Joan, Josep y Jordi Roca nombrados embajadores de Buena Voluntad por la ONU

La ONU ha celebrado esta mañana la ceremonia de nombramiento de los hermanos Roca como Embajadores de Buena Voluntad en su sede de Nueva York. En colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el objetivo de los Roca será contribuir al segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible: ‘Hambre cero’, además de luchar por la erradicación de la pobreza y la garantía de acceso a los alimentos en todo el mundo.

El título de Embajador de Buena Voluntad ha estado, hasta ahora, reservado a personalidades del mundo de la música, el cine y el deporte, y a miembros de casas reales. Zinedine Zidane, Antonio Banderas, Iker Casillas, Maria Sharapova, Susan Sarandon o incluso algún periodista, como Sebastião Salgado, conforman la lista de Embajadores, pero nunca un cocinero había sido nombrado como tal.

Los hermanos, al frente de El Celler de Can Roca, de tres estrellas Michelin y nombrado dos veces como Mejor Restaurante del Mundo por la 50 Best Restaurant, promueven y aplican el uso de ingredientes locales, de producción sostenible. Joan, Josep y Jordi Roca aprovecharán su experiencia e influencia a nivel internacional junto a esta nueva mención para apoyar los programas de nutrición y la formación culinaria, para promover la seguridad alimentaria mejorada y para combatir la desnutrición. 'La cocina puede ser un motor de cambio social, la alimentación va más allá de su dimensión nutritiva y engloba todos los actores sociales responsables del bienestar: medioambiente, sociedad, economía y trabajo', apuntaba Jordi Roca en la ceremonia de nombramiento. 

 

¿Qué hace un Embajador de Buena Voluntad?

Los Embajadores de la ONU, en cualquiera de sus organizaciones, son personas que se comprometen con ésta y con la filosofía que defiende cada uno. Ofrecen su tiempo e influencia en transmitir el mensaje del desarrollo humano al mundo y luchan por conseguirlo. Viajan a los lugares donde la ONU trabaja en sus Objetivos de Desarrollo del Milenio y contribuyen para lograrlos. Joan Roca afirmaba al respecto: 'Como chefs, podemos trabajar con una nueva generación de socios que nos ayuden a transmitir estos mensajes y a difundir conocimientos que puedan ser útiles a otras comunidades. La defensa de los alimentos, la seguridad alimentaria y la lucha contra la desnutrición también son nuestra responsabilidad'.

 

Este es el discurso que los hermanos Roca han pronunciado ante la ONU en su nombremiento como embajadores de Buena Voluntad del PNUD

Nuestro acto es voluntario, nace de la voluntad de los tres
Nos ofrecemos libremente al servicio de Naciones Unidas
Nuestro compromiso es vocacional, como lo es también la formación
Venimos de una historia en familia desde un lugar humilde
Las memorias de nuestra infancia saben de inmigración, pobreza y discriminación
El bar de nuestros padres ha sido una lección de generosidad, hospitalidad y solidaridad.
Nuestra juventud emanaba olores de calderos, cazuelas y ollas humeantes de recetas tótem.
Allí vivimos la comida como algo esencial de nuestra vida.
La cocina siempre fue como el gobierno de la casa
La comida ha sido en nuestra vida, sustento, entretenimiento, diálogo, creatividad, emoción y memoria de nuestros antepasados.
Decía el famoso escritor gerundense Josep Pla “somos lo que comemos”
Con los años de experiencia y viajes nos hemos dado cuenta de que la forma en que las personas vivimos la comida, cómo cocinamos los alimentos y cómo mantenemos las tradiciones culinarias, tiene consecuencias directas en áreas fundamentales de la vida. Lo que comemos afecta a nuestra salud, afecta a nuestra economía y afecta a nuestro planeta.

Cuando descubrimos que Naciones Unidas iniciaba una nueva era en la cooperación al desarrollo con los nuevos Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), vimos claramente la gran oportunidad de ésta ambiciosa propuesta.
Entender la comida desde tres perspectivas del desarrollo sostenible-social, económico, ambiental- nos ayuda a entender muchos de los desafíos que hemos encontrado en nuestro viaje culinario por el mundo.

