Restaurantes nuevos de Madrid para este verano

Para los que están ávidos de descubrir las últimas aperturas en Madrid, aquí traemos cinco de las buenas, bonitas y baratas. Cinco restaurantes nuevos de Madrid para comer barato este verano. Perfectos para disfrutarlos este verano, cuando hay menos gente, y así ser los primeros en conocer nuevos sabores y tendencias.

Desde comidas del sudeste asiático hasta cocina peruana fusión, pasando por recetas castizas, pollos asados y pastas frescas italianas. Un recorrido que incluye opciones para todos los gustos y que se pueden disfrutar, de manera informal, sin arruinarse.

 

Kitchen 154

Dirección secreta. Tel.:911 38 99 95. Precio:20-30€. Cierra los lunes.

Es lo nuevo de los creadores de Kitchen154 que acaban de abrir su tercera ubicación en el Madrid de los Austrias. Un local bastante amplio cuya dirección es aún secreta y, por supuesto, no la vamos a desvelar aquí. Lo que sí podemos decir es que en sus redes sociales, en concreto en su Instagram, encontraréis la forma de reservar (prueba a seguir estas cuentas: @kitchen154 @txitxo_detonador @gurumasala). Una vez hecha la reserva te desvelarán donde está el local. 

Lo que hacen allí son platos de cocina casera del Sudeste Asiático, pero diferentes a los que elaboran en sus otros dos locales. Lo más reseñable es que los picantes están más medidos que en el Mercado de Vallehermoso y que incluyen algunos productos de casquería, como el potente corazón de ternera al wok.

Están buenos el pollo frito (aunque algo seco) y las pequeñas zamburiñas, en ambos casos más por el aliño que por el producto en sí mismo. Mucho mejor los Yum Kai Dao, huevos fritos con puntilla y salsa de tamarindo, un bocado aparentemente sencillo, pero que engancha y apunta a ser el plato estrella de la casa. La recomendación es comerse dos huevos por persona (“los huevos siempre vinieron de dos en dos”).

No faltan los platos de curry, como el sabrosísimo Gaeng Massaman de costilla. La gran novedad del nuevo local son las brasas, de donde salen, además de la mencionada costilla, unas estupendas sardinas fuera de carta.

Ambiente informal y buen rollo, marca de la casa, como en sus otros dos locales. Precios comedidos junto a comida original y sabrosa, combinación ganadora.

 

Yum Kai Dao

 

Romea Pasta Fresca

Paseo del Marqués de Zafra 3. Tel.:619 28 57 39. Precio: 30-40€. Cierra lunes y martes.

Romea es un recién abierto restaurante italiano en el que se hacen las cosas muy bien. Siete meses de vida, al lado de la Plaza de Manuel Becerra, en un local moderno con cocina vista (donde se puede ver trabajar al chef siciliano).

Las pastas frescas, elaboradas por ellos mismos diariamente, con salsas caseras, son el producto estrella de la casa. Se puede elegir desde recetas tradicionales, por ejemplo la carbonara (con huevo, pecorino y guanciale, como mandan los cánones), hasta creaciones más arriesgadas, como los spaghetti con tartar de atún rojo y limón, receta fresca y ligera que es todo un acierto de su carta de verano.

La pasta con pescado no es fácil de elaborar, pero aquí la bordan. Sirvan como ejemplo los estupendos ravioli de lubina o los pappardelle con pez espada y menta, en los que el pescado está bien jugoso y no pierde protagonismo.

Como entrantes no hay que perderse su oferta de embutidos y quesos italianos. No faltan el speck o la bresaola, pero tampoco la auténtica mozzarella di buffala o una cremosa burratina ahumada con tomates cherry y rucola.

Entre los postres, aparte del clásico tiramisù, muy bien elaborado, destaca el vino dulce con Cantucci, unas galletas toscanas de almendras que son perfectas para “mojar” en el vino.

La radical apuesta por vinos italianos en la carta permite explorar diferentes zonas y elaboraciones del país. La cuidada selección que hace Fabbio, uno de los propietarios, es muy variada y esconde algunas sorpresas fuera de carta. 

Precios contenidos que permiten comer o cenar por menos de 40 euros por persona.

 

Spaghetti al Limone con Tartare di Tonno

 

El Triperito

Mercado de la Paz. Precio: 30-40€. No cierra nunca.

Un tipo de cocina, la que elabora Roberto Martínez Foronda aquí y en su original Tripea, muy personal, fusionando con éxito sabores de Latinoamérica y Asia. Con solo dos meses de vida El Triperito ya apunta muy buenas maneras en el Mercado de la Paz, justo al lado del popular sitio de tortillas Casa Dani. 

