PRECIO: de 20 a 35€.
La taberna de los hermanos Canas en el Museo de Pontevedra es una dirección más que recomendable. Terraza, zona de mesas altas para tapear y compartir junto a la barra y una parte más formal, junto a la cocina vista. Los tres espacios comparten la misma carta. Platos sencillos, con productos gallegos y algún que otro guiño internacional, elaborados de forma diferente pero muy convincente. Delicioso pan. Buen bocata de calamares, estupenda tortilla abierta de setas, carne de primera y postres para rebañar como la tarta de queso.
PRECIO: de 25 a 35€
Cocina viajera que recorre Galicia, España y el mundo a través de los productos gallegos y la imaginación cocinera de Daniel López. Pequeño local donde las mesas se distribuyen alrededor de una barra. Carta pensada para compartir. Sargo aliñado con ajada gallega; sanmartiño crudo en adobo andaluz; jurel en tacos con patatas, pimientos y huevo… Muy buena selección de vinos por copas y botellas. Anuncian mudanza a un local más grande en breve.
PRECIO: de 20 a 35€
Iñaki Bertal apuesta por las raciones para compartir en la taberna que tiene junto al restaurante en el casco antiguo de Pontevedra. Productos de la tierra y recetas tradicionales junto con algunas más modernas. Estupendas croquetas de choco, merluza con el punto perfecto, pulpo con patatas…
PRECIO: de 20 a 40€
Es una taberna como las de antes, no hay mesas, solo barra, no hacen reservas, no sirven postres… Eso si, la oferta culinaria es tan atractiva que no hay quien se resista. Platos fríos o a la brasa, elaborados con buenos productos. Cocina “contaminada” que coge sin complejos cosas de aquí y cosas de allá. Salpicón de peces curados, gallo pibil y tacos de aguacate, empanadas de congrio en caldeirada… Un sitio diferente donde comer bien de manera informal. En la trastienda Iván Domínguez (Alborada).
PRECIO: de 20 a 35€
Recién inaugurado combina las tapas y las raciones que sirve en la parte alta con una puesta en escena más formal que se desarrolla en el comedor del sótano, en un local decorado con gusto. Imprescindible probar las croquetas, las empanadillas, el rollo de bonito… Alex Sanpedro demuestra lo bien que sabe cocinar en este local recién inaugurado.
PRECIO: de 20 a 35€
Esther y Nacho Manzano han dado en el clavo con estos locales (de momento hay en Gijón y en Oviedo) donde mantienen la tradición gastronómica asturiana y añaden algunos bocados viajeros. Junto a las croquetas de jamón, el torto con revuelto, el rollo de bonito, las llámpares o la ensaladilla rusa, aparecen un nem de papada con mayonesa de kimchi o la pizza Gloria. Se pueden pedir, tapas, raciones y medias raciones para comer en mesa, barra y terraza. Estupenda selección de quesos asturianos. Cada día de la semana un menú de cuchara a 20 euros.
PRECIO: de 20 a 30€
El coqueto y diminuto local de Iratxe Miranda registra llenos diarios. Cocina viajera, moderna y cosmopolita firmada por Adrián Sanjulian. Decidida apuesta por novedosas mezclas de sabores que cambian con frecuencia para no aburrir a la clientela que repite y repite. Frituras de pescado crujientes aderezadas con tamarindo y té matcha; gyosas y baos de calamar o de pollo en escabeche; lasañas de piel de soja, verduras y cardamomo…
PRECIO: de 25 a 45
La taberna de Paco Quirós se clona para ofrecer lo mismo en Santander –donde nació- y Madrid –donde creció-. Recetas cántabras tradicionales, muy bien elaboradas, con productos de calidad. Con una croquetas, unas rabas y una tarta de queso cualquiera será feliz. En la zona de la barra se puede comer a base de raciones y medias raciones. En el comedor la cosa se pone más seria.
