Viñedos, uvas, sarmientos, racimos, barricas, botellas, cavas, bodegas… toda la iconografía del vino concentrada para disfrutar de ella desde el amanecer hasta la noche. Alojarse en uno de los hoteles del vino es la mejor forma de iniciarse en el enoturismo en España. Descubrir los viñedos, recuperar su historia, aprender cómo se elabora cada una de las botellas. También reencontrarse con el paisaje y sus gentes. Septiembre y octubre son los meses ideales para realizar una escapada que integra gastronomía, cultura, arte, historia… Y de paso mimarse con los productos de belleza naturales que se obtienen del viñedo. No todo va a ser beber y brindar. Esta es una mini guía de algunos de los mejores hoteles del vino de España, para dormir entre viñedos.
Abadía Retuerta LeDomaine
Donde antes dormían los monjes ahora lo hacen los turistas. En 1146 se fundó la Abadía de Santa María de Retuerta, un monasterio del siglo XII, perteneciente a la Orden Premonstratense que en 1931 fue declarado por la UNESCO Bien de Interés Cultural, que tiene a sus espaldas más de ocho siglos de tradición vitivinícola documentada por parte de los monjes fundadores de la abadía.
Hace unos años la bodega Abadía Retuerta lo convirtió en LeDomaine. Un exclusivo hotel de 27 habitaciones y 3 suites, que se sustenta sobre tres pilares: la gastronomía, con varios espacios en los que disfrutar de las propuestas del cocinero Marc Segarra entre los que se encuentra Refectorio (1 estrella Michelin); la enología y la excelencia en términos de lujo.
Las actividades de las que pueden disfrutar los huéspedes relacionan el vino con la gastronomía y el bienestar. Se puede optar por un paquete de bienestar y belleza que incluye tratamientos y masajes con productos derivados del viñedo o por la inmersión enológica (240 €/pax): en cuatro horas te explican de manera personalizada cómo se elabora uno de los vinos míticos de España: Abadía Retuerta. Durante la actividad se recorre el monasterio, los alrededores de la finca en un vehículo todoterreno y la bodega. Se termina con un aperitivo y una cata dirigida de la gama completa de los vinos de Abadía Retuerta. Las actividades gastronómicas incluyen además de cenas o almuerzos en los restaurantes del hotel, un picnic entre los viñedos que resulta de lo más apetecible ¡En la cesta no faltan sus vinos!
Cava & Hotel Mastinell
Sí, parece un botellero gigante pero no lo es. Es un singular hotel el corazón de la comarca del Penedés, pionera en el desarrollo de la industria vinícola en Cataluña. El edificio se construyó emulando la forma sinuosa de las botellas de cava en un estante de enredos y con el objetivo de que fuera un edificio bajo, para minimizar el impacto visual en el área circundante. Siguiendo la misma línea de filosofía medioambiental, que inspira toda la construcción, cuenta con paneles solares, tanques de recolección de agua de lluvia, ventilación cruzada, calentador de agua de biomasa, iluminación y decoración LED y un mobiliario certificado con bajo impacto ambiental. Es el hotel perfecto para quienes están comprometidos con el respeto del medio ambiente.
En Mastinell todo está inspirado en las bodegas, desde la arquitectura a las actividades que incluyen vistas a los viñedos y a las bodegas que se encuentran en los alrededores. El restaurante En Rima ofrece al cliente la experiencia de la cocina slow food con productos de km 0 armonizados con los vinos y cavas Mastinell y D.O.Penedés.
El hotel organiza para los huéspedes actividades relacionadas con las experiencias vinícolas. Algunas de las más populares son las sesiones y tratamientos con vinoterapia y cavaterapia en el spa del hotel; las visitas guiadas por la bodega seguidas de catas de vino y cava; y, los recorridos por el viñedo a pie, a caballo, en bicicleta o en globo aerostático. También ofrecen la oportunidad de convertirse en viticultor por un día, cosechando y triturando las uvas a la manera tradicional, pisándolas ¡toda una experiencia para los más atrevidos!
