Esta es una selección de vinos rosados para el verano. Vinos de un color maravilloso que ayudan también a apreciar los colores del vino. No son vinos tontones e insustanciales, se trata de elixires de auténtico lujo, fermentados en barrica, con y sin lías, burbujeantes, naturales, frikis, fresquitos… Vinos para beber sin complejos y disfrutarlos en la playa ,en la piscina o en casa. Una estrategia deliciosa para combatir el calor y el tedio.
Hasta hace bien poco –salvo raras y honrosas excepciones– los rosados españoles respondían a un modelo bastante ramplón: color estridente (como si un caramelo de fresa se tratase), aromas artificiosos de fruta roja fresca y un paso fugaz por la boca, con predominio de sensaciones cítricas y empalagoso regusto a golosina.
Empecinados de que este era el perfil que el mercado local demandaba, la mayor parte de viticultores y bodegueros se limitaba a reproducir este modelo, destinando a ello los racimos más mediocres de cada vendimia.
No es de extrañar, pues, que los enómanos más exigentes y los buenos aficionados al vino vernáculo rechazaran sistemáticamente los rosados de este país, que consideraban como un bebedizo sólo apto para chiringuitos de mala muerte.
Claro que no son todos malos recuerdos: también en aquel oscuro pasado los hubo quienes firmaron rosados dignísimos, que incluso eran capaces de madurar bien en botella. Son vinos que aún perviven. Es el caso de Colección 125 Rosado de Chivite (Navarra), el Gran Reserva de Viña Tondonia (Rioja) –que aún hoy sigue saliendo al mercado con diez años años de crianza– y Gran Caus Rosado de Can Ráfols dels Caus (Penedès).
Afortunadamente, hoy las excepciones son muchas más. De un tiempo a esta parte, son numerosas las bodegas y los viticultores de nueva generación que se han puesto la pilas para elaborar rosados de gran calidad, cambiando criterios y exigencias, dinamizando la producción para diversificar también el panorama.
Porque si bien es verdad que en los últimos años muchos se han apuntado a la tendencia de los blancos tenues a la moda provenzal, los hay también que se han atrevido a firmar grandísimos rosés de grand cru, seleccionando las mejores racimos de sus viñedos –como es el caso de Bertrand Sourdais con Le Rosé de Antídoto–, mientras otros investigan con variedades autóctonas en regiones donde antes no se han elaborado rosados (Attis en Rías Baixas) y algún romántico recupera el tradicional clarete contra la corriente el tinto imperante (Ricardo Peñalba de Torremilanos en la Ribera del Duero con su Ojo de Gallo)…
Así las cosas, la voluntad de esta selección es exhibir la diversidad que ofrece actualmente esta tipología (aún más si, como es el caso, se abre la veda para incluir un par de joyas francesas, empezando para la última novedad de quienes son considerados los mejores elaboradores del rosados del mundo, Domaines Ott).
Con ello, en 10 rosados tenemos vinos para todos los gustos: vinos simples y fresquitos para calmar la sed, otros más complejos fermentados en barrica y madurados sobre lías, otros lujosos para conservar en la cava o sorprender a los amigos, también espumosos, claretes naturales, rosados singulares elaborados con variedades insólitas… En fin
Domaines Ott
Vin de France
PVP: 120 €
75 cl
El último lanzamiento de Domaines Ott –la familia conocida por elaborar los mejores rosados del sur de Francia, y algunos de los mejores del mundo– llega al mercado sin denominación de origen porque nace de una selección de los mejores racimos de las fincas provenzales de los tres domaines históricos de Ott: Clos Mireille, Château de Selle y Château Romassan, aunando la mineralidad de uno con la finura de otro y la profundidad del tercero. El buen hacer vinícola de Jean-François y Christian Ott –que ya han vendido la propiedad a la casa Roederer pero siguen al frente de la bodega–, el perfecto balance entre las variedades (80% garnacha tinta y 20% mourvèdre) y un ligero paso por huevos de cemento para afinar las aristas hacen de este Étoile un pura sangre que desde esta, su primera añada, se coloca en el firmamento de los rosados que más brillan de la constelación mundial.
Bodegas Antídoto
D.O. Ribera del Duero
PVP: 54,40 €
75 cl
Bertrand Sourdais, francés del Loira que aterrizó en la Ribera del Duero en 1999 para firmar algunos de los tintos castellanos más interesantes que hemos podido descorchar en los últimos veinte años lustros, primero en el Dominio de Atauta y luego en sus propias bodegas, Antídoto y Dominio de Es, estrenó en la añada 2013 su primer rosado, «concebido desde el mismo viñedo, y no con las uvas que han sido descartadas para los tintos» –apuntó desde el principio el galo–, a partir de variedades autóctonas: tinto fino y la blanca albillo. El resultado de esta aventura es un gran cru, elaborado con racimos de parcelas seleccionadas que conviene guardar unos años en la cava para disfrutar en plenitud: tenue color piel de cebolla, aromas nítidos de fruta roja, con matices minerales, y una boca amable, pero con buena estructura, equilibrio y longitud. Un señor rosé que bien vale lo que cuesta.
Chivite
V.T. 3 Riberas
PVP: 9,50 €
75 cl
De la fructífera colaboración entre el equipo técnico de la centenaria bodega navarra y el restaurante Arzak –que el año pasado también dio a luz un blanco de garnacha– nace este delicioso rosado, elaborado a base de garnacha tinta (60%) y tempranillo (40%), con una suave extracción y criado sobre lías finas. Buen ejemplo de rosado concebido al modo provenzal, pero con finura y la suficiente complejidad para evolucionar con nobleza un par años en la botella. Frescura y mucho más: ambición.
