Restaurantes de Barcelona para estar a la última

El año 2022 fue tumultuoso para muchos. En hostelería se convirtió de algún modo en el año de la verdad: de muchos y sonados cierres. Pero también de interesantísimas aperturas y relanzamientos de locales de hoy que apuntan a ser los clásicos del mañana. Y varios de esos restaurantes se encuentran en Barcelona.

Brillar en hostelería hoy en día tiene especial mérito, en un entorno económico incierto y dentro de un sector que resultó ser otra  clara “víctima” de la pandemia. No se han recibido, ni de lejos, las ayudas económicas e institucionales que se necesitaban: un vaivén de restricciones que parecían infinitas cuando el resto de los sectores empezaban a levantar la cabeza, un cierto cambio de hábitos en la clientela, una inflación imparable… Y por si eso fuera poco, un efecto dominó de fuga del talento y del personal, que con miedo a verse sin sustento, han rehecho su vida profesional en otros sectores (aparentemente) más estables.

 

Restaurantes de Barcelona para disfrutar en 2023

En ese caldo de cultivo, en Barcelona varios restaurantes se las han ingeniado para destacar, deleitar y triunfar. No todos aparecen en este artículo, pero aquí  señalamos algunos de nuestros favoritos para estar a la última:

 

Come by Paco Méndez

Av. Mistral, 54. Tel.: 938 27 59 77. Precio del menú: 110 euros. Cierra: domingo, lunes y martes.

Nunca antes un nombre de restaurante estuvo tan bien pensado: es el imperativo de comer. Además, incluye un juego de palabras por partida doble, del nombre de su chef propietario y precursor PaCo Mendez, y de la Cocina Mexicana que defiende. En tan solo 6 meses, se ha convertido en el primer mexicano de España con una estrella Michelin. Todo encaja.

Situado en el local del Hoja Santa y Niño Viejo, del desaparecido grupo elBarri. Este restaurante mantiene chef y alguno de sus hits de antaño: por ejemplo, el aguacate con mole de ajo negro y más de 70 ingredientes. Y platos imprescindibles, como la cochinita pibil de mogote de cerdo ibérico cocinado una noche entera a la brasa, la tostada de chile y maíz con tartar de Wagyu en adobo mexicano y yogur ahumado y el helado con forma de mazorca de maíz ahumado con trufas de chocolate.

 

Come aspira a posicionarse como uno de los nuevos referentes en Barcelona más en la categoría de alta cocina creativa que de mexicana. Sin duda va por buen camino.

Abre de miércoles a sábado mediodía y noche. Tiene carta y menú degustación (a 150 – 170 euros por persona), y ostenta un ticket medio de 140 euros por cabeza.

 

Molino de Pez

Córcega, 346. Tel.: 935 95 95 91 Precio: 40-60 euros. Cierra: nunca

A esta casa de comidas con recetas tradicionales, muchas de ellas de cuchara, productazo, brasas y sabor, vas a tener que volver varias veces. Difícil si no hacerse una idea de lo mejor de una extensa carta de más de 70 platos. Los cuales incluyen algunas de las reconocidas recetas de La Ancha, su casa madre en Madrid, donde se crío Nino Redruello, responsable también del fenómeno Fismuler en Madrid y en Barcelona.

Aconsejamos dejarse guiar por el atento personal del local. Pero no dejes de probar la tortilla con almejas, las croquetas, alguno de sus platos de cuchara. O, por ejemplo, sus lentejas, cocinadas a fuego lento durante la noche, con las brasas del día anterior, un pescado – pongamos su cola de merluza–  a la brasa y al menos un par de postres, el babá caliente con nata, la cuajada con miel y nueces. Y para los “fismulerianos”, por qué no, su famosa tarta de queso.

Situado en el Hotel Seventy en plena Calle Córcega, entre el barrio de Gràcia y el Eixample Barcelonés. Molino de Pez tiene un ticket medio de 60 euros por cabeza y ofrece además música en directo al final de las cenas de fin de semana para completar la experiencia.

 

Batea

Gran Vía de las Cortes Catalanas, 605. Tel.: 934 06 87 92 Precio: 35-50 euros. Cierra: domingo y lunes.

Batea es el segundo local del equipo al frente de Besta, como su nombre indica, otra “bestia” de la gastronomía de Barcelona. En este caso, Manu Nuñez, Marta Morales y Carles Ramón proponen un interesante mix de restaurante decorado en un estilo francés aterciopelado. Que, sin embargo, alberga una marisquería moderna de conexión catalano – gallega. Lo mejor es probarlo para entenderlo sin dudas.

