Mar (Puerto Escondido, 6; El Puerto de Santa María), local primigenio de Aponiente. 

Bodegas para visitar

Osborne

Los Moros, 7. El Puerto de Santa María, Cádiz. Tel.: 956 869 100

La bodega más emblemática de El Puerto de Santa María, fundada en 1772, se conserva aún en manos de la familia Osborne. En la «catedral» de la calle Los Moros, donde se respira el paso de la historia, los más de 200 años que han transcurrido desde que Thomas Osborne Mann, natural de Exeter (Devon, Inglaterra) se asentó en Cádiz, a fines del siglo XVIII, para impulsar el negocio de su familia estableciendo una agencia exportadora de vino de Jerez. Aunque ya no produce vinos en estas instalaciones, aún conserva allí botas con vinos viejos y admite visitas, que se sorprenden al descubrir edificios con gran solera y jardines centenarios en la cuna del famoso Toro de Osborne.

González Byass

Manuel María González, 12. Jerez de la Frontera, Cádiz. Tel.: 956 357 000

La casa de Tío Pepe es un impresionante complejo enoturístico situado en pleno centro de Jerez de la Frontera. Uno de los motores más dinámicos del vino jerezano desde 1838, cuenta con un patrimonio único, que incluye la bodega La Concha –proyectada por Eiffel–, Los Apóstoles –con botas de más de 300 años–, tonelería, un fabuloso jardín –con la primera pista de tenis que existió en España– y un botellero de vinos del siglo XIX sin parangón. Es la bodega más visitada de España.

Lustau

Arcos, 53. Jerez de la Frontera, Cádiz. Tel.: 956 341 597

Fundada en 1886 por José Ruiz-Berdejo, esta bodega se ha especializado en los “vinos de almacenista”, elaborados por profesionales independientes y seleccionados y embotellados por Lustau. En 1940, Emilio Lustau Ortega, yerno del fundador, trasladó el almacén al barrio de Santiago, en el casco antiguo de Jerez de la Frontera, y a partir de 1950 dio una nueva dimensión al negocio exportando los vinos con su propia marca. Desde entonces, la trayectoria de Lustau ha ido siempre a más, aunque su expansión se intensificó a partir del año 1990, cuando la empresa fue adquirida por el Grupo Caballero.

Con el impulso financiero de sus nuevos propietarios, Lustau sumó a sus viñedos algunas de las fincas más privilegiadas de Jerez Superior, como Montegilillo, en el pago Carrascal, y Las Cruces, en Chipiona. Y en el año 2000 trasladó su sede a un magnífico complejo de seis bodegas solariegas del siglo XIX, que suman 20.000 metros cuadrados. Allí descansan actualmente las botas de los vinos que integran una de las gamas más amplias que pueden verse –y probarse– en Jerez, en la que no falta la línea de «vinos de almacenista»: finos, olorosos, amontillados y demás perlas líquidas que recuerdan el origen de esta bodega, hoy bandera del sherry en todo el mundo.

Bodegas Tradición

Cordobeses, 3. Jerez de la Frontera, Cádiz. Tel.: 956 168 628

Para vivir en propia piel la emoción de Jerez y comprender cabalmente el valor excepcional de sus vinos, nada mejor que adentrarse en sus bodegas. Una de las más fascinantes es Tradición, paradójicamente una de las más nuevas del marco: fue fundada en 1998, bajo la supervisión del enólogo José María Quirós, con la máxima ambición cualitativa. A la medida de la pasión de su fundador (ya fallecido), Joaquín Rivero, por el arte y los vinos viejos.

A pesar de su insólita «juventud», Bodegas Tradición no tardó en consolidar su prestigio entre los grandes conocedores de Jerez. No podía ser de otra manera, con un patrimonio de tal magnitud: una reserva de 1.200 botas de vinos excepcionales, amén de una pinacoteca de enorme valor –con obras de Goya, Velázquez, Zurbarán y otros notables artistas de los siglos XV al XIX–, procedente de la colección privada de la familia Rivero.

Bodegas Tradición (Jerez de la Frontera)

Barbadillo

Pl. del Castillo de Santiago. Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Tel.: 956 385 500

Al igual que otras grandes bodegas familiares del Marco de Jerez, las instalaciones de Barbadillo son un cúmulo de naves, patios y pasadizos, que integra hasta 16 edificios destinados a la crianza en el corazón de Sanlúcar. Además de una planta de vinificación, Gibalbín, donde se procesan las uvas que se vendimian en las 500 hectáreas de viñedo de la propiedad. Por todo ello puede decirse que Barbadillo es mucho más que una bodega. Es el auténtico paraíso de la manzanilla, su gran especialidad, y otros vinos fantásticos.

Federico Oldenburg

Periodista especializado en vinos y destilados, colaborador de numerosos medios internacionales y jurado de los más prestigiosos certámenes vinícolas.

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