La provincia de Málaga es uno de los emporios gastronómicos más sólidos de nuestra geografía, tanto por diversidad de producto como por oferta hostelera. Vinos, aceites, frutas, verduras del valle de Guadalhorce, pescados, quesos… Y un recetario tradicional absolutamente delicioso. Locales tradicionales, cocina de autor, asadores, marisquerías, especialistas en fritura, creativos… Hemos elegido diez restaurantes de la provincia de Málaga muy diferentes, en localidades distintas. Como siempre son todos los que están pero no estarán todos los que son.
Nueva, 4. Ronda. Tel.: 952 87 72 09. Cierra: lunes y martes. Precio: desde 25 euros.
El bar de Benito Gómez y Merche Piña Caballero, es el que más premios tiene de España. Han ganado los concursos de ensaladilla rusa, callos, casi el de croquetas… ¡Son unos fenómenos! Ubicado en el casco histórico de Ronda, a pocos metros del famoso Bardal (2 estrellas Michelin), Tragatá es un espacio informal y desenfadado, pero muy acogedor donde disfrutar de una cocina muy bien hecha que se sirve en raciones o tapas.
Una carta, ni corta ni larga, llena de sugerencias apetecibles. Algunas llevan 17 años en cartel, desde que Gómez abrió el bar. La ensaladilla rusa (receta original de Isabel, la madre de Benito) ganó el campeonato de España en 2021; sardinas ahumadas, tomate aliñado, oreja frita con salsa brava, tortilla de patata con papada de ibérico y pimientos de Padrón, steak tartar sobre tuétano y mollete de calamares, versión imaginativa y divertida del clásico bocadillo madrileño. De postre el flan y el tocino de cielo son espectaculares. Para beber una buena selección de vinos por copas y cervezas bien tiradas. Entre los mejores restaurantes de la provincia de Málaga.
Calzada, 27. Antequera. Tel.: 952 84 00 14. Cierra: no cierra. Precio: desde 40€.
El trabajo de recuperación de la cocina popular andaluza que ha desarrollado la cocinera malagueña Charo Carmona convierte a este restaurante de la provincia de Málaga en una visita obligada para quienes tengan curiosidad gastronómica. Eso y su «pelona» como llaman en Antequera al lomo de orza, que es absolutamente magistral. El restaurante ocupa una casona antequerana del siglo XVII en el casco antiguo. La carta es tan sencilla como suculenta. Porras, gazpachos, empedraillo, bienmesabe, esparragao, olla de habichuelas… Nombres antiguos que evocan días de campo, noches de frío, fiestas populares, bocados de historia rescatados del olvido y actualizados con criterio y sensibilidad. Con cada plato llega a la mesa una ficha en la que se explica la receta y su historia: el origen, la razón de ser, las variantes. Trabajo en el que se nota la buena pluma del erudito Fernando Rueda, ya que la mayoría de los textos están extraídos de su libro La cocina malagueña. Una inmersión en las culinarias sefardita (judía-española) y andalusí (árabe-española) que recuerda de dónde viene la cocina española. Puedes leer la crítica completa aquí.
Carretera A7077. Pizarra. Tel.: 952 48 46 94. Cierra: no cierra. Precio: desde 40 euros.
Es una referencia indiscutible en el valle del Guadalhorce. Un establecimiento familiar que goza de enorme popularidad entre los malagueños por sus asados y sus platos de cocina tradicional de los que se ocupa Flores Postigo. Presumen, no sin razón, del buen uso que Juan Gómez, maestro asador da a la parrilla y al horno. Es estupendo su chivo lechal malagueño asado, así como el cochinillo. También las carnes a la brasa y su famosa morcilla de matanza de Zalea. Las verduras de la fértil vega que les rodea tienen un lugar destacado en la carta: merece la pena probar la calabaza frita con bacalao, cebolla y huevo y los puerros gratinados con salsa holandesa.
Puerto de Caleta de Vélez, locales 3A y 4A. Caleta de Vélez. Tel.: 952 03 04 43. Cierra: domingo y lunes. Precio: desde 45 euros.
El producto que ofrece la familia de los «chinchines» en este local está al alcance de muy pocos, lo mismo que el punto que le dan en la cocina ya que tratan el pescado como sólo los pescadores saben hacerlo. Cuando Sebastián Martín y Lourdes Villalobos colgaron los aparejos de pesca (ambos eran patrones de embarcación) y vendieron su barco, montaron un bar y le pusieron de nombre el apodo con el que en el pueblo se conoce a su familia: Chinchín. Aquí la trazabilidad no es una estrategia de marketing, saben exactamente qué barco ha capturado las piezas, dónde, a qué hora… Y así lo reflejan en una pizarra que cambia a diario.
En poco tiempo se han convertido en referencia imprescindible de la costa malagueña. Un rincón secreto donde comer las mejores piezas del Mar de Alborán. El buen trabajo de Belén Abad en la cocina junto a Lourdes y María Martín en la sala y su pareja Marcos Fernández comprando en la lonja han puesto este establecimiento entre los grandes restaurantes de la provincia de Málaga. Frituras de filigrana y guisos para mojar pan. Puedes leer la crítica completa aquí.
Ctra. Cádiz, 131. Benalmádena. Tel: 951 26 49 31. Cierra: no cierra. Precio: 45-65 euros.
Colgado literalmente sobre la playa, este chiringuito de toda la vida (la tercera generación está el frente) ha comenzado un lento cambio. Francisco Muñoz en los fogones, busca del producto de calidad y de la recuperación de recetas tradicionales, aunque en las mesas se mantienen los manteles de papel y el servicio anda siempre acelerado. Merece la pena probar la ortiguilla con jugo de cordero, la ostra con jugo de jamón ibérico Dehesa de los Monteros y la sopa colorá con sardinas, especialidad de Benalmádena y homenaje del cocinero a su abuela. Espetos de sardinas, con sardinas pequeñas pero muy jugosas, cargadas de grasa y el punto de asado perfecto. Por algo es uno de los restaurantes de la provincia de Málaga mejor valorados. Para repetir.
