M.I.GA. nace en un contexto en el que el feminismo planta bandera en diversos ámbitos. La idea parte de un grupo de 20 periodistas especializadas que este año comenzaron a reunirse para diseñar un espacio que diera respuesta a las situaciones de inequidad de género y escasa visibilidad del trabajo de las mujeres en gastronomía.
El proyecto es ambicioso y parte una plataforma desde la cual sumar a cocineras, productoras, agrónomas, artesanas, antropólogas de la alimentación, abogadas especialistas en alimentación, baristas, bartenders, nutricionistas, enólogas, diseñadoras, investigadoras, camareras, fotógrafas, food stylist, ilustradoras ligadas al mundo culinario. Un espectro enorme y complejo. Sin embargo, el desafío no las asusta.
“Comenzamos contando historias de mujeres en nuestras redes sociales. Pero ya estamos construyendo un proyecto al que nos imaginamos inclusivo, federal, y en el que estén representadas todas las provincias del país con sus distintas realidades”, dice María De Michelis, una de las fundadoras del colectivo.
La “M.I.G.A.” quieren tejer una red solidaria que permita analizar conflictos o situaciones de desigualdad, y también logros y avances. “Para nosotras es importante fortalecer la presencia femenina en foros, congresos. Organizar eventos y campañas que permitan destacar el trabajo y la relevancia de quienes dan vida a este sector. Desde las que manejan los fuegos, las que trabajan la tierra, las que investigan hasta las que escriben”, insiste María.
Florencia Barrientos Paz, psicóloga, cocinera y responsable de los postres de “El Santa Evita”, el restaurante palermitano que comanda con su marido Gonzalo Alderete Pagés, aporta su mirada sobre el tema. “Lo nuestro no son los planteos sexistas. Represento a la parte femenina de mi restaurante y no quisiera centrarme en las quejas por las dificultades sino en ver cómo las enfrentamos. Y creo en el trabajo en equipo entre hombres y mujeres”, dice Florencia.
En línea con su colega, Raquel Tejerina, jefa de salón en Catalino, un restaurante porteño donde los productos que se utilizan son agroecológicos, opina que “parte del camino a la Soberanía Alimentaria es tender puentes. El rol de las mujeres en este sector tiene que ser valorado de la misma manera que el de los hombres”, dice Mariana, una talentosa a la que no le resulta fácil apostar a la sostenibilidad en el caótico contexto argentino.
La periodista Graciela Guiñazú completa el cuadro: “Creemos en el valor transformador de la cocina, en su capital social, cultural y productivo y en su carácter interdisciplinario. Por eso aseguramos que las respuestas a los conflictos sociales y culturales son colectivas y que el feminismo es un ingrediente esencial para mejorar la gastronomía”.
Además de Guiñazú y De Michelis, Barrientos y Tejerina, conforman el colectivo las periodistas y comunicadoras Cecilia Boullosa, Vanessa Kroop, Alejandra Mourin, Alicia Sisteró, Cayetana Vidal, Cristina Córdova, Silvina Beccar Varela, Eleonora Biaiñ, Silvina Reusmann, Adriana Santagati, Paulina Maldonado, Fernanda Pinto, Mariana Valle Riestra Padró, Mercedes Spinosa, Natalia Torres, Daniela Dini, María Josefina Cerutti.
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