Quizá, la tabla de salvación de muchos restauradores es la posibilidad de la elaboración de comida a domicilio, pero ¿qué medidas debemos seguir para garantizar la seguridad al consumidor? Y consumidor ¿cómo recoger la comida sin que suponga un riesgo? Entre todos debemos colaborar para conseguir evitar los contagios. Estas son normas de seguridad alimentaria para evitar el COVID19, es decir, su contagio.
El virus no se contagia por los alimentos, pero si por el contacto. Como fabricante y distribuidor debemos ser más responsables que nadie para garantizar la seguridad alimentaria. Por supuesto, si se está enfermo, con síntomas, es imprescindible no ir a trabajar. Pero no sólo eso sino que, aún asintomáticos, es posible transmitir el virus así que debemos cumplir de forma muy estricta las buenas prácticas de manipulación que ya conocemos.
Además de las conocidas, se incorpora el respetar un metro mínimo como distancia de seguridad entre personas para evitar el contagio entre personas.
Entre las habituales ya conocidas como
Estamos frente a un virus respiratorio y no estomacal que permanece en materiales durante diferentes tiempos, eso significa que no sólo nos tememos que preocupar por los patógenos habituales, sino que, además, debemos tener en cuenta los envases y embalajes.
La EFSA no tiene a día de hoy, notificaciones de contagio a través de los alimentos, pero sí vamos a tener que contemplar el riesgo de transmisión por contacto.
El uso de mascarillas se amplía todo momento de manipulación, aunque el producto ya esté envasado.
El lavado de manos y superficies debe ser estricto y, por supuesto, el control de utensilios y zonas de manipulación.
Como se puede ver, las medidas contra el coronavirus son ampliar las mismas que teníamos ya, pero ampliadas al proceso de envasado.
No sólo los restauradores deben cumplir correctamente los requisitos de prevención, sino que, tanto el repartidor como el consumidor en su casa, debe ser consciente de cada movimiento. Aquí van algunas claves:
Para velar por la seguridad alimentaria, es imprescindible el compromiso de quien lleva el pedido de, si está enfermo, no acuda al puesto de trabajo. Y, del mismo modo que el fabricante, cumplir con el lavado de manos y no hablar o toser sobre el pedido. Mejor usar mascarilla.
Por otra parte, debería tener el menor contacto con las personas a las que les entrega el pedido, irá a muchas casas y cada una de ellas tendrá su circunstancia así que la práctica más segura será la de dejar el pedido en la puerta y retirarse.
No hay que olvidar que el dinero es un gran transmisor de virus así que es recomendable utilizarlo lo menos posible. Estos pedidos on line, deberían pagarse también on line y nunca con dinero al repartidor. Y, lo siento por ellos, pero no es apropiado en estos momentos, darles propina.
Si es necesario firmar algún documento, lo preferible es que lo dejarlo sobre el pedido y que utilicemos nuestro propio bolígrafo para firmar evitando tocar el soporte. Si no queda más remedio que firmar con un boli electrónico común, no pasa nada, si os veis más seguros, utilizad papel de cocina para cogerlo, pero tened en cuenta que existe un control posterior que evitará el riesgo: el lavado de manos.
Agradeceremos el esfuerzo al repartidor y, sin duda, le enviamos ánimos por estos días duros en los que él no puede estar en casa para servirnos a nosotros.
Aún sigue el pedido en nuestra puerta así que vamos a ver cómo garantizamos la seguridad alimentaria de la familia:
Uno de los requisitos más importantes es que no podemos tocarnos la cara en todo este proceso, debemos ser conscientes de ello. Los guantes no evitarán nada, así que no son necesarios. Es necesario hacer las cosas bien, pero no guantes. Dan una falsa sensación de seguridad que poco o nada ayuda a cumplir las buenas prácticas. Quienes utilizamos guantes en alimentación lo hacemos para no contagiar, no para que no nos contagien. No olvidéis esto.
Abriremos las bolsas, antes de tocar el producto del interior, nos lavamos las manos. Con las manos limpias con agua y jabón (no, tampoco hacen falta desinfectantes), sacamos y guardamos los alimentos.
Una vez realizado esto, recogemos las bolsas y las dejamos en la zona de reciclaje. No es momento de reutilizar, la práctica más segura es reciclar.
Al terminar, debemos volver a lavarnos las manos y las superficies donde han estado colocadas las bolsas. Con agua y lejía es suficiente.
A la hora de manipular posteriormente los alimentos, deberíamos seguir las buenas prácticas de manipulación de teníamos antes de que este virus nos trastocara la vida:
Con estas recomendaciones, hacer un pedido on line a domicilio será más seguro pero no lo olvidéis, hay gente que no puede salir de su casa bien por enfermedad o bien.
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