Torrons Vicens ha inaugurado el Museo del turrón y el chocolate de Barcelona. Un espacio único en la ciudad con el que la firma de Agramunt quiere hacer llegar la cultura gastronómica del turrón a todo el mundo. El museo está ubicado en un edificio icónico de 1910 en la Rambla de Canaletas, al que se accede por la tienda que Torrons Vicens abrió hace un año en el mismo lugar.
Con la creación del museo, en una zona tan emblemática de Barcelona como es la Rambla, la firma turronera facilita que se conozca el pasado y el presente de una empresa que ha revolucionado el mundo del turrón y ha contribuido a la consolidación del sector del turrón en Agramunt gracias a su apuesta por la tradición, la innovación y la calidad, los tres pilares de la compañía. Durante el acto de inauguración se anunció la convocatoria del I Campeonato Nacional de Turrón Creativo Maestro Turronero Ángel Velasco, cuya final tendrá lugar en 2024 en la Feria del Turrón de Agramunt.
El museo está ubicado en el número 134 de la Rambla de Canaletes. Para su construcción se ha rehabilitado el antiguo edificio de la Banca Marsans, que data del siglo XIX, realizando una restauración completa de la fachada para recuperar la visibilidad exterior y la transparencia originales, que se habían perdido. Asimismo, se ha renovado totalmente el interior de los dos locales situados en el inmueble. A pie de calle encontramos la tienda Torrons Vicens, inaugurada en septiembre de 2022, un espacio amplio y luminoso de 300 metros cuadrados con una zona de degustación y obrador.
La revolución del mundo del turrón en Agramunt empezó de la mano del padre de Ángel Velasco, Ángel Velasco, quien en el año 2000 adquirió Torrons Vicens, y gracias a su pasión, esfuerzo y visión de futuro transformó una empresa del 1775 en el máximo referente del turrón en Cataluña y en España.
En dos décadas, Torrons Vicens ha sido capaz de desestacionalizar el sector del turrón y convertirlo en un postre de consumo durante todo el año. La consolidación de la red comercial de tiendas Torrons Vicens , con más de 60 puntos de venta en ciudades del territorio nacional e internacional ha contribuido a mejorar la proyección exterior de la D.O.P. Torró d’Agramunt.
El Museo del turrón y el chocolate de Barcelona permite comprender el papel primordial que ha tenido la marca Torrons Vicens en el desarrollo del sector en el municipio de Ponent. A pesar de la evidente evolución del producto, la firma conserva la producción de las variedades más tradicionales como son el turrón duro, el blando y el típico turrón de Agramunt en pequeñas tortas que se sigue elaborando de forma artesana, como antaño.
La transformación y crecimiento de la marca se ha llevado a cabo incorporando nuevos sabores y formatos y con la colaboración de cocineros de primer nivel como José Andrés y Albert Adrià, que acompañó a Ángel Vicens en la inauguración, que han elevado el turrón a la alta gastronomía.
De la parte central de la tienda salen unas escaleras que conectan la tienda con el museo, convirtiendo la tienda y el museo en dos pilares de un mismo proyecto cultural y gastronómico único en la ciudad de Barcelona. El espacio museístico se ha construido en una superficie de unos 370 metros cuadrados y contempla varias salas que narran la historia del sector turronero en Agramunt.
El recorrido por el museo se inicia con una introducción a la historia del Turrón de Agramunt y a la marca Torrons Vicens, desde su nacimiento en 1775 hasta la adquisición de la firma por parte de la familia Velasco en 2000 y en la actualidad.
El museo también explica la evolución de Xocolata Jolonch, propiedad de la familia Velasco, uno de los chocolates más antiguos de Europa (1770) que Torrons Vicens sigue elaborando hoy en día con la receta original y los ingredientes de la máxima calidad.
La elaboración tradicional del chocolate en la taza se recrea en una de las salas del museo, pensada para simular una chocolatería de principios del siglo XX. En la sala encontramos unas ventanas de madera de grandes dimensiones de estilo modernista a través de las cuales se proyectan imágenes reales de la Barcelona de esa época.
La descripción del proceso de elaboración del chocolate se acompaña de piezas del mobiliario original, como la réplica de una nevera de madera de tres siglos de antigüedad. También se decidió aprovechar la antigua caja fuerte de Banca Marsans para colocar en su interior un molino para moler el chocolate.
A través de un cristal transparente, el visitante descubrirá cómo se trabajaba en el molino con la generación de unos hologramas que permiten recrear de forma impresionante la actividad en la fábrica de chocolate del siglo XVIII.
A continuación, se encuentra el espacio inmersivo del museo, una sala oscura de paredes de cristal donde se proyectan imágenes luminosas de la materia prima y de la manipulación de los ingredientes para la elaboración del turrón.
La sala también reproduce los aromas del turrón y en una de las paredes transparentes se proyecta un nuevo holograma que muestra a un grupo de artesanos trabajando el turrón con maquinaria tradicional. En esta sala se muestra la evolución del producto hacia las variedades de turrón más creativas y rompedoras como son el turrón de cereza, de mandarina, de Chupa Chups® o de Donnuts®.
Al final de la visita, el visitante podrá realizar una degustación de turrones y chocolates. Las visitas serán siempre guiadas en grupos de un máximo de 25 personas y se ofrecerán en cuatro idiomas (catalán, castellano, inglés y francés).
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