En su carta, que se rige por los calendarios de temporalidades de las dos costas, el producto de mar más directo y al natural, de marisquería, pero sin que sea un lujo. Destaca su tortilla de Betanzos con puntillas de calamar, ideal para los que buscan jugosidad por encima de todo. Y, además, su moluscada fría, compuesta de almeja babosa en salsa verde, navaja con emulsión de codium y carneiro con aliño gilda. 

 

Slow & Low

Conde Borrell, 119. Tel.:  936 25 45 12. Precio: 50-100 euros.  Cierra: domingo y lunes.

“Frank“ Beltri y Nicolás de la Vega son socios y amigos del alma, y eso se nota cuando comes en Slow & Low. Acaban de estrenar su primera estrella Michelin y aseguran que van a por todas.

No quieren parecerse a nadie y para ello presentan su soba hecha a mano, con caldo de pollo, tartar de gambas, bisque de sus cabezas y piel de pollo crujiente (un ingrediente de siempre cada vez más de moda). Su curry verde casero y sin base preparada con toques mediterráneos, raya, pilpil de bacalao, bergamota y setas. Además de su particular versión de “fricandó” de solomillo con bolitas de gel sake, seta y arroz inflado.

En su local se respira modernidad, creatividad, intensidad y sabor, pero además añadiría globalidad y apertura. Quieren ofrecer cosas diferentes y llegar cada vez más lejos. Ofrecen un menú de 14 pases por 95 euros (160 euros con maridaje) y un menú ejecutivo de mediodía entre semana, por 55 euros.

 

Amar

Gran Vía de las Cortes Catalanas, 668. Tel.: 931 03 99 88. Precio: 75-150 euros. Cierra: domingo noche, lunes y martes mediodía.

Amar Barcelona es uno de esos restaurantes que supone una declaración de intenciones con el nombre: Amar es querer a lo grande, como grande y emblemático es el hotel Palace Barcelona (Antiguo Ritz) que lo alberga. Contiene además su palabra clave, “mar”, fuente de inspiración y de materia prima en Amar y en sus restaurantes hermanos en Madrid y Barcelona, Estimar, palabra que además en catalán significa amar. Vamos, que a su chef propietario, Rafa Zafra, no le podía haber encajado mejor.

El envoltorio y el producto de lujo, pero el ticket medio tiene un punto de partida de 60-70 euros. Y permite disfrutar delicias tales como el carpaccio de cigalitas, homenaje a elBulli1995, tartar de gambas de Roses (de dónde sino cuando la pareja de Rafa, Anna Gotanegra, es una referencia en el sector pescadero de la zona). Hasta el áspic de marisco y varios clásicos de nivelazo, como la langosta Cardinale, para quien se lo pueda y quiera permitir.

 

Suru Bar

Casanova, 134. Tel.: 937 14 73 93 Precio: 40-55 euros. Cierra: sábado mediodía y domingo.

Abrir un nuevo local en Barcelona con al apellido Gresca es garantía de éxito. Eso mismo debieron pensar Carles Morote, Gemma López y Sergi Puig. Que acaban de abrir este restaurante (aunque se empeñen en poner “bar” en el nombre) especializado en brochetas de pollo al estilo japonés.

Ensalzar el pollo está de moda y en Suru Bar saben bien como hacerlo, sirven una brocheta de piel de pollo y tartar de gamba que es sin duda para volver. Pero no solo de brochetas vive el hombre, su carta incluye además platillos como el hummus de garbanzos y piñones con cogollos y torreznos, las patas de calamares con salsa balandra (picada de frutos secos, pan, ajo, vinagre y aceite de oliva) y su visión del tradicional “cap-i-pota” catalán con escabeche ligero.

Con un precio medio de 40 euros por persona, Suru está ubicado en la calle Casanova, en un pequeño local enfrente del mercado del Ninot.

 

Teatro

Avenida del paralelo, 164. Tel.: Precio: 75-90 euros. Cierra: domingo y lunes y todos los mediodías, menos el sábado.

Oliver Peña (Enigma, 41º Experience) inicia su andadura en solitario en este local del Paralelo Barcelonés (que antes fue Tickets), centro neurálgico del espectáculo de la ciudad. La diversión, la sorpresa y el deleite de los comensales son marca de la casa. De ahí el nombre del local, elegido con premeditación.

 

Bajo el paraguas del grupo RiasKru de los hermanos Juan Carlos, Borja y Pedro Iglesias, Teatro ofrece la opción de carta o menú degustación a medida de bocados de alta cocina sin corsés ni altiveces. La sensación de bar de tapas, pero de altura, sin mantel y en mayoría de los pases, sin cubiertos, con las manos, para dejarse llevar sin reparos ni límites. Muy probablemente esto ocurrirá con su Cigalita’s mex roll. Y también, con la tosta de calabaza y chipotle y la ensaladilla de buey de mar con buns de coco (ojo que hay que mezclar bien antes de usar). Y deja hueco para el postre. Porque su alfajor helado con caramelo salado, el kakigori de manzana (hecho a mano delante del comensal) y las fresas con marshmallow de yogur son un espectáculo. Su ticket medio de 90 euros cabeza puede ser fácilmente amoldable a presupuestos variados, acordes al grado de festiva al que se aspire.

