Korde Blanc, el nuevo gran Ribera del Duero blanco es mezcla de añadas

Korde Blanc, la última novedad de bodegas Pinea es un ejemplo de los magníficos blancos que pueden elaborarse en la D.O. Ribera del Duero partir de la variedad albillo.

Tras décadas sin considerar a los blancos en sus estatutos, la D.O. Ribera del Duero incluyó en 2019 esta tipología en su sistema de clasificación. Acotando que fueran aquellos vinos elaborados con la variedad autóctona albillo los que pudieran acogerse a la protección de la Denominación de Origen castellano-leonesa, que hasta entonces solo había admitido tintos y rosados.

Los nuevos blancos de la Ribera del Duero, que comenzaron a comercializarse a partir del 2020, nacieron con la voluntad de apuntar a una gama alta, lejos de competir con sus vecinos, los populares «verdejos» de Rueda. El objetivo era ser blancos complejos y con capacidad de madurar largos años en botella, capacidad que atesora la albillo. Aunque pronto aparecieron en el mercado algunos ejemplos que no parecían responder a esos anhelos.

Bodegas Pinea, pasión vinícola bien entendida 

Hete aquí, en cambio, un buen ejemplo de lo que El Bar de Gastroactitud esperamos de un gran blanco de la Ribera del Duero. Flamante novedad que presenta la bodega Pinea y sintetiza toda la ambición del proyecto que han emprendido los mexicanos Vicente Pliego y Hugo del Pozzo en uno de los terruños más preciados de la provincia de Burgos, el entorno de las localidades de Olmedillo de Roa y Villatuelda. Korde Blanc representa la pasión vinícola mejor entendida, el deseo de experimentar, la búsqueda de la excelencia e incluso aceptar el riesgo de romper con las reglar preestablecidas cuando el resultado puede merecer la pena.

Puede que a algunos les llame la atención que uno de los mejores vinos que represente a la nueva Ribera del Duero blanca lleve la firma de bodegueros que se estrenan en el oficio. Y aún más cuando estos llegan de México, un país con escasa cultura en materia de vinos. Pero hay que conocer a Vicente Pliego, las reflexiones que le hicieron plantarse bajo la sombra de aquel soberbio ejemplar de Pinus pinea –el mismo que le dio nombre a su bodega– y lanzar su proyecto en el impronunciable pueblo de Quintanamanvirgo, para comprender sus razones, sus metas y sus aciertos.

También hay que tener la suerte de haber catado sus otros vinos, como el soberbio Pinea, que aspira a ser uno de los más grandes tintos del Duero, o el magnífico Korde Rosé, que ya mismo es uno de los mejores rosados de España. Para así  comprender que es capaz de firmar uno de los blancos con más potencial de la Ribera del Duero.

El ejemplar de Pinus pinea que inspiró el nombre de la bodega

Korde Blanc y la tradición de la mezcla de añadas

Sobre Korde Blanc es obligado apuntar, desde luego, que tiene la rara característica de ser un vino elaborado a partir de dos añadas. Al menos el que hemos tenido la suerte de probar, combina el carácter de las uvas de las vendimias de 2020 y 2021.

La tradición de mezclar los vinos de diversas añadas, que era norma en la antigüedad y luego se perdió para subrayar la expresión de cada añada, tiene la ventaja de que da armas al enólogo para poder encontrar el equilibrio: lo que una añada no tiene, lo otorga otra. Así es como uno de los mejores vinos de España, Vega Sicilia Reserva Especial, nace de una mezcla de tres añadas. Y hoy son varios los vinos que están recuperando esta antigua tradición. Korde Blanc, es uno de ellos. Quienes tengan la suerte de probarlo, disfrutarán de su perfil complejo y suculento, sin dejar de restar expresión a la fruta, de recuerdos cítricos y de melocotón, sobre un fondo mineral y especiado. Es un blanco formidable que tiene largo recorrido y un potencial de guarda considerable.