Los vinos más raros de Rueda: nuestros 5 favoritos

Está claro que Rueda debe su actual fama a los blancos jóvenes, frescos y de arrebatadora expresión frutal elaborados en base de verdejo, variedad estelar de la comarca. Pero con esta uva también se producen complejos blancos de guarda, pacientemente fermentados y criados en barrica. También fragantes espumosos e, incluso, vinos dulces de exótico bouquet, obtenidos de uvas sobremaduradas recogidas en vendimias tardía.

Aún menos conocidos que estos últimos son los ancestrales vinos dorados, generosos elaborados con métodos tradicionales como el asoleado y la crianza en botas según el sistema de criaderas y soleras (sí, como en Jerez o Montilla-Moriles), que fueron la gran especialidad Rueda antes de que, a partir de la década de 1970, las bodegas se volcaran masivamente a producir los joviales verdejos que hoy triunfan en España y el resto del mundo.

Por fin, la postrera rareza en la D.O. Rueda son los vinos tintos, históricamente vedados hasta la entrada en vigor del último reglamento de la Denominación de Origen, en agosto de 2008. Diez años después, los tintos amparados por la D.O. tienen aún una presencia muy minoritaria: en el 2017 se etiquetaron poco más de 350.000 botellas, lo que representa un 0,4% de la producción de la región.

En cualquier caso, aquellos paladares curiosos que quieran aventurarse por los colores, variedades y metodologías menos habituales en el Reino de la Verdejo, pueden empezar por los cinco vinos que en este post proponemos:

1- Dorado de Alberto
Hijos de Alberto Gutiérrez
Vino generoso
PVP: 17,50 €
50 cl
La bodegas Hijos de Alberto Gutiérrez –más conocida como Bodegas De Alberto– tiene el gran mérito de ser la única de Rueda que ha mantenido durante toda su trayectoria la elaboración de histórico vino dorado, ateniéndose rigurosamente a la metodología tradicional:
asoleando el vino joven en damajuanas de vidrio, ¡al aire libre!, durante al menos un año, para luego criarlo de manera estática (al contrario de lo que sucede en Jerez) en enormes botas, que sólo se rellenan en un 30% con el vino asoleado, conservando su madre. De todo este proceso resulta un elixir de atractivo color caoba, con aromas especiados y de frutos secos, equilibrado y persistente, con el alcohol bien integrado. Un generoso a medio camino entre un amontillado y un oloroso seco.

2- Carrasviñas Dorado
Félix Lorenzo Cachazo
Vino generoso
PVP: 9,90 €
75 cl
La de la familia Cachazo es una de las bodegas de Rueda que ha recuperado recientemente la tradición, casi perdida, de los vinos dorados. Su Carrasviñas Dorado introduce, amén de un porcentaje de uva palomino, una pequeña innovación en el proceso de elaboración, vendimiando los racimos de manera tardía para prescindir del tradicional encabezado (añadido de alcohol). De allí que este dorado tenga un grado alcohólico ligeramente inferior al de sus semejantes: 15º (frente al 17º del de De Alberto). Por lo demás, es un generoso fino, complejo pero no exento de frescura, que invita a repetir el trago.

3- Alto Clavidor Camino de la Peña 2014
Bodegas Vidal Soblechero
Vino tinto
PVP: 9,90 €
75 cl
Tempranillo de carácter fino y expresivo, con un perfil más próximo a la delicadeza borgoñona que a la rotunda expresión frutal que distingue a los tintos de la vecina Ribera del Duero. Sus mentores, los hermanos Vidal, afirman que la singular cualidad de este tinto no es casual, sino muy propia del viñedo que le da nombre, plantado por su padre hace más de cuatro décadas en terrenos con subsuelo calcáreo y profusión de cantos rodados en la superficie, en el término de La Seca (Valladolid).

4- Cuatro Rayas Organic Tempranillo 2016
Agrícola Castellana
Vino tinto
PVP: 5,00 €
75 cl
Es una de las novedades más llamativas entre los tintos de Rueda. Y no solamente por estar certificado como vino ecológico y ¡vegano!, sino porque su marca remite a uno de los blancos de verdejo más conocidos del mercado. Lo elabora la cooperativa Agrícola Castellana, líder absoluto de la D.O. en términos de volumen –acapara un 20% de la producción total–, que en las últimas dos décadas jamás ha dejado de elaborar tintos (aunque no siempre bajo la certificación de Denominación de Origen). Con una breve crianza de tres meses en barrica, tiene un perfil goloso y equilibrado, muy propio de la tempranillo.

5- V Dulce de Invierno 2014
Javier Sanz Viticultor
Vino dulce
PVP: 19,90 €
50 cl
Javier Sanz, uno de los viticultores más destacados e inquietos de Rueda, firma este blanco dulce que combina la ubicua verdejo con un 20% de moscatel y resulta de un complejo proceso de elaboración, en tres etapas: vendimia tardía, congelación de los granos y secado natural en un sobrado sombrío. Tras una crianza de 8 meses en barrica, ofrece una expresión aromática muy seductora, con recuerdos de higos, orejones y piel de naranja, y una boca amplia, golosa y satinada, con buen equilibrio entre dulzor y acidez.

Federico Oldenburg

Periodista especializado en vinos y destilados, colaborador de numerosos medios internacionales y jurado de los más prestigiosos certámenes vinícolas.

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