Herederos del Marqués de Riscal
V.T. Castilla y León
PVP: 29,75 €
75 cl
Aunque resulte paradójico, la eminente casa riojana Marqués de Riscal no firma su mejor rosado en Rioja, sino en tierra castellana, a partir de viejas viñas de garnacha y tempranillo y una vinificación innovadora que incluye cuatro meses de crianza sobre lías de sauvignon blanc (80% en acero inoxidable; 20% en barricas de roble francés de 600 litros). Todo ello da como resultado un rosado elegante, que envejece con nobleza en la botella. Dos o tres años resultan perfectos para disfrutarlo en plenitud, cuando aún perviven las sensaciones frutales y va adquiriendo los tonos de madurez de la crianza.
Champagne Taittinger
A.O.C. Champagne
PVP: 54,90 €
75 cl
La gloriosa maison Taittinger hace honor a su fama en este Prestige Rosé elaborado por el método de adittion, con el añadido de un 15% de vino tranquilo –pinot noir de la Montaña de Reims y Les Riceys– sobre una base en la que destaca un 35% de chardonnay que marca el estilo de la casa. El resultado es un champagne rosado de estilo intenso y fogoso, vivaz, expresivo y persistente, que enamora e invita a cometer locuras.
Alta Alella-Celler de Les Aus
D.O. Cava
PVP: 22,40 €
75 cl
Al norte de Barcelona, en Alella, la xarel.lo vermell rara en el Penedès cambia de nombre para convertirse en una uva aún más singular: pansa rosa. Y transmuta, también, en materia prima de vinos muy interesantes. Como el cava Capsigrany, con el que el prestigioso enólogo Josep María Pujol Busquets redobla su apuesta por la ecología para internarse en el universo de los vinos naturales, aquellos que no sólo proceden de viticultura orgánica, sino que además prescinden del añadido de anhídrido sulfuroso. Un espumoso rosado, sí, pero también verde –por su condición bio– y gris, por su exótica coloración y singular perfil aromático, fresco y vinoso.
Un cava seductor que no resiste comparaciones.
Attis Bodegas y Viñedos
Sin D.O. (Rías Baixas)
PVP: 14 €
75 cl
No conforme con su gama de más de veinte referencias, la inquieta bodega de los hermanos Fariña acaba de presentar al mercado su primer rosado, elaborado a partir de variedades autóctonas del Salnés: caiño tinto, pedral y espadeiro. Toda una rareza, ya que esta zona de las Rías Baixas, los rosados brillan por su ausencia. Concebido con la «un rosado atemporal y elegante, versátil y vivaz», este Attis se desmarca claramente de los rosés a la moda de estilo provenzal para apostar por la complejidad, el carácter y las sensaciones vinosas más propias de un tinto, que aporta además la salinidad, acidez y los rasgos atlánticos propios de la zona.
Bodegas Peñalba López
D.O. Ribera del Duero
PVP: 19 €
75 cl
Tenía que ser Ricardo Peñalba, inquieto viticultor de la Ribera del Duero, abanderado de los métodos biodinámicos en una zona tradicional y en una bodega considerada clásica –no por otra cosa es una de las pioneras en la fundación de la D.O.– quien paradójicamente se haya empecinado en resucitar el tradicional clarete en una comarca volcada en la producción de tintos. Con este Torremilanos lo hace, ademas, prescindiendo del añadido de sulfitos –respetando por tanto, los preceptos de los vinos naturales–, buscando la más pura expresión del terroir, que en esta añada (2019) es más fresca y fragante, con el tempranillo ganándole terreno a la viura (aunque también incorpora otras variedades: garnacha, bobal, cariñena, monastrel, malvasía…). Para vinófilos sedientos y amantes de rosados diferentes.
Barón de Ley
D.O.Ca. Rioja
PVP: 7 €
75 cl
Con las viñas de garnacha tinta que crecen en terrazas en la Finca Los Almendros, Pablo Tascón, enólogo de Barón de Ley, ha concebido este rosado de lágrima de inspiración provenzal, con tensión y untuosidad, cuyo color puede llevar a engaño, ya que a primera vista semeja un blanco subido de tono. «Somos conscientes de que es un rosado al límite de color –reconoce su mentor– pero es un vino serio en su filosofía y con una gran personalidad», reivindica. Con tantos rosés españoles al estilo provenzal, no estaría en esta selección de diez destacados no si no sobresaliera por su personalidad aromática, convincente paso por boca y sutil elegancia.
10- Aurora d’Espiells 2018
Juvé & Camps
D.O. Penedès
PVP: 9,50 €
75 cl
Más conocida por sus cavas, Juvé & Camps es una empresa vinícola con raíces centenarias en el Penedès que aúna el privilegio de contar un patrimonio único de viñedo en su región, con una firme convicción por la calidad y la ecología: actualmente la Propiedad de Espiells, con 271 hectáreas reconvertidas al cultivo ecológico, que se dice pronto es uno de los viñedos bio más grandes de esa comunidad. De este jardín orgánico proceden los racimos de pinot noir y xarel.lo que se conjuntan en este Aurora dócil, fresco y vivaz, que en esta añada cambia de traje para ganar empaque, aunque por tensión y acidez sigue siendo un vino ideal para acompañar cocinas asiáticas picantes y especiadas.
https://www.formacionengastronomia.com/p/saber-disfrutar-del-vino-con-federico-oldenburg/
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