A pesar de los pesares, Madrid es una fiesta. En la capital no paran de abrirse locales, a pesar de la pandemia. Ni hosteleros ni comensales parecen dispuestos a dejar que el virus gane la batalla de la normal convivencia. Y estos son los nuevos restaurantes y terrazas de Madrid para disfrutar la primavera 2021.
Paseo de María Teresa, 3. Casa de Campo. Teléfono: 91 999 30 14. Desde 30 euros.
Qué buena idea retomar la tradición verbenera ahora que quien tiene una terraza tiene un tesoro. Por eso, los chicos de Triciclo (Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso) han abierto este chiringuito molón junto al lago de la Casa de Campo, donde van a darle candela a la parrilla a base de chuletones y rodaballos. Una propuesta muy atractiva que será éxito seguro: solo hay que pensar en el tórridas noches de julio o en los agradables mediodías madrileños. Además de los asados, una carta facilona para que todo el mundo esté contento: la ensaladilla, croquetas, patatas bravas, torreznos con revolconas, morcilla, chistorra… ¿Quién se resiste?
Almirante, 20. Teléfono: 629 21 76 31. Precio desde: 45 euros.
Cocina nikkei en el corazón del barrio de Justicia. Los dueños de Quispe, han querido hacer un guiño a una de sus cocina natales: la que los japoneses emigrados a Lima desarrollaron durante todo un siglo y que afínales del XX eclosionó con éxito e inundó el mundo. Esos platos mestizos como el tiradito o el cebiche a penas macerado. Aún en rodaje, lo mejor de este atractivo local son los aliños, frescos y chispeantes, con que se aliñan los pescados, y las salsas que acompañan a otras preparaciones como el sanguchito de pulpo con chimichurri nikkei o las gyozas a la crema de ají sobre vinagre negro. Para acompañar va de maravilla el pisco sour que preparan o cualquiera de los cócteles.
Menéndez Pelayo, 15. Teléfono: 910 46 44 08. Precio desde: 30 euros.
Primero fue Sa brisa en Ibiza, después llegó a Madrid y ahora le toca el turno a Can Bonet. Sabores mediterráneos, con querencia catalana en la orilla de El Retiro. Una terraza muy agradable y un comedor luminoso para comidas informales. Escalivada, esqueixada, caracoles a la gormata, butifarra, gambas alistadas y un surtido de arroces componen la oferta de este nuevo restaurante.
Calle Hermanos Bécquer, 5. Teléfono: 917 45 00 51. Precio desde: 40 euros
Los hermanos Max y Stefano Colombo, han desembarcado en Madrid desde Barcelona donde regentan el famoso Xemei y otros locales para inaugurar hace unos meses la osteria il Colombo. Un rinconcito veneciano donde descubrir y disfrutar platos italianos de esta región poco comunes en la capital. Un local recoleto y acogedor que además dispone de un precioso kiosco de cristal convertido en confortable terraza para luchar contra las intromisiones del COVID. Desde la polenta a las pastas con pescado, la carta es un repertorio de especialidades de cocina popular, recetas familiares, ni pretenciosas ni complicadas, que resultan reconfortantes. Son imprescindibles los espaguetis chitarra con boquerones en escabeche y pan rallado, el icónico carpaccio de ternera al estilo del que se creara en el Harry’s Bar de Venecia. De postre, está claro: tiramisú.
Venezuela, 7. Teléfono: 911 08 89 99. Precio desde: 60 euros
El nuevo proyecto de Roberto Ruiz y María Fernández, propietarios del desaparecido Punto MX y el exitoso Salón Cascabel, han puesto la mirada en el México más desconocido, pero gastronómicamente gigante, el que recorre los 1.000 kilómetros de costa de los estados de Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Baja California. Cocina mestiza y fronteriza, que bebe de influencias diversas, incluidas las de la cocina filipina que llegaron con el Galeón de Manila, ruta comercial que entre 1565 y 1815 conectó el Pacífico desde Manila hasta Acapulco. En la carta, escabeches de Sinaloa, aguachiles o tortillas con pescados que se preparan al momento. Recetas sencillas pero muy sabrosas en las que los mariscos cobran relevancia. No hay que perderse los guacamoles ni el taco de lengua con salsa de tomatillo verde y chile chiltepín, un icono de la casquería mexicana. Espectacular carta de mezcales y deliciosos cócteles con y sin alcohol.
