Como escribió Mark Kurlanski en su libro “Sal”, la sal es la única piedra comestible. Cloruro sódico, más o menos puro, que sirve para conservar y sazonar los alimentos y aporta al organismo las cantidades necesarias de sodio y cloro que nos ayudan a mantener el equilibrio hídrico. Durante mucho tiempo fue un importante activo financiero, con ella se enriquecieron reyes y se pagaron ejércitos. Como curiosidad basta decir que la palabra “salario” procede del término latino “salarium” que era la ración diaria de este ingrediente que correspondía a cada ciudadano.
Este es el homenaje que Quique Dacosta hace a la sal del Mediterráneo, ingrediente básico de las salazones y toda la cultura culinaria vinculada a ellas. El video obra del equipo de Attic Films, que fue presentado en Reale Madrid Fusión, es una hermosa alegoría.
QUIQUEDACOSTA / Sal from Attic Films on Vimeo.
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