PRECIO: de 15 a 30€
En el barrio de Gros, a mitad de camino entre un bar y un restaurante. Ambiente cálido y confortable, personal amable, uno de esos lugares que fidelizan a la clientela. No hay que perderse el steak tartar. Ofrecen algo diferente a lo que se encuentra habitualmente en Donosti: burrata, cochinillo, cous-cous…
PRECIO: de 20 a 40€
Euskadi en América y América en Euskadi, eso es Topa, la bulliciosa taberna en la que el equipo de Mugaritz ha puesto toda su experiencia e ilusión. Una oferta dirigida a la gente joven (la música es atronadora) que busca algo diferente a la cococha y el chuletón. Guacamole, tiradito de bacalao, empanada argentinas de osobuco al calimocho, arepa de huevo y chorizo, merluza frita con salsa de pipian verde…
PRECIO: de 15 a 30€
La radical apuesta del cocinero Iñigo Lavado ha triunfado, y se ha metido en el bolsillo a sus paisanos. Los comensales toman su propia comanda en este local inusual en el que el único objetivo es dar de comer bien por un precio razonable. Ofrecen menús para niños y para grupos. Arroz cremoso de calamares; brioche de carne guisada curry, albahaca y menta; fideúa de langostinos…
En su atractivo local logroñés Francis Paniego replica algunas de las tapas que se han hecho famosas en su local de Ezcaray como las croquetas o la merluza a 45º. Platos para compartir en un local informal, moderno y luminoso con una gran cocina vista. Pan con panceta de Alejandro (10.95), pimientos riojanos con huevo y patatas fritas (10€), Pochas con chorizo (10.90€). Buena bodega y buen servicio. Ambiente siempre animado.
PRECIO: de 15 a 35€
Una taberna castiza en plena rambla de Barcelona, con su propia freiduría de patatas chips. Una larga barra y muchas mesas para compartir riquísimas raciones: tortilla de patatas, gambas al ajillo, albóndigas de ternera y sepia, exqueisada de bacalao, laterio variado, chacinas de calidad, patatas bravas, calamares fritos, buñuelos de bacalao, boquerones en vinagre al estilo de Madrid… Una tentación tras otra.
PRECIO: de 20 a 35€
Un guiño andaluz en el Raval. Toni Romero, a la sombra de Carles Abellán, pone a punto deliciosas tortillitas de camarones, caballa en escabeche, ortiguillas gaditanas, pero también, Cap i pota, tempura de claçots con romesco, brandada de bacalao, mongetes con huevo y papada ibérica… Los domingos arroz flamenco y muchos, muchos vinos de Jerez. Desde hace un tiempo se ha reconvertido en SolySombra, con más coctelería pero ricas tapas.
PRECIO: de 25 a 40€
Después de 10 años en la brecha la fórmula de esta casa de comidas contemporánea sigue funcionando. No hay menú pero al medio día se puede comer a la carta por 25€. Por la noche sube más pero sigue manteniendo una estupenda relación calidad precio. Cocina mediterránea de temporada, con toques variopintos. Platos sencillos, muy bien presentados y apetecibles. Habitas con alcachofas, papada y butifarra; crema de bacalao; callos con garbanzos; pastel de limón.
PRECIO: de 20 a 35€
Otra apuesta por la cocina viajera, esta vez firmada por Ricard Camarena. Local divertido y cosmopolita en el valenciano barrio de Ruzafa, donde se mezclan los sandwiches de pastrami con los okonomiyaki y nigiri nipones y la cochinita pibil. Además ensaladilla rusa, croquetas de pollo al ast para terminar torrija con helado de mantecado. De lunes a viernes, menú de 15,50€ sin bebida.
PRECIO: de 20 a 35€
Tapas con la firma de Quique Dacosta en una larguísima barra que recrea el ambiente de los mercados. Productos frescos de temporada con lo que se componen un montón de apetitosas propuestas: croquetas, ensaladilla, riquísimos arroces, gambetas rojas de Denia (15€), pulpo, patatas bravas, cocas, hamburguesa de figatel . Ofrecen varios menús (15€, 22€, 36€) y uno especial armonizado con cervezas.
De 30€ a 45€
Comer por 30 euros en Saiti requiere un ejercicio de renuncia. No es fácil, pero no es imposible, y ¡merece la pena! Una ensaladilla (6,25), un arroz con conejo alcachofas y garrofó (15) y un café son suficientes para salir feliz de este agradable local. Vicente Patiño ofrece varios menús y varias posibilidades para compartir raciones y que nadie se vaya sin disfrutar.
