Ya se conocía el prestigio de Recaredo como uno de los mejores de elaboradores de vinos espumosos del entorno del Penedès (desde hace un par de temporadas, liderado la nueva marca colectiva Corpinnat, que aúna a algunos de los mejores productores escindidos de la D.O. Cava).
Lo que no se sabía era el ingenio y voluntad de esta bodega casi centenaria –fundada en 1924–, para tomar partido a favor del gremio de los restauradores en un momento tan difícil como el que ha provocado la crisis del COVID-19.
La idea que ahora impulsa Recaredo –que también acoge el Celler Credo, especializado en vinos blancos tranquilos– lleva por nombre «Recuperemos la ilusión #atulado» y consiste en que la bodega ceda sus instalaciones, sitas en el centro de la localidad de Sant Sadurní d’Anoia,durante las noches de verano, para que estas se conviertan en sedes efímeras de los restaurantes. Cada noche, eso sí, de un restaurante distinto. Y todos ellos de la misma provincia: Barcelona.
«En principio –explica Ton Mata, consejero delegado y miembro de la familia fundadora– pensamos en ofrecer el patio de la bodega tan solo a establecimientos de la comarca, pero poco a poco fuimos abriendo a espectro porque se corrió la voz y así es como acabamos abriendo la propuesto a toda la provincia».
Gracias a esta iniciativa, a partir de mediados de junio –las fechas exactas dependen de las fases de desescalada, los más de 30 restaurantes que han confirmado su participación en el ciclo «Recuperemos la ilusión #atulado» podrán aprovechar los más de 400 metros cuadrados al aire libre con los que cuenta el patio interior de la bodega de Recaredo en Sant Sadurní, su cocina y demás instalaciones para montar un magnífico pop-up veraniego. «Algunos restaurantes repetirán dos o tres noches; otros estarán exclusivamente una», especifica Mata.
Respecto al número de comensales, por razones de seguridad alimentaria, el aforo no podrá superar los 30, lo cual supone una terraza más que espaciosa…
Los menús serán cerrados y a precio fijo, regados con vinos de Recaredo y Celler Credo, «aunque puede haber excepciones en el caso de que algún restaurante necesite incluir tintos en el maridaje; que es una tipología que nosotros no elaboramos», especifica el responsable de la bodega. En ese caso, habrá que conformarse con los grandes espumosos y blancos de la casa, qué remedio.
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