Cerca de un 75 % de los cultivos alimentarios mundiales depende de la polinización animal. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), las especies se enfrentan a unos índices de extinción entre 100 y 1.000 veces más altos de lo normal debido al impacto del ser humano. Slow Food es una organización internacional, de la que forman parte más de un millón de activistas, cocineros, expertos, jóvenes, productores, pescadores y académicos de 160 países. que concibe un mundo en el que todas las personas puedan acceder a una alimentación buena, limpia y justa.
Con el objetivo de responder a esta devastadora estadística, en el Día Mundial de las Abejas los activistas de Slow Food plantarán arbustos y árboles orgánicos con floración para procurar una fuente de alimentación limpia para los polinizadores. Esta llamada a la acción de alcance mundial se podrá seguir a través de Internet, mediante los hashtags #onetreeforahive #plantoneforpollinators #slowtreesforbees.
«Somos un grupo diverso de personas que creen que hablar sobre el mundo de las abejas y los polinizadores es la clave para observar, estudiar, evaluar y proteger la biodiversidad. Somos un grupo que además procura abrir la puerta para que los conocimientos tradicionales, antiguos e indígenas sobre las prácticas agrícolas sostenibles sean los protagonistas. Sabemos que no puede haber polinizadores sanos si no hay suficientes flores orgánicas durante toda la temporada de cultivo. Por eso pedimos a la gente que actúe», declaran los apicultores Jennifer Holmes de Florida, Terry Oxford de California (EE. UU.) y Guido Cortese de Italia, responsables de la coordinación de las actividades de Slow Food durante este día.
Slow Food pide a los responsables políticos que salven a las abejas. El 9 de mayo se organizó la acción conjunta más reciente en varias ciudades europeas: los apicultores y los grupos medioambientales entregaron una petición firmada por más de 230.000 europeos a sus ministros de agricultura nacionales en 7 capitales europeas solicitando mejorar el modo en que se prueban todos los nuevos pesticidas en la UE. Un grupo local de apicultores y activistas de Slow Food dirigió esta solicitud al Ministerio de Agricultura en Roma pidiéndole al gobierno italiano que protegiera a las abejas contra los pesticidas perjudiciales de forma eficaz. A Slow Food le preocupa que, en ausencia de unas normas estrictas de seguridad, se sigan usando pesticidas letales para las abejas. Slow Food está convencida de que, para salvar a las abejas, la Unión Europea debe prohibir todos los pesticidas que resulten mortales para las abejas en lugar de limitarse tan solo a algunos de ellos.
Crianza en dehesas y curación artesanal son la seña de identidad de este producto inigualable.
Criados en el campo como lo hacían los abuelos son un placer reservado a estas…
Algunos de los cocineros españoles más conocidos nos cuentan cómo es su mesa en estas…
Por la elegancia y finura de su sabor. Madreamiga en segunda posición y Cientotreintagrados en…
La Navidad llega a la tienda del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con una selección de productos…
Primera mujer en ganar el Campeonato Nacional de Parrilla, hablamos con esta pionera de la…