Calle Pablo Casals, 8. Marbella. Tel.: 951 55 00 45. Cierra: domingo y lunes mediodía. Precio: desde 90 euros.
Un referente indiscutible de la alta cocina creativa malagueña. David Olivas, que fuera jefe de cocina de Dani García durante muchos años, decidió volar en solitario y acertó. Le acompaña Fabián Villar, uno de los mejores sumilleres de Andalucía. Siete años les han bastado para asentar este local que comenzó como un híbrido entre restaurante y bar de tapas y que ha ido evolucionando hacia una cocina más formal hasta situarse entre los mejores restaurantes de la provincia de Málaga. Su propuesta muy bien pensada, con menú degustación y carta, ha cuajado entre la clientela nacional y extranjera que vive todo el año en la Costa del Sol.
La croqueta de carabinero con su cabeza es un clásico que nunca falta. Tampoco el atún de almadraba, porra antequerana y pimiento helado, un prodigio de equilibrio y frescor.Muy buena bodega con vinos interesantes por copas. Por la noche el local, con terracita, es encantador. Una dirección segura que nunca defrauda porque cada año le dan una vuelta de tuerca a la oferta para mantenerla viva y chispeante. Lee la crítica completa aquí.
Vicente Blasco Ibáñez, 3. Marbella. Tel.: 952 86 36 26. Cierra: domingo noche y lunes. Precio: desde 20 euros.
Es un bar de barrio, de los de toda la vida, donde las cosas se hacen muy bien. En la zona próxima al campo de futbol, la vitrina de este local es una provocación. Cristobal, el propietario, busca el mejor género en las lonjas locales (marbella, Fuengirola, Estepona y hasta Huelva). Es posible encontrar gambas y centollos de Marbella, les dan un punto perfecto, aunque a veces, cuando las hacen a la plancha se les va un poquito la mano con la sal.
Los huevos fritos con carabineros son un espectáculo. Las frituras dan la talla: pijotas, salmonetes o una gallineta entera. La terraza ocupa la acera, pero el personal es tan encantador que no te das cuenta de que estás en mitad de la vía pública. Es importante reservar, sobre todo los fines de semana.
Calle San Gabriel, 10. San Pedro Alcántara. Tel.: 952 78 01 34. Cierra: lunes. Precio: 30-45 euros.
Es probable que su fritura sea una de las mejores de España y por supuesto de los restaurantes de la provincia de Málaga. La hacen en sartén y en tandas pequeñas, palmeando los boquerones o las pijotas uno a uno, como hacían las amas de casa. Por eso hay que ir a comer sin prisa. Media docena de mesas en el casco antiguo de San Pedro. El la familia Merchán al frente del negocio; la mayoría de la clientela, asiduos. El único lujo del lugar es una materia prima escogida, que Pepe Merchán compra cada día en los mercados locales. Ahora su hijo ha tomado el relevo en la cocina, pero nada ha cambiado. Los pijotas, los salmonetitos, los chopitos, el adobo…todo sigue igual de rico que siempre. Imprescindible la ensalada de patatas picante.
Av. Miguel de Cervantes, 26. San Pedro de Alcántara. Tel.: 676 30 25 61. Cierra: lunes y martes. En verano, solo abre para cenas. Precio: desde 20 euros.
La joven cocinera Alba de Luca (padre italo argentino y madre malagueña) ha convertido su pequeño restaurante en un lugar de peregrinación para todos los amantes de la cocina italiana en la provincia de Málaga. Hay apenas ocho mesas y es imprescindible reservar con antelación (sobre todo los fines de semana) si se quiere disfrutar de sus excelentes recetas. Ella elabora cada día las pastas frescas, rellenas o no, y las salsas con las que las acompaña. Pulcritud técnica y mucha sensibilidad a la hora de combinar ingredientes. Entre nuestros favoritos, la pasta rellena de calabaza, los espagueti con salsa de tomate y los lasagnette. De postre, sin duda hay que pedir el tiramisú, uno de los mejores que hemos probado en mucho tiempo.
Ctra. de Cádiz, N-340, Km 168. Estepona. Tel.: 952 90 42 33. Precio: 45-70 euros.
Uno de los restaurantes donde mejor hemos comido este verano. El cocinero Manuel Marín apuesta por la cocina de producto y se centra fundamentalmente pescados y mariscos, que adquiere a diario en el mercado de Marbella y que después prepara con sencillez y buen tino. Puntos de cocción milimétricos en frituras y asados. También destacan los arroces secos, que cada vez van subiendo de nivel en la Costa del Sol y que en El campanario son realmente buenos, tanto por la calidad de los ingredientes como por el punto que les da Marín: poca grasa, cocción justa y mucho sabor. Una propuesta para noches tranquilas en un ambiente elegante en un bonito jardín tropical al borde de la piscina o junto a la chimenea en invierno. Servicio atento y cordial. Lee la crítica completa aquí.
Con motivo del I Congreso Internacional de Cocina Cinegética pasamos revista a las mejores recetas…
El panadero Fernando Bosque despliega en su local de Las Matas (Madrid) un repertorio suculento
La ONG también ayuda con programas de emprendimiento. Este es el caso de Eloísa que…
Estos son los galardonados en la XVIII edición de los Premios Nacionales de Hostelería.
Los últimos descubrimientos sobre la dieta prehistórica nos dan pistas sobre cómo recuperar buenos hábitos.
Porque nos gusta el buen pan, este es un recorrido con sabor a cereal y…