No más aceiteras rellenables

Después de varios meses de incertidumbre, se ha aprobado la nueva Ley sobre el servicio de aceites en hostelería, que entrará en vigor el próximo enero.

Para los que no hayan seguido el tema, apuntar que desde noviembre de 2012, varios países de la Unión Europea (Italia, España, Grecia y Portugal) plantearon que se estableciera una norma a nivel europeo para suprimir las aceiteras rellenables en bares y restaurantes, intentando dar valor  a la calidad y a la información sobre el aceite de oliva que se ofrece en los establecimientosde hostelería. La Unión Europea, sobre todo a través de los países del norte de Europa, presionó para que se retirara esta petición y dejó la puerta abierta para que cada país regulara al respecto. Curiosa la posición por ejemplo de Inglaterra, contraria a la norma, teniendo a su chef más mediático e internacional Jamie Oliver, como apasionado de las virtudes del aceite de oliva.

España dio un paso al frente y, a partir de enero de 2014, desaparecerán las aceiteras rellenables y sólo se podrá servir aceite de oliva en recipientes de un solo uso o en botellas con sistema no rellenable. La ley establece un margen para poder utilizar los aceites ya comprados hasta el 28 de febrero de 2014.

Esta ley supone un espaldarazo al buen uso del aciete de oliva y una mejora sustancial en la información que el usuario recibe, ya que las características del aceite que se está consumiento estarán en la etiqueta del envase.

Estas son algunas de las ventajas de la la nueva ley:

1.- Aparece como una medida fundamental para empezar a crear una cultura del aceite de oliva, igual que se está estableciendo (o se ha establecido) una cultura del vino.

2.- Ayudará a difundir el conocimiento sobre el aceite, que a su vez permitirá al consumidor conocer qué productores, envasadores o distribuidores hacen las cosas bien.

3.- Además, siendo España el primer productor mundial de aceite y con las calidades que hay en el mercado, el turista que viene a España busca también un producto de calidad, como puede buscar un buen jamón, buenos quesos o grandes vinos. El oleícola es un sector que debe ir ligado al turismo. Todo un mundo para innovar y emprender.

4.-  Mejorará la higiene. Dentro de los objetos cotidianos con más gérmenes están los mandos a distancia de las televisiones, teclados y ratones de ordenadores, el dinero y los cajeros automáticos y, en hostelería, las aceiteras y las cartas de los restaurantes.

Por otro lado existen razones medioambientales y económicas para objetar la ley:

1.- Objeción al uso de envases monodosis porque crearán gran cantidad de residuos. Pero, ¿por qué tienen que ser envases monodosis? La Ley lo que indica es que será “obligatorio utilizar recipientes con un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización, y con un sistema de protección que impida su reutilización una vez agotado el contenido original”. Es decir se exige el uso de botellas no rellenables, no de monodosis. La Ley indica que los formatos de presentación serán de 250ml, 500ml o 750ml. Es decir, botellas que una vez se terminan, se reciclan igual que la botella de vino o la de cualquier ginebra, ron o licor. ¿De dónde viene esa obsesión por los envases monodosis y su retirada? Seguirán existiendo como hasta ahora, pero nos seguiremos peleando con ellos en los trenes, aviones, hospitales, etc., no en los bares o restaurantes. Además, si vemos el diseño que se está dando a este tipo de envases, se puede dar un toque distinto a un establecimiento si presentas bien el aceite. El convoy de aceite-vinagre se convertirá en un elemento diferenciador del establecimiento.

2.- Impacto económico que va a tener esta ley. Se vaticina que encarecerá el servicio de aceite. Esta es una opinión muy personal, pero prefiero pagar 10 céntimos más por una tostada con un aceite bueno o aliñar una ensalada con un aceite de calidad, que lo que pago ahora por auténtica “agua-chirri” que me sirven como aceite. Es más, estaría dispuesto a pagar incluso algo más si las opciones aumentan. Es decir, sería espectacular poder ir a un bar por la mañana y poder elegir entre varios tipos de aceite. Y en estas opciones son pioneros en Alicante la gente de Grupo Gourmet con Olive to Live, sobre todo la persona que me hizo ver por primera vez la importancia de este tema, que fue Raquel Perramón, abanderada de la campaña en la que su madre, María José San Román, es imagen.

He leído varios comentarios hablando de que las aceiteras no rellenables son una milonga tratándose de España. Que para algo existe la picaresca española y que a alguien se le ocurrirá cómo rellenarlas. Ni es lo normal, ni debemos consentir que lo sea.

En definitiva, no creo que la ley vaya a ser la panacea, pero será una medida que ayudará y despertará el interés del consumidor cuando le sirvan aceite. Tengo claro que no será un problema medioambiental ni va a suponer una subida de precios. al contrario puede suponer una oportunidad diferencial para los locales que lo sepan gestionar. 

Podéis consultar el artículo completo y otros reflexiones en mi blog

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Felix

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