 

Alapar

Calle Lérida, 5.Tel.: 938 87 20 96. Precio: 60-70 euros. Cierra: domingo noche, martes y miércoles.

En este mundo global que habitamos todo es posible, también las izakayas mediterráneasIzakaya es palabra nipona que significa taberna, al estilo japonés tradicional: con sus barras y sobremesas de madera, su cerámica en colores térreos rugosos y su delicadeza oriental. Probemos a añadirle un tsunami Mediterráneo de sabores, técnicas y producto y ¿qué resulta? Alapar. Jaume Marambio y Victoria Maccarone, aseguran que su crecimiento ha sido conjunto. Y de ahí su guiño al nombre del local, que ya era su casa antes, el antiguo Pakta, del grupo elBarri.

En esta pequeña taberna de aquí y de allá puedes probar montaditos y nigiris varios (ojo que son diferentes, aunque primos hermanos en concepto). Además de delicias como la codorniz de Bresse rellena de duxelle, parmentier de patata y pan a la brasa. Que se incluye en una sección muy original en su carta que vienen a ser las sugerencias, que ellos presentan como sus “alapar” del día. Deja hueco para el mushipan de yuzu y chocolate Caramelia.

 

Compartir Barcelona

Calle Valencia, 225. Tel.: 936 24 78 86 Precio: 70-100 euros. Cierra: lunes y martes.

El trío de talentos de Disfrutar y Compartir en Cadaqués (Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas) completa el tridente restaurantil con Compartir Barcelona. Una versión metropolitana de su paraíso para “compartir” en Cadaqués. Y con su hombre de máxima confianza al frente, Nil Dulcet, que lleva con ellos desde antes que empezaran su andadura post elBulli.

 

En la arquitectura, el local hace guiños en todos sus detalles a la ciudad ampurdanesa de Salvador Dalí. Y en la carta no faltan algunos de sus grandes éxitos, tales como su canelón de atún con sabores mediterráneos, su ensalada de remolacha y sorbete de ajoblanco o su “shabu shabu” de salmón salvaje y sopa de miso. Abrir este Compartir era casi un obligado gesto, muy demandado por la clientela. Un regalo a los barceloneses y a los viajeros a Barcelona con escasas posibilidades de visitar Cadaqués, localidad emplazada en un paraje tan mágico como inaccesible del mapa de España, al fondo del todo a la derecha.

Con un ticket medio de entre 45 y 70 euros, dependiendo del hambre y del homenaje que te quieras regalar, Compartir sitúa un trocito de Cadaqués en pleno Eixample de Barcelona.

 

Aleia

Paseo de Gracia, 132. Hotel Casa Fuster. Tel.: 935 02 00 41. Precio medio: 150€.  Cierra: domingo, lunes y martes medio día.

Este restaurante de alta cocina situado en el primer piso del prestigioso (y uno de los más bellos sin duda) hoteles de Barcelona, el Casa Fuster, abrió sus puertas con el jerezano Rafael de Bedoya al frente y con el argentino Pablo Airaudo (con 2 estrellas Michelin en Amelia, San Sebastián) en la retaguardia. Con este pedigrí no es de extrañar que les haya caído en 2022 su primera estrella Michelin.

Para los foráneos, Aleia es una ciudad de la zona del Maresme (región al norte de Barcelona, ciudad de camino a Gerona). En sus platos rinde homenaje a ingredientes locales con no pocos guiños a cocinas remotas, como la japonesa, presente en numerosos platos. Como, por ejemplo, su ostrón del Delta con gelée de Dashi o su tartar de calamar con consomé ibérico y flan japonés. Destaca, además, su impresionante trabajo en las alitas de pollo deshuesadas, piel crujiente y yema confitada. O como llevar el pollo a categoría manjar; y el plato de pan (de Triticum) dos mantequillas – de tomate y aceite de oliva – y tuétano, para rebañar, untar y chuparse los dedos (si nadie mira). Menús de 110 y 150 euros euros por persona, sin maridaje, en un entorno de lujo que merecen una visita sin miedo a atravesar las puertas del hotel.

 

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Isabel Conde

Periodista licenciada en la UCM se ha especializado en gastronomía porque es su pasión. Nos mantiene al día de las novedades de Barcelona, entrevista a cocineros y realiza interesantísimos reportajes sobre tendencias, novedades, etc.

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