PRECIO: de 20 a 40€
Espectacular local, de ambiente cosmopolita, diferente al mediodía y por la noche, con una larga oferta gastronómica que combina lo mediterráneo y lo foráneo. Ideal para compartir y picar platos al centro. Salazones, ensaladilla de atún, buñuelos, arroz del día… Los fines de semana actuaciones en directo.
PRECIO: de 20 a 40€
Una de las barras alicantinas con mejor relación calidad-precio y excelente producto. Se puede comer en la barra o en la zona de mesas. Si prefieres terraza, el local de la Explanada es el ideal. Carta amplísima con propuestas que se ajustan a todos los presupuestos. Embutidos, arroces, guisos en cazuelitas… No faltan la ensaladilla rusa ni las croquetas. Buena oferta de bebidas: vinos, cervezas, vermuts…
PRECIO: de 15 a 30€
Hay que irse hasta la Santa Faz para descubrir este local de estupenda cocina capitaneado por Dani Frías y Carl Borg, dos cocineros de largo recorrido. Aquí hacen lo que les gusta. Cocina gamberra y sabrosa que encandila al comensal sin dificultad. Esta buenísima la tortilla de patatas con chips de la cercana churrería San Joan, pero también su versión del bocata de calamares o el atún con tomate huevo frito y patatas. Bullicio y muchedumbres en un espacio que no admite reservas y que está siempre a reventar.
PRECIO: de 30 a 45€
David Oliva, quien fuera jefe de cocina de Dani García, ha abierto en Marbella un restaurante donde pretende ofrecer alta cocina a precios populares. Y lo está consiguiendo. Con una atractiva carta: gyozas rellenas de rabo de toro; vieira curada en sal; lubina soasada al momento; carabineros con su croqueta… Ofrecen medias raciones de todo y un estupendo menú degustación por 30 euros.
PRECIO: de 20 a 45€
La última aventura de Dani García es un precioso local en la milla de oro de Marbella, con barra, mesas altas y comedor. La carta es tan amplia que es difícil no encontrar algo que apetezca, desde arroces hechos al sarmiento (los mejores de la costa) a marisco, atún rojo o espetos. Un concepto diferente que se adapta a todos los presupuestos: gallete de atún rojo de almadraba con tomate, huevo frito y patatas paja (10€); espeto de sardinas (7€); ensaladilla rusa de gambas (8€); bolsa de patatas chips (2€); chipirones rellenos (10€), boquerones fritos (12€), arroz seco de conejo y caracoles (17€) etc.
PRECIO: De 30 a 45€
Es difícil encontrar una relación calidad precio mejor que la que ofrece Dani Carnero en su acogedora casa de comidas malagueña. 25 años de profesión avalan la propuesta gastronómica de este local que apuesta por la sencillez, el buen producto y algunas vueltas de tuerca a lo conocido, como poner tacos de jamón a la ensaladilla rusa. La carta cambia según lo que Dani encuentra en el mercado: chipirones encebollados, albóndigas, papas aliñás… Si no se pide marisco (quisquillas de motril) o atún rojo, se come divinamente por 30 euros.
PRECIO: de 25 a 40€
Con Marta Girón capitaneando el barco y el poso culinario de Ángel León y el equipo de Aponiente se entiende que los llenos sean diarios. En esta tabernita, alegre y colorida, no admiten reservas, así que hay que ir pronto, apuntarse en una lista y esperar. El servicio es tan eficiente como amable. Como Marta dice “esto es una caseta de feria”. De la cocina salen excelentes boquerones en vinagre, ensaladilla sazonada con huevas de maruca ralladas, caballa en piriñaca, croquetas de choco, cazón adobo… Todo lo que uno espera de una taberna andaluza, y más: arroz con plancton, ajoblanco marino con tropezones de gambas.
PRECIO: de 20 a 35€
Gente joven con ganas de hacerlo bien. En la antigua judería de Utrera, Curro Javier y Mario ponen a punto tapas y raicones elaboradas con el mejor producto de la comarca. Cocina con alma clásica, pero puesta al día con gracia e ingenio, que también se abre al exterior. Como ellos mismos dicen “Viajamos para traeros lo mejor”. Timbal de habitas; pularda rellena con salsa de dátiles; tartar de presa guacamole y mole rojo; caballa con pimientos rojos…
PRECIO: de 25 a 45€
Con un ambiente ochentero que hace un guiño a la movida y una oferta singular, desembarca en Madrid el grupo Iglesias (propietarios de Rías de Galicia, Cañota, etc y socios de los hermanos Adrià). El nombre es parte de la letra de aquella canción mítica de Santiago Auserón (Radio Futura) “Enamorado de la moda juvenil”. Una larga barra, mesas y varios reservados en los que se sirven latas, embutidos, patatas bravas, hamburguesas, un negro bocadillo de calamares, tartares, tiraditos, ceviches… Buen servicio y ambiente curioso.
