Sí, ya están aquí. Hace dos días te paseabas por la playa al solecito de agosto y ahora todos tus compromisos huelen a fiesta. Te proponemos los mejores quesos para comer esta Navidad. En las cenas y comidas de empresa, con amigos. También en la mesa familiar, resuelto el dilema de si se celebra en casa de tu madre o de tu suegra.
Busca en el armario de tu vajilla un plato o bandeja donde los quesos luzcan y puedan ser presentados como se merecen. Sí, puede ser esa pieza heredada que nunca sueles utilizar, aunque también puedes escoger una pizarra, una tabla de madera u otro material más actual, como el metacrilato. Lo importante es que tenga personalidad. Utiliza fruta de temporada, frutos secos o diferentes panes artesanos para acompañar tu tabla. Seguro que será un triunfo en tu mesa. Grandes y pequeños quedarán encantados.
Aquí van algunos de los mejores quesos para que puedas elegir e incorporarlos en tus menús navideños. Sólo tienes que tener en cuenta acabar siempre tu tabla, por intensidad, con un queso azul o una torta.
Los franceses lo llaman el “Rey de los quesos”. Eso sí, no lo confundas con un Camembert, una de las diferencias es su zona de producción. El Brie se elabora con el formato de una pieza de tres kilos, por lo que sólo hace falta que te lleves una cuña. Queso semiblando de sabor suave. Cuando está fresco es una muy buena manera de comenzar una tabla. Si quieres dar un toque más festivo, puedes encontrarlo en versiones trufado. Aunque particularmente prefiero el queso por un lado y la trufa por otro, aunque en el plato se junten.
Una de las últimos productos de esta quesería de la sierra de Madrid. Leche de cabra con fermentos de Kéfir y corteza natural con ceniza. Notas lácticas y ácidas abrirán tus papilas gustativas. El uso de fermentos propios a partir del hongo Kéfir hace que tenga cualidades prebióticas. Un queso que sorprende y gusta a todos los paladares. Ahí es nada. Medalla de plata en su categoría en los WCA 2019
Otro de mis imprescindibles. Puede presentar más de ochenta y tres sabores distintos dependiendo de la maduración. Entre 24 y 30 meses de maduración son perfectos para mayores y niños. Los toques a mantequilla derretida, caramelo y avellana lo hacen adictivo. Leche de vaca y pasta semidura. Los franceses lo adoran (y yo también).
Celebran el veinticinco aniversario de la DO y se lo merecen. Menos conocido que el Manchego, este queso de leche churra o castellana debe estar en nuestra mesa. A partir de seis meses notaremos mucho más los matices a los que nuestro paladar está acostumbrado por cultura. Notas de leche de oveja limpia, ligeramente ácido y con toques de frutos secos. Ligero picor y persistencia en boca que hará que repitas. Ojo, aunque la dos denominaciones comparten formato, no todo queso redondo es Manchego. Esta elaboración es típica española para los quesos de oveja.
Es el queso seña de identidad del País Vasco y Navarra. Elaborado con leche de ovejas latxa y carranza, (autóctonas) y una curación mínima de dos meses. Sabor intenso y equilibrado, ligeramente picante. También puedes decantarte por uno ahumado, donde se añade ese toque a humo característico y que debería ser muy sutil. Siempre salen ganadores de todos los concursos.
El único pasta cocida de nuestro país se elabora en Arzúa (A Coruña). Leche de vaca en pastoreo y fermentos propios hacen que este queso guste a todos los paladares. Ya lo puedes poner en lascas, en trozos o como lo hayas querido partir. Notas de nueces, caramelo y fruta (plátano, manzana, piña..). También puedes decir que es el mejor queso de España 2019 en su categoría y tres medallas en los WCA. Dale importancia a tu tabla de quesos!
Los ingleses lo llaman “El Rey de los Quesos”. Cada país tira para lo suyo, ya ves. Elaborado con leche de vaca hay dos versiones: azul y blanco ( aunque este último este es más difícil de encontrar.) Para amantes del queso azul con carácter este es su queso. Déjalo un poco antes fuera de la nevera y su textura cremosa hará que lo comas directamente con cuchara. Ah, y no la sueltes que la volverás a utilizar.
Otro azul queso azul de oveja que despistará a tu familia. De pasta cremosa y húmeda, está madurado durante seis meses: los últimos tres en vino dulce de Sicilia (Passito). Se elabora en la zona del Veneto italiano. Se corta en forma de media luna y se cubre de pasas chilenas. Si esperas encontrar las notas de un azul convencional olvídate. Disfruta del sabor afrutado, dulce y con alguna nota picante muy elegante. Sigues tendiendo la cuchara en la mano, ¿verdad?
Desde Oliva de la Frontera (Badajoz) Rufino compra quesos de cabra para afinarlos como a ellos le gusta. Acostumbrados a la torta de oveja, esta destaca por los matices y su pasta prácticamente líquida , untable. Las mejores son las que se elaboran en otoño, cuando las cabras han incluido en su dieta bellotas. De carácter fuerte en nariz sorprende en boca por la sutileza y equilibrio. Acompáñalo con pan tostado y nuestra famosa cuchara.
Crianza en dehesas y curación artesanal son la seña de identidad de este producto inigualable.
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