Finca de los Arandinos
El hotel bodega Finca de los Arandinos es un proyecto enoturístico que integra bodega, hotel, restaurante y spa. El edificio fue concebido por el arquitecto Javier Arizcuren y los interiores son obra del fallecido diseñador David Delfín.
Cuenta con 14 habitaciones elegantes y modernas que no descuidan la funcionalidad y el confort. Integrada en el mismo edificio está la bodega. Líneas sencillas y una cuidada y moderna arquitectura son sus características principales. Allí elaboran su propio vino con uvas que proceden de los viñedos familiares.
La estancia enogastronómica, es una de sus actividades más llamativas. Incluye comida y cena gastronómicas con maridaje de vinos; visita guiada por la bodega y cata, dos horas de spa y dos noches de alojamiento (desde 240€/pax). Quien disponga de una presupuesto más ajustado puede apuntarse a la experiencia “low cost” (desde 80€/pax) que incluye dos noches de hotel, una cena en el restaurante Tierra, y precios especiales en el spa y en la compra de vino.
Pago de Cirsus
Pago de Cirsus está rodeado de viñedos y olivos. Un torreón de piedra levantado en homenaje al Olite medieval, En el interior 12 exclusivas habitaciones que toman el nombre de los vinos que se elaboran en la bodega. Desde ella, situada en lo más alto de la finca, se contemplan todos los viñedos: un hermoso espectáculo.
Te alojes en el hotel o no, tienes la posibilidad de hacer una visita guiada por la bodega para conocer todo lo que entraña la historia de estos míticos viñedos navarros. Descubrir los alrededores medievales es otra interesante actividad para los huéspedes.
Pago del Vicario
En la ribera del río Guadiana, entre el Parque Nacional de Cabañeros y el de las Tablas de Daimiel, este complejo enoturístico manchego es una pequeña joya. A 9 kilómetros de Ciudad Real engloba hotel, restaurante, bodega y viñedo. Un planteamiento arquitectónico contemporáneo que se aleja de la tradición regional. La bodega, con forma de catalejo, se funde sobre el paisaje de los montes de Toledo y la orografía ondulada de un viñedo de 130 hectáreas que rodean las 23 habitaciones, amplias, modernas y con grandes ventanales.
Los huéspedes además de las actividades propias del enoturismo (catas, visita a la bodega, etc), tienen la posibilidad de practicar senderismo y ciclismo de montaña en los parajes naturales que circundan el hotel.
Hotel Palacio Tondón
El pequeño pueblo riojano de Briñas acoge un hotel en el que la historia y la innovación se unen para crear la experiencia enológica perfecta. Se trata de un edificio del siglo XVI, que se ha recuperado y ampliado de acuerdo a criterios contemporáneos y empleando materiales sostenibles. Desde las habitaciones (algunas espectaculares) y el comedor se disfruta de una magníficas vistas a los viñedos del Tondón, de donde toma su nombre, y en los que nacen las uvas con que se elabora el mítico vino riojano Viña Tondonia. Disfrutar de una copa de vino en la terraza observando el paisaje durante la puesta de sol es una maravilla.
La gastronomía, parte fundamental de sus servicios, se centra en la cocina actual elaborada con productos provenientes de productores de la zona. El restaurante está abierto al público, no hace falta alojarse en el hotel para reservar una mesa. Otro de sus puntos fuertes son las actividades relacionadas con la enología: visitas a bodegas, catas en la vinoteca del hotel, vuelo en globo sobre los viñedos o paseos en quad, tratamientos de vinoterapia y visitas culturales.
Perelada Wine Spa and Golf
Bajo el cielo de L’Empordà este resort está enfocado al bienestar a través del enoturismo, pero sin olvidar la gastronomía ni el golf, los otros dos pilares sobre los que se sustenta. Sus 64 habitaciones tienen un único objetivo: trasladar a los huépsedes al origen del descanso. Tranquildad, deporte, buenos alimentos y mejores vinos en un entorno idílico.