PRECIO: de 20 a 35€
Es una tabernita como las de antes pero con cocina de ahora. La que preparan Pablo Montero y Alejandro Díaz. Tapas y raciones para compartir en mesas altas. Sabores castizos y viajeros muy bien armonizados. Tortilla al momento con rabitos de cerdo y champiñón (12€); Mejillón tigre, curry e hinojo (3€); mollejas de lechazo, tupinambo y cebollino (12€); brócoli, kimchi, lima y comino (2,5€). Buenos postres.
PRECIO: de 20 a 35€
Una de las mejores direcciones de Madrid para comer de picoteo. Por eso este local de Paco Quirós siempre está lleno y para reservar hace falta paciencia. Espacio moderno y confortable. Carta con especialidades cántabras a las que se suman otras propuestas clásicas y sabrosas. Merece la pena probar las alcachofas abiertas fritas, los pimientos de Isla, las rabas, el pulpo, la leche frita… Terraza abierta todo el año.
PRECIO: de 20 a 35€
Pioneros de la cocina callejera en Madrid, el hermano pequeño del ya cerrado Sudestada, sigue en la cresta de la ola. Local algo frío que gana cuando la comida llega a la mesa. Platos sabrosos de procedencias diversas (Latinoamérica y el sudeste asiático sobre todo) que convencen por lo bien armonizados que están. Entre los favoritos: arroz chaufa pequinés (12,5€) escabeche filipino de bonito (10€) o pastel de tres leches (5€). Estupendos cócteles que romperán tu presupuesto.
PRECIO: de 15 a 35€
Abierto todo el día es una estupenda propuesta para comer a cualquier hora. Bocadillos, ensaladas, embutidos, laterío, ostras, guisitos y algunos platos viajeros. Local agradable, algo bullicioso, en el que es complicado encontrar mesa. Productos con la calidad de Triciclo, el restaurante del inquieto Javier Goya. Los domingo brunch.
PRECIO: de 15 a 30€
Jorge Lozano es un tabernero moderno pero con alma antigua. Eso se percibe en sus guisos deliciosos y en su forma de entender la cocina, siempre apegada a la tradición y el terreno. Cualquiera de sus dos locales salmantinos merecen la pena. Raciones o medias raciones de croquetas de la abuela (7€), manitas de cerdo (9€), patatas bravas (7€), red hot chili burguer (10€), callos y morros guisados (12€), flan casero… Y cada día una propuesta diferente para elegir.
PRECIO: de 25 a 40
Las mejores vistas de la Plaza Mayor, desde la primera planta o desde la terraza. Bonito local y buena cocina. Raciones de jamón ibérico, chacinas, croquetas o patatas bravas que se completan con secreto a la plancha, pulpo braseado o minihamburguesa de morucha.
PRECIO: De 20 a 45
En la barra y las mesas altas se puede comer estupendamente por 25 euros, dentro, en el comedor los menús degustación imponen su ley, aunque ofrecen uno de 28€. Una oferta muy apetecible basada en una estupendas croquetas (fueron las ganadoras del concurso nacional de Croquetas en Madrid Fusión), una deliciosa ensaladilla rusa y suculentos arroces, además de guisos delicioso. Buen servicio y oferta de bebidas interesante.
PRECIO: de 25 a 40€
Pequeño local, algo incómodo, y muy desenfadado, en el que lo que importa es la inquietud culinaria del equipo: Mario Rodríguez y Janisse Ferrari. Recetas moderadamente creativas, que juegan con técnicas foráneas e ingredientes autóctonos, logrando resultados acertados. La carta cambia con frecuencia, aunque algunos platos permanecen, como la tarta de queso –entre las mejores-, la alcachofa confitada con huevo a 65º, o los calamares encebollados con arroz crujiente.
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