Queriéndolo o no, Enrique Coo (Pescadero) y Miguel Silvaredonda (Cocinero) han desarrollado en la localidad coruñesa de Corcubión un modelo de negocio novedoso en Galicia, en el que la carta del restaurante es el mostrador de la pescadería. Todo cuanto allí se expone está a la venta y se cocina.
Se trata de una pescadería con un comedor anexo en el que el público puede probar la mercancía que elige y compra en el mostrador. Al precio de venta del pescado se añaden 1,50 euros por cada ración de 250 gr que se cocina. Es decir una lubina de 1,5 kilos costaría los 30 euros de la lubina (por ejejmplo) más 9 euros por cocinarla. En total 39 euros servida en la mesa. El local ofrece además algunas especialidades como la empanada y una carta cortita de vinos y bebidas, pero los clientes pueden llevar su propio vino; por el servicio de cobra el descorche.
La dinámica es la siguiente, el cliente elige el pescado y el marisco en el mostrador, como si estuviera en la pescadería. Se lo tarifan a precio de mercado. Después escoge cómo quiere que se lo cocinen: plancha o caldereta. Solo dos opciones para simplificar. Sube al comedor y espera a que se lo sirvan.
“Yo quería hacer un modelo de negocio aún más simple –explica Silvaredonda- Casi un auto servicio, en el que los clientes recogían el pescado una vez cocinado. Pero al final el público que está dispuesto a pagar esta calidad de pescado quiere un buen servicio y no le importa pagarlo, así que reconvertí el modelo para que hubiera atención en la sala”.
“Lo nuestro es auténtica cocina de mercado – dice Enrique Coo-. Yo negocio con pescadores de aquí y de otras lonjas de esta costa para abastecer mis pescaderías, a Mar Viva traemos piezas escogidas, todo producto nacional. El público lo ha entendido muy bien y en verano hemos trabajado muchísimo. A ver ahora como se da el invierno que en esta costa de Finisterra es muy duro”.
“Solo cobramos un plus por cocinar las piezas, lo justo para poder pagar un sueldo a quien está en cocina. Ofrecemos servicio de bar, pero también se puede traer vino –explica Miguel Silvaredonda. El negocio está en la pescadería, el restaurante es un complemento, una forma de fidelizar al público, de que puedan comprobar la calidad del pescado que ofrecemos”
Mar Viva ocupa una casa histórica en el centro de Corcubión, con vistas al puerto, que ha sido muy bien rehabilitada gracias a fondos europeos. Un local amplio y luminoso, con detalles marineros y un mostrador de pescadería del que todo el que pasa quiere sacar fotos. Enrique posa feliz con sus centollas, palometas rojas y lubinas. Un verdadero espectáculo.
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