Espronceda, 33. Teléfono: 913 30 76 99. Precio desde: 80 euros
Un restaurante dedicado a un solo ingrediente: el buey de wagyu. Esto que en Japón es bastante común, aquí sorprende. Todo en este lugar ha sido diseñado para que el buey se disfrute plenamente. Cada mesa tiene una pequeña parrilla encastrada conocida como sumibiyaki para que los comensales puedan prepararse el buey a su gusto. Un sistema tan tradicional como complejo que obliga a los camareros a transportar el carbón por la sala, aunque sin peligro para el comensal. No hay carta, sólo menús —Akaneya e Hyōgo— de precios más asequibles y el denominado Sansekai que se sirve previo encargo y que incluye wagyu de Kobe (A5) y el «crown melon», una fruta mítica en Japón que alcanza precios exorbitantes. Un lugar especial para una experiencia fuera de lo común con la que disfrutarán los amantes del wagyu.
Calle Jorge Juan, 35. Teléfono: 913 60 90 53. Precio desde: 45 euros.
También el grupo Sagardi se anima a inaugurar local en Madrid en este extraño 2021. Una réplica del que ya funciona en Barcelona. Un gran chiringuito urbano que quiere trasladarnos a las playas de la Costa Brava. Lucida puesta en escena con paredes de ladrillo visto y llamativas lámparas de esparto bajo un techo de vigas azul cobalto. En la carta, cocina mediterránea con el foco puesto en los arroces preparados sobre leña, especialidades marineras y un buen repertorio de carnes y pescados a la parrilla. Cocina sin demasiadas complicaciones con un objetivo: agradar al máximo de comensales posible. Para ello buena selección de materias primas que llegan directas desde las lonjas catalanas. Ahora que es temporada, tal vez sea el momento e ir a tomarse uno erizos y soñar con que estamos al sol de Palafrugel.
Plaza del Valparaíso, 3. Tel: 91 457 91 39. Precio desde: 40 euros.
Una nueva casa de comidas que viene a sumarse a la lista cada vez más larga y apetecible que de este tipo de locales existen en Madrid. Nicolás Marcos fundador de la bodega Dominio de Urogallo (Cangas de Narcea) y el cocinero Javier Vicente Gabo, empujan el proyecto y a un equipo joven y entusiasta. Recetas caseras, ligeramente modificadas, fusionadas en unos casos, refinadas en otros, con las que componen una carta que cuida las chacinas y mima las carnes maduradas, esa moda que cada día tiene más adeptos. Destacan los guisos de cuchara, cuanto más tradicionales mejor y los callo, francamente recomendables. También se hace querer el torrezno, otro bocado que empieza a estar fijo en muchas cartas. Ojo con los vinos porque casi todos son naturales.
Calle de Génova, 27. Teléfono: 911 08 88 81. Precio desde: 40 euros.
Este local es uno de los más animados y concurridos de Madrid. Tal vez porque la comida no es una excusa, como suele suceder en otros sitios chulos donde se come mal, pero uno se lo pasa bien. Aquí, de momento, se come bastante bien y hay ambientazo. Por las tardes dj en directo y los cócteles de Carlos “Charly” Moreno se encargan de alegrar la vida al personal, que bastante mustios estamos. En la carta de comidas y cenas platos tradicionales cocinados con acierto: tortilla de patata, croquetas de jamón casi líquidas, ensaladilla rusa, huevos fritos con carabineros, solomillo frito con ajos y guindilla… Y de postre torrija. Lee nuestra crítica de La Fonda Lironda aquí.
Velázquez, 97. Teléfono: 911 08 88 08. Precio desde: 25 euros.
Inaugurada a finales de 2020, esta taberna castiza trata de replicar las recetas madrileñas en un espacio informal con servicio ininterrumpido desde el desayuno a la cena. Los chefs ejecutivos del grupo Carbón Negro, Hugo Muñoz y Sergio Palomares, se han ocupado de componer un buen repertorio de guisos diarios como los chocos con garbanzos, las fabes, las lentejas o las patatas con costillas que dos jóvenes cocineras, Cris Martín e Inés López, se encargan de poner a punto, junto con especialidades magníficas como la pepitoria. Además, una carta pensada para picar y compartir con molletes rellenos de pringá, patatas bravas, croquetas, boquerones en vinagre y un largo etcétera de recetas castizas que encandilan al comensal. ¡Ah y tiene terraza!