Su “wine spa” recupera el legado ancestral de la vinoterapia a través de una línea de productos propia y rituales de belleza diseñados exclusivamente para el hotel. Una búsqueda del bienestar que conjuga el cuidado del cuerpo, la mente y el alma a través de las propiedades que ofrece el vino. Tratamientos de belleza faciales, basados en la envoltura corporal; peelings con semillas de uvas o masajes antiestrés hechos con aceite de pepita de uva. Además, cuentan con una línea propia de cosmética basada en el poder antioxidante, hidratante y regenerador del vino, etc. Ofrece un amplio abanico de experiencias que combinan al gusto del cliente gastronomía, vinoterapia y golf.
Marqués de Riscal
El imponente edificio diseñado por el arquitecto Frank Gehry emerge entre los viñedos como un sueño. Un moderno castillo de titanio cuyos colores simulan los del vino. Un juego de luces y formas que ha dado la vuelta al mundo en miles de postales y que ha dado una segunda juventud a la localidad medieval de Elciego. La apuesta de la bodega Marqués de Riscal fue un éxito rotundo.
Ubicado en el centro de un viñedo histórico, los vinos Marqués de Riscal se remontan a 1858, el hotel cuenta con todo lo necesario para disfrutar de de una excelente experiencia gastroenológica, ya que en el interior del hotel se encuentran dos restaurantes gastronómicos cuya dirección está a cargo de Francis Paniego. Allí, el cocinero fusiona la cocina de tradición familiar con recetas futuristas, acordes con el escenario, preparadas con producto local. Como colofón una visita al Spa Vinotherapie® Caudalie para conocer las propiedades que puede ofrecer la uva en cada uno de sus tratamientos de belleza. Por su puesto, no faltan la visita a la bodega, catas etc.
Valbusenda, Hotel Bodega & Spa
Ubicado en plena Denominación de Origen Toro, este complejo enoturístico formado por una bodega, un hotel-spa, un jardín ampelográfico y un viñedo de formación dedicado en exclusiva al estudio de los diferentes sistemas de plantación, abrió sus puertas en 2003. La bodega cuenta con una superficie de 6.000 metros cuadrado y está diseñada con una imagen moderna y vanguardista que da la sensación de ser un espejo enclavado en la montaña. Está ubicado en un entorno singular, rodeado de viñedos y de la fértil vega del río Duero.
Dentro de las actividades que ofertan, además de la clásica visita a las bodegas con su posterior cata, disponen de un circuito de hidroterapia y tratamientos de vinoterapia. Si tienes hijos pequeños, se ocuparán a través de un taller de enseñarles a descubrir la cultura vitivinícola desde una óptica educativa.
Viña Mein
Uno de los pioneros del enoturismo, empezó su historia en 1988 a la riviera del río Avia. Cuenta con 6 habitaciones con vistas a sus viñedos, y a las montañas que se sitúan tras ellos. Desde el Casal, como ellos le llaman, sólo se vislumbra el paisaje verde, húmedo y frondoso del lugar aunque en sus alrededores se puede visitar la aldea de San Clodio, en el que se encuentra un Monasterio del siglo XVIII y el pueblo de Leiro.
La finca de Meín figura en los libros de historia de Galicia como uno de los primeros asentamientos de población. Además de estar ligado, desde los siglos XI y XX, al origen de la viticultura en la comarca del Ribeiro. De su bodega, aunque es sencilla, salen vinos cuyo principal mercado es Galicia y un 10-15% de su producción se exporta a Europa y Estados Unidos.
Barcelona vuelve a ser la vibrante ciudad de aperturas y opciones gastronómicas infinitas. Aquí te…
Noor celebra su primer año con la tercera estrella MICHELIN, ofreciendo un menú inspirado en…
El I Congreso Internacional de Gastronomía Cinegética, celebrado Almagro, deja sobre la mesa interesantes iniciativas…
David Solana se ha proclamado vencedor del Campeonato Mejor Pan de Madrid 2024 que convoca…
La pastelera Noelia Tomoshige nos guía a través de locales increíbles y nos descubre dulces…
Después de la catástrofe, de la rabia y el dolor ha llegado el momento de…