Este plato nos lleva a un largo viaje de España a Argentina. Todos los sefardíes están familiarizados con estas tiras delgadas de pasta enrolladas que se fríen rápido y se cubren exquisitamente con azúcar: son increíblemente tiernas y se deshacen en la boca. Aunque se las conoce por muchos nombres diferentes (fijuelas, fazuelos, hojuelas), su forma característica siempre nos recordará inevitablemente a la meguilá de Esther, la historia narrada en un rollo de la Torá que se lee durante la festividad judía de Purim, que es cuando se preparan tradicionalmente las hojuelas.
Así que, en memoria de la historia y del coraje de Esther, remángate, prepara las manos y disponte a hacer estas maravillosas hojuelas. Quedarán aún más ricas y suaves si preparas la masa el día antes de freírla.
Las terrinas fueron durante una época la apoteosis de la gran cocina, después -tal vez…
Los huevos a baja temperatura, que nos resultan tan modernos, en realidad son una tradición…
Fue una de las primeras recetas de cochinillo confitado a baja temperatura y sirvió de…
Una receta fácil y resultona que te hará quedar muy bien con tus invitados empleando…
Una receta de ensalada de espinacas, champiñones, aguacate y bacon que resulta tan sencilla como…
Esta receta de Ceviche de berberechos al Limón nos la compartió “Good Move From Europe”…