Belasco Oro 1580, la cumbre del pacharán
Licor tradicional en las sobremesas de Navarra, La Rioja, Aragón y el País Vasco, el pacharán atesora una historia que se remonta a la Edad Media. Aunque quizás nunca se había presentado en una versión tan excelsa como la que concebido la destilería del grupo La Navarra, que lo eleva hasta la categoría Premium.
Pacharán, el intenso carácter de las bayas de endrino
Incluso los que somos menos afectos a aceptar el chupito de licor después de una buena comida, reconocemos que el pacharán tiene un carácter diferenciado y singular atractivo. Su intenso color rubí, así como su peculiar perfil aromático y sabor afrutado, resultan de la maceración de las bayas del endrino (Prunus spinosa) en aguardiente de anís, con añadido de azúcar.
Si bien en la Europa medieval estaba muy extendido el empleo de las bayas del enebro (Juniperus communis) en la elaboración del destilado que hoy conocemos como ginebra, la antigua receta navarra se diferencia por el empleo de otra variedad de bayas, además del peculiar carácter aromático que determina el añadido de anís en el proceso de destilación.
Los antecedentes de este licor son muy antiguos. Está documentado que el pacharán regó las mesas en el menú que se sirvió en el año 1415 para celebrar la boda de Godofre de Navarra, hijo natural del rey Carlos III, con Doña Teresa de Arellano. También se tiene constancia que la reina Blanca I de Navarra consumió este licor, al que se atribuían propiedades medicinales, en 1441, cuando enfermó y estuvo recluida en el Monasterio de Santa María la Real de Nieva de Segovia.
Belasco Oro 1580, la sublimación del pacharán navarro
Desde entonces, el pacharán se ha consumido tradicionalmente, tanto en Navarra como el País Vasco –incluso al otro lado de la frontera francesa–, Cantabria, La Rioja y Aragón (donde los frutos del endrino reciben el nombre de «arañon»). A partir de la década de 1960, este licor se popularizó en el resto de España.
Sin embargo, la mayor parte de los pacharanes comerciales, de producción industrial, nunca han destacado especialmente por su calidad. De ahí la relevancia de este Belasco Oro 1580, con el que el grupo La Navarra sitúa al pacharán en otra dimensión cualitativa.
Nueva imagen para un pacharán notable
Las virtudes de este notable pacharán navarro se asientan, cómo no, el la selección más esmerada de la materia prima y un preciso proceso de elaboración. Para concebirlo, solo se utilizan las mejores endrinas frescas, con un diámetro que no supera los siete milímetros, que posteriormente se maceran durante dos meses en un aguardiente de anís estrellado de calidad, endulzado con azúcar. Finalmente el licor se filtra hasta cinco veces para eliminar las impurezas. Uno de los factores más decisivos que determinan la excelencia de Belasco Oro 1580 es la alta concentración de endrinas: 300 gramos de bayas por litro de alcohol. El máximo autorizado por la D.O. Pacharán de Navarra
Aunque desde su lanzamiento el pacharán estelar de la destilería La Navarra se distinguió por su llamativa botella de color dorado, el nuevo diseño que Belasco Oro 1580 ha estrenado en este 2024 da más empaque al producto final, respetando el lustroso color dorado del envase.
Así, con un brillante color rubí, aromas de fruta francos e intensos y paladar exuberante y sutilmente anisado, Belasco Oro 1580 sublima la expresión del pacharán y hace honor a su larga historia.