Las Quintas 2016, el tinto de oro de Fuentes del Silencio
Aunque parezca poco probable encontrar en España un terruño aún inexplorado –o poco conocido, al menos– para el quehacer vinícola, lo cierto es que Miguel Ángel Alonso y María José Galera lo han conseguido.
Con el apoyo de la enóloga Marta Ramas, el matrimonio –propietario de la bodega Fuentes del Silencio– se ha consagrado a desentrañar el encanto en un viñedo peculiar, en la comarca leonesa de Jamuz.
En principio, la mayor singularidad de las viejas viñas –plantadas con mencía, alicante bouschet, prieto picudo y otras variedades propias de un territorio fronterizo– parecía ser su raro sistema de conducción: las cepas son rastreras y extienden sus brazos por los suelos de arena, lo que dificulta sobremanera la poda y demás cuidados del viñedo.
Pero recientemente, estas viñas han sido estudiadas por la compañía Biome Makers –de Silicon Valley–, que ha descubierto su excepcional biodiversidad. El singular microbioma de este viñedo viene dado por la naturaleza del terreno: conglomerados arenoso-arcillosos con ricos sedimentos auríferos. No por otra cosa, en el terreno donde hoy crecen las vides que dan lugar al tinto Las Quintas se encuentra en el lugar donde estuvo situada la mina de oro más importante del imperio romano.
Por ello, la empresa estadounidense ha decidido bautizar este terruño leonés como Auro terroir. Lo que llena de lujuriosa intriga a los paladares curiosos y anima a probar este tinto lleno de encantos, con frescos recuerdos de fruta roja, acentos tostados, minerales –de oro, quién sabe…– bien pulido, de trago amable y loable nobleza. Un tinto que vale oro, vamos. (¡Y no por el precio!)