Calle de Prim, 5. Teléfono: 914 45 12 08. Precio desde: 65 euros.
En NaDo (Madrid) el cocinero Iván Domínguez ofrece una visión contemporánea de la cocina gallega. Un sabroso viaje a través del tiempo y el espacio salpicado de deseos, inquietudes, tradiciones, sabores olvidados y recetas que habitan en la memoria que Domínguez ha rescatado para alegría de los madrileños. Nado es un restaurante de contrastes: el silencio de la cocina frente a la algarabía de la sala. La huerta frente al mar. Lo aparentemente escaso frente al derroche de sabor. La convivencia feliz del bogavante y la berza. Domínguez tiene mucho talento. Por eso logra transmitir con tres ingredientes en el plato lo mismo que con toda una despensa. Un lugar diferente para disfrutar de una manera diferente. Lee nuestra crítica de Nado Madrid aquí.
Claudio Coello, 3. Teléfono: 965 14 44 44. Precio desde: 20 euros
El grupo alicantino liderado por Carlos Boch desembarca en Madrid con este local de estética y alma vintage que trata de recuperar la mejor tradición de los bares de tapas españoles. Producto escogido, mucho bajo la etiqueta Manero, buen servicio y una música que hará las delicias de los cincuentones. Un canto al buen vivir mediterráneo, en un espacio para disfrutar comiendo y charlando. Además de ostras, cangrejo real o caviar, laterio fino, salazones, ibéricos, quesos, deliciosos «bikinis», montaditos y canapés. Al frente de la cocina Sergio Sierra, que de momento va y viene desde la casa madre de Alicante para poner el equipo a punto. Él se encarga de las ensaladas, los platos de cuchara, los pescados y las carnes. Pan de John Torres, turrones todo el año y un bar de Dom Perignon único en Madrid, con una estupenda vertical de la casa. Buena selección de vinos por copas. Un buen puñado de razones para pasar a visitarlo. Precios razonables (platos de cuchara 9,90€; bocata de calamares Manero, 9,90€; tabla de ibéricos, 16€; lata de caviar, 39 €; patatas bravas, 7,90 €; ostras, 5,5o €/unidad).
Calle La Pedriza, 6 Pozuelo de Alarcón. Teléfono: 914 88 22 12. Precio desde: 45 euros
Comer en un club de pádel merece la pena si la propuesta gastronómica es tan apetecible como la de Volea: proyecto de Jorge Dávila (sala) y Óscar Portal (cocina). Platos tradicionales, con buena materia prima que se reparten entre dos cartas: barra (más informal con raciones) y restaurante. Están logradas las croquetas y las patatas bravas que se componen como un milhojas (al estilo de Marc Gascón en Barcelona), pero lo mejor son los arroces en paella, del senyoret con rape y caracoles y de pichón con butifarra. También hay hamburguesas, tortilla y mollete de pluma ibérica. Todo al aire libre o en un comedor acristalado de puertas correderas.
Avenida de España, 70. Teléfono: 912 94 90 94 Precio desde: 30 euros
Arroces, platos de verdura y algunas carnes con la firma de Rodrigo de la Calle en un local informal, luminoso y confortable. Una carta pensada para compartir con tortillas, patatas bravas y otras propuestas un poco canallas, a las que se añaden platos de temporada como los guisantes lágrima con huevo, los espárragos y otras verduras estacionales. Los arroces se mantienen siempre y son la seña de la casa. Aunque algunas veces se perciben ciertas irregularidades en la cocina como la incomprensible mezcla de la salsa de las bravas -que es antológica- con una salsa roja y picante de bote. Lee nuestra de Barbecho crítica aquí.
Hyatt Regency Hesperia Madrid Castellana, 57. Precio desde: 50 euros
Prevista su apertura para dentro de un par de semanas, la inauguración del asador de Dani García acaparará la atención de esta primavera recién estrenada. En lo que fuera el mítico Santceloni, templo de la alta cocina y el servicio de reverencia, chisporrotearán las brasas. Leña Madrid será una réplica del asador inaugurado en Marbella hace un año. Un espacio informal pero elegante, con una carta muy variada que incluye desde pollo hasta cortes de wagyu de importación. Mucha acción en la sala con un servicio informal pero muy bien entrenado y una bodega importante. Un asador al estilo de los grandes steak house internacionales.
Si quieres conocer más restaurantes abiertos hace pocos meses lee nuestro artículo Restaurantes nuevos otoño 2020
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