Gramona Enoteca Brut 2000, un cava estratosférico para competir con los mejores champagnes
Los mejores productores de cava comienzan por fin a sacudirse sus propios prejuicios para superar los complejos que históricamente les han maniatado a la hora de elaborar grandes vinos.
Porque, claro, a pesar de su larga tradición y evidente éxito dentro y fuera de las fronteras españolas, el cava siempre ha tenido que sufrir las inevitables comparaciones con el más excelso de los vinos espumosos, el champagne. Debido a ello, durante mucho tiempo el cava ha preferido adoptar un perfil más bien bajo, conformándose con presentar al mercado vinos fragantes y agradables, de precio amable, pero sobre todo sencillos, sin mayores ambiciones.
Una de las raras excepciones a esta regla es Gramona, que ha apostado desde sus inicios –pero sobre todo en las últimas décadas– por apuntar a la excelencia, seleccionando con mayor rigor las materias primas y criando sus cavas en los subsuelos de la bodega de Sant Sadurní d'Anoia durante largos períodos. Valga como ejemplo de esta filosofía el delicioso Celler Batlle, que ha sido hasta hace muy poco el cava más añejodel mercado, con más de ocho años de crianza en rimas.
Hoy, Celler Batlle ha sido desbancado por dos cavas de la misma firma, los flamantes Gramona Enoteca –Brut y Brut Nature, de la añada 2000–, que acaban llegar a la calle tras doce años de añejamiento. Se trata de vinos suntuosos, elaborados con la máxima ambición: competir en igualdad de condiciones con las grandes cuvées de Champagne en la Champions League de los espumosos.
Ambos están elaborados a partir del mismo coupage (75% xarelo, 25% macabeo) de uvas que crecen en el pago de La Plana. Han sido sometidos al mismo proceso de segunda fermentación en botella, con tapón de corcho durante ¡160 meses! La única diferencia es que el que aquí nos ocupa incorpora un moderado dosage de 6 gramos de licor –producido también por Gramona–, tras el tradicional degüelle de la botella. Así, el Enoteca Brut 2000 resulta un poco más goloso y cremoso en el paso por boca que su hermano Brut Nature, de expresión más pura y mineral.
En todo caso, los Enoteca son cavas de altura estratosférica, capaces de seducir incluso a los champanófilos más radicales.