Bonanto, el aperitivo definitivo
El elixir de los aperitivos
La categoría de los aperitivos es, por su propia naturaleza, un batiburrillo donde caben por igual bebedizos perversos, artificiales y endulcorados hasta el pico glucémico, hasta maravillas como este Bonanto que aquí nos ocupa.
Un elixir que combina lo mejor de los vermuts y los licores, desarrollado en Barcelona hace un par de años a través de una receta de autor por tres expertos –Sergi Figueras, Javier Caballero y Marc Álvarez– y que no ha tenido más difusión desde entonces quizás por su pequeña producción o equívoca distribución –vaya uno a saber– pero que desde luego engancha: el que lo prueba, repite, porque supera con creces a la mayor parte de los aperitivos comerciales del mercado, tanto si se lo toma solo, on the rocks, como en otros preparados mixológicos (incluido el celestial negroni).
Un rabioso color rojo
Ahora bien, ¿cuál es el secreto de la fórmula del magnífico Bonanto, que luce –como no podía ser de otra forma– un fabuloso packaging de diseño made in Barcelona y un rabioso color rojo brillante que llama a la vista (y a la sed). Se trata de un aperitivo de base vínica –como los mejores en su género–, con más de 30 hierbas y raíces mediterráneas, maceradas en frío durante dos meses, cítricos seleccionados, un destilado de cereza con un toque de manzana, que le otorgan frescor y untuosidad.
Los 22º de volumen alcohólico de brindan suficiente carácter para beber con hielo o combinar con otras bebidas, especialmente las que le aporten un toque frizzante (tónica, soda, etc).
Así las cosas, Bonanto es un aperitivo con buena intensidad y frescor en la parte aromática, con recuerdos de bosque mediterráneo (notas de tomillo, albahaca, laurel), con algunas sensaciones picantes que remiten al jengibre, sobre un fondo frutal dulzón con acentos cítricos.
El paladar es amable y goloso, el apunte de la cereza es nítido y bien contrastado con las sensaciones cítricas, especiadas y picantes. El punto amargo contribuye a prolongar la persistencia y la profundidad del sabor.
Muy bien Jaime; para gustos, los colores. Pero son cosas muy distintas. Saludos!
Me quedo con mi oloroso o con vermut jerezano para combinados