En El Triperito se nota el sello de Roberto, pero el concepto es aún más informal que en el Mercado de Vallehermoso, ya que aquí solo se puede comer en la barra y no hay menú degustación, sino una escueta carta. Eso sí, cada plato está muy bien pensado y ejecutado.

Se puede comenzar por unas ostras con leche de tigre chifera o unas originales croquetas de ají amarillo, tan cremosas que casi se deshacen por el delicado crujiente que llevan.

Después hay un tiradito de salmón marinado y dos cebiches, uno frío y otro caliente. El primero, con una combinación sorprendente de langostinos y piquillos. El segundo, mucho más contundente, con mejillones al wok y leche de tigre de ají amarillo, que se sirve sobre unos fantásticos noodles para aprovechar toda la salsa.

Para acabar hay dos opciones de arroz, ambos en raciones muy generosas. El de cangrejo de concha blanda y pulpo es glorioso y bastante picante, no apto para paladares poco avezados, queriendo tener un sabor semejante al del famoso chili crab de Singapur.

También se puede optar por opciones carnívoras. El arroz chaufa a la norteña de abanico ibérico de Joselito es muy potente. Si se busca algo más suave, uno de los mejores platos de la carta son los wonton charsiu, rellenos de un fabuloso guiso de carne con especias chinas, con una cremosa salsa carbonara que equilibra textura y sabor.

También hay dos postres. Uno es con coco, mango y lychees y el otro es una cheesecake de maracuyá.

Precios comedidos para comer muy bien en el entorno de los 30 euros.

 

 

Humo by Jhosef Arias

Calle Juan Gris – Cuzco. Telf: 915 30 04 22. Precio: 10-20€. No cierra nunca.

El primer restaurante que abrieron en Goya ha debido funcionar tan bien que han abierto otro en la calle Juan Gris, en la zona de Cuzco. Se trata de un local muy amplio, con dos salones, especializado en pollo asado y otras carnes a la brasa. También tienen servicio de pollos asados para llevar, una opción nada desdeñable.

Los pollos tienen muy buen sabor y están jugosos, justificando la especialización del local. Se sirven con patatas fritas y ensalada. Además, permiten elegir medio pollo y hasta un cuarto de pollo (optando entre pata o pechuga). Tienen además varias salsas que elaboran de forma casera, como la vinagreta, la de ají amarillo o la de rocoto, que debería ser algo más picante.

Aparte preparan 4 tipos de alitas de pollo que son una auténtica delicia. Las hay acebichadas, achifadas, Nikkei y Boing 747, con mango y ají limo, todas ellas para comer con las manos y chuparse los dedos.

Los que no sean amantes del pollo asado pueden optar por una jugosa costilla de cerdo o por chorizo criollo, anticucho de corazón o molleja de pollo a la parrilla.

Como entrantes no faltan un buen cebiche, como no podía ser de otra manera en un restaurante del chef Josep Arias, y una típica causa de pollo a la brasa.

Para completar la oferta del local tienen papas fritas, con salchichas alemanas o chorizo a la parrilla, y un par de arroces, entre los que destaca el arroz chaufa. Los postres son prescindibles, aunque la golosa tarta tres leches es una tentación.

 

Pollo asado

 

Varro

C/Serrano 93. Precio: 20-30€. No cierra nunca.

Se trata del último y más informal concepto de los cocineros de Varra Madrid. Tras su éxito en el local de la calle Hermosilla, han abierto en plena calle Serrano. En este caso con un ticket medio inferior y en el que se puede tapear a cualquier hora del día. Ya que tienen cocina ininterrumpida. El espacio tiene terraza, un salón interior con mesas bajas, una larga barra y mesas altas. 

Las protagonistas indiscutibles de la carta son las tortillas de patatas y huevos camperos, que se pueden pedir enteras o por pinchos. Tienen cuatro tipos: sin cebolla, con cebolla, trufada y de temporada, que irá cambiando según el producto disponible en el mercado en cada época. Todas se caracterizan por ser jugosas pero bien cuajadas, nada parecido al estilo de la tortilla de Betanzos.

El resto de la carta es prácticamente igual que la del concepto informal de Varra Madrid con algunos de sus platos más emblemáticos. Incluyen las croquetas de jamón Joselito, las patatas bravas, la tosta de gamba roja con mantequilla, las gildas, el bikini de cecina y el steak tartar de picaña madurada 40 días, una de sus elaboraciones estrella.

Y de postre, su versión de la manida tarta de queso. Buscan la rotación rápida y el servicio es bastante mejorable, pero la amabilidad y el buen ambiente, a precios muy razonables, están garantizados.

 

 

Burrata italiana acompañada de fresas encurtidas, pesto de pistacho, aliño y vinagre

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Fernando Calero Gil

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