Esperamos que lo que hemos aprendido en nuestro viaje culinario pueda contribuir a la labor que viene realizando el Fondo ODS en materia de acceso a la alimentación, nutrición y creación de oportunidades de empleo ya en 21 países.

Vivimos el momento más extraordinario de la cocina.
Representa países, identidades, culturas, promoción, expansión, muestra de territorio.
Es una oportunidad que desde nuestra faceta de cocineros debemos aprovechar: Adoptar desde la cocina un código ético responsable y retornar a la sociedad lo que la sociedad nos da.
La cocina tiene claro éste cometido de cocinar con consciencia.
Sabemos que el papel que nos toca vivir en la cocina es capcioso.
El colectivo de cocineros lo está llevando con gran honestidad.
Se expande el horizonte ético de la gastronomía
desde el punto focal de la luz del reconocimiento,
hacia el punto fecal de la hambruna y las necesidades más básicas

En ésta aventura solidaria que iniciamos con Naciones Unidas,
nos sentimos embajadores también de todos los cocineros.

Estamos orgullosos de ser nombrados como los primeros embajadores de Buena voluntad de PNUD ; nombrados tras el inicio de la nueva agenda 2030 de desarrollo sostenible.

Lucharemos, cocinando con el alma, guiados por el corazón y apoyados en el ingenio para guiar el trabajo hacia la erradicación del hambre, del desempleo, la desigualdad y el cambio climático.

Convencidos de poner nuestra atención, porque allí donde está nuestra atención , está nuestra vida;
Focalizaremos la atención en los proyectos, allí también estará nuestra vida.
Aportaremos creatividad, compromiso, honestidad, responsabilidad, sinceridad, respeto, compañerismo, tolerancia, aprendizaje, superación y solidaridad.
Sabemos que la mejor inversión hoy en día es cuidar.
Y aprenderemos a disfrutar de la presión y el compromiso adquirido.
Viviremos la presión del nombramiento como una oportunidad.
Asumimos el reto con ética y autenticidad.

Debemos realzar los valores y principios auténticos para un futuro sostenible. Darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más.
Caminamos hacia un mundo post materialista, despertando el interés por bienes intangibles.
Nuestra economía insostenible genera desigualdades sociales y cambio climático
Como decía Daniel Golemann, pronto pasaremos
del “cuanto más barato mejor” del siglo XX
a valores más propios de una sociedad despierta:
“cuanto más sostenible mejor”,
“cuanto más sano mejor”,
“cuanto más humano mejor”.

Una inteligencia emo-ecológica. La inteligencia!

Hoy nos afecta lo que sucede en lugares lejanos y nuestras acciones también tienen repercusiones globales. Ahí no escatimaremos esfuerzos para expandir el Horizonte ético que nos marcamos.
Queremos ser activos y promotores del cambio de rumbo que necesita nuestra Sociedad:
La investigación culinaria al Servicio de la pobreza
La razón al servicio de la intuición
Aquello calculable por lo creativo
El poder al Servicio del amor
El tener al Servicio del ser

Nos preocupa mucho la pérdida de biodiversidad alimentaria en el mundo.
El abandono de cultivos autóctonos y el olvido de tradiciones culinarias porque generan pobreza y exclusión.
En 1996, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dentro de la llamada Conferencias de Leipzig sobre Recursos Fitogenéticos, identificó la introducción de nuevas variedades de cultivo como la causa más importante de ésa pérdida masiva de diversidad de especies y semillas nativas. Pero la diversidad se ve sometida al ataque no sólo de los monocultivos, sino también de los monopolios.
La agricultura industrial promueve el uso de monocultivos por su necesidad de mantener un control centralizado sobre la producción y la distribución de los alimentos. Así es como los monocultivos y los monopolios empresariales se refuerzan mutuamente de manera codiciosa y peligrosa para el equilibrio sostenible.
Nosotros desde la cocina de la diversidad, defenderemos la conservación de semillas antiguas y lucharemos para que los monopolios sobre las semillas y los sistemas de alimentos industrializados no proliferen inmunemente.
Quizás sea una quimera, pero no nos arrebatarán éste sueño.
La industria alimentaria, desde su producción a la distribución, consumo y conservación, no debe ser una amenaza a la sostenibilidad, sino una fuente de desarrollo sostenible.
En los últimos cincuenta años, no se ha hecho bien la manera de .producir, procesar y distribuir los alimentos:

– La mecanización de la agricultura
– Creciente dependencia de las aportaciones externas: fertilizantes, pesticidas, plásticos, energía sintética. La naturaleza no conoce el concepto de residuo, solo los humanos somos capaces de producir cosas que nadie quiere.
– Aumento enorme de comida altamente procesada y empaquetada
– Globalización de la industria alimentaria
– Liderazgo de ventas de los supermercados en detrimento de las tiendas y mercados

 

La agricultura representa la principal fuente de empleo en gran parte del mundo.
Existen técnicas tradicionales de conservación de comida ( accesibles, económicas, simples) que pueden reducir sustancialmente el desperdicio de alimentos. Aportaremos nuestra experiencia y la de nuestro equipo en ése desafío.

El mundo de la cocina, es hoy un mundo que seduce.
Intentaremos acercar ésta visión de imagen valorada para atraer a los más jóvenes.
Si se sienten atraídos por la comida, conocerán los alimentos de su entorno y aprenderán a cocinarlos.

En los próximos años queremos aportar nuestro grano de arena junto a Naciones Unidas y sus socios a través de:
Programas de capacitación culinaria. Estableciendo una red de centros de formación destinados a inyectar dinamismo, inclusión y sostenibilidad en la industria alimentaria.
Participando en iniciativas de promoción de concienciación ambiental, reduciendo los residuos de cultivos e intentando mejorar las condiciones de mercado para agricultores y pequeñas empresas agrícolas.
Y sobre todo aprendiendo, escuchando y compartiendo prácticas sostenibles en todo el mundo, reivindicando la Democracia de la Tierra que frente a un mundo de codicia, desigualdad y consumo excesivo, globaliza la compasión, la justicia y la sostenibilidad.

Queremos conocer a los jóvenes de Vanautu y Fiji que están encontrando en la agricultura orgánica una fuente de empleo y de seguridad alimentaria, en estos estados insulares del Pacífico donde la mayor parte de la comida es importada, y excesivamente cara.
Queremos compartir experiencias con los productores agrícolas de África para mejorar la conservación alimentaria y promover sus tradiciones culinarias.
Queremos descubrir cómo los granos andinos en el Cauca, una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Colombia, se convierte en motores del crecimiento económico y la paz.
Queremos trabajar con el sistema educativo de Sri Lanka que está poniendo en marcha un programa para mejorar la educación en materia de alimentación en todo el país, para que todos los jóvenes sepan cómo cocinar productos sanos.

Sabremos encontrar tiempo
Dedicarnos a los otros
Pensar en los otros

Reconducir vidas, discretamente
Despertaremos sinergias en mercados poco rentables de países olvidados
Intentaremos que la incertidumbre respire calma.
Seremos ayuda para cambiar el rumbo de los problemas alimentarios
Queremos contagiar coraje y optimismo, provocar ternura y bienestar.
No lo haremos solos.
Lo haremos con el apoyo de nuestra familia
y con el compromiso de nuestro equipo maravilloso de El Celler de Can Roca

Todo lo que realizaremos será también una fuente de dar sentido al éxito de nuestro restaurante.

El mandato de los ODS ( Objetivo de Desarrollo Sostenible) es claro.
No podemos dejar a nadie sin acceso a la comida.
A comida sana, nutritiva y que contribuya a crear prosperidad.
Tenemos que conseguir una cadena alimentaria ambientalmente sostenible, socialmente justa y económicamente inclusiva que garantice acceso a alimentación para todas las personas.
Ayudaremos a luchar por los derechos de la gente necesitada
Defenderemos la verdadera democracia ecológica y de la justicia ambiental.
El objetivo para los próximos 30 años debe estar en construir y cocinar para una sociedad más igualitaria. Dice la activista eco feminista Vandana Shiva de las semillas que
salvarlas es nuestro deber, compartirlas, nuestra cultura.
A partir de hoy sembraremos en nosotros semillas de responsabilidad,
de consciencia ecológica y de compromiso con la igualdad y los objetivos de Desarrollo Sostenible, sabiendo que la mejor medicina son los alimentos y que el derecho a comer es el derecho a la vida.

 

Joan, Josep  y Jordi Roca

 

 

Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

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