Un brocheta de una parte de la gallina muy poco habitual, el famoso sashimi de pez globo (spoiler: bastante insípido) al que hasta los Simpson dedicaron un capítulo, el basashi o el calamar vivo que los japoneses cogen de una pecera como aquí hacemos con las langostas. Son solo algunas de las 9 cosas que se pueden comer en Japón, ahora que ya se puede viajar al país sin restricciones y que hemos probado para contarte la verdad sobre ellas. Desde luego Japón no es apto para todos los paladares, pero sí para todos los curiosos.
Es el esperma de pescado, normalmente de pez globo o de bacalao. Está considerado por los japoneses como un auténtico manjar. Lo probamos en el restaurante Esquisse (Tokyo) y su textura cremosa recuerda a la de los sesos y se puede comer crudo, ligeramente cocido o al vapor. También es muy habitual prepararlo en tempura en los restaurantes especializados.
El pez globo es conocido por ser tan venenoso que puede causar la muerte. Es por ello que solo restaurantes con una licencia especial pueden servirlo. El cocinero debe conocer los secretos de la limpieza de este pescado. Dejando a un lado el peligro, el sabor no es tan especial. Si bien el sashimi de fugu es delicado y con una carne firme, resulta bastante insípido. Tiene mucha más gracia cuando lo preparan frito, potenciando su sabor.
En la localidad pesquera de Yobuko se encuentran los calamares mas peculiares de Japón, aunque en toda la prefectura de Fukuoka hay restaurantes que sirven estos cefalópodos a la manera tradicional. El cliente selecciona, señalando el animal deseado, mientras nada en una pecera o piscina preparada para ello. Primero se corta el lomo en sashimi, y se sirve sobre el resto del animal, aún vivo, que cambia de color y se mueve ligeramente. Después se cocina el resto del cuerpo y los tentáculos, que se pueden elegir a la plancha o en tempura.
Es el nombre en japonés para una brocheta, yakitori, a la brasa, de «ovarios» y trompas de falopio de gallina. Es una pieza difícil de encontrar y solo los restaurantes más especializados la sirven. Muy valorada por los japoneses, el ovario se come de un solo bocado, en el que la yema, naranja y cremosa, explota en la boca. La trompa tiene una textura mas complicada, difícil de morder, pero complementa el conjunto con el sabor que le da la brasa.
La carne de ballena destaca por ser de un tono muy oscuro y tener una textura muy firme, algo dura. Se puede encontrar habitualmente en muchos restaurantes de sushi japoneses. Además de comerla cruda (en sashimi o en nigiri), se puede preparar en tempura, lo que facilita la mordida. El sabor es peculiar, quizás demasiado potente y no apto para todos los gustos.
En Japón la carne de caballo es muy apreciada, sobre todo en determinadas zonas. Es el caso de Kumamoto, donde hay restaurantes especializados en este tipo de carne, algunos de ellos recomendados en la prestigiosa Guía Michelín. Es algo más firme e insípida que la de ternera, pero igualmente roja y veteada. Hay muchas formas de comerla, aunque en sashimi es como mejor se aprecia su sabor. El basashi, como lo llaman los japoneses, se lamina finamente y se come en crudo, acompañado de jengibre, ajos fileteados, wasabi o salsa de soja.
Comer en Japón puede no ser fácil si no eres valiente. Para los menos atrevidos también se puede probar cocinada. Es muy típico comerla frita, a la plancha o en guisos tradicionales, como el sukiyaki.
Se trata de pollo crudo en sashimi. En Japón es muy habitual comerlo así o en tataki, ligeramente pasado por la plancha y rosado por dentro. A veces pueden servirlo simplemente braseado con un soplete. Se comen diferentes partes del pollo de esta manera, aunque la mas habitual es la pechuga. Es un plato muy apreciado en algunas prefecturas, como la de Miyazaki, que presume de unos pollos de gran calidad.
Muy apreciada por los japoneses, consiste en hervir leche de soja hasta conseguir una nata fina. Se suele consumir directamente con salsa de soja o acompañada de vegetales. Su preparación enfrente del cliente es todo un ritual en algunos restaurantes del país nipón. También se puede freír para cambiar su sabor y consistencia. Piel de soja es otro nombre por el que se conoce este producto.
Es un alimento tradicional japonés, que suele consumirse en el desayuno, y que consiste en semillas de soja fermentadas. La apariencia es la de pequeñas judías marrones pegajosas. Su textura “mocosa” y su fuerte olor a amoníaco lo hacen difícil de consumir para los paladares no acostumbrados. Entre los japoneses es muy apreciado por sus beneficios para la salud. Afirman que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y retrasa el envejecimiento de la piel.
*Fotos de Fernando Calero Gil
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