Macizo 2010, un blanco para reconciliarse con Cataluña
Aún cuando este titular puede parecer políticamente tendencioso, me reafirmo en él para esgrimir un argumento que bien vale la pena hacer público: considero tremendamente injusto, absurdo y perjudicial –para el conjunto del sector vinícola español– lo que está sucediendo con los vinos catalanes en Madrid y otras regiones de este maltrecho país llamado España.
No faltará sin duda quien piense que no debería meterme en estos embolados, pero cuando me siento en una barra y me cuentan que un vino como Macizo 2010 tiene serias dificultades para venderse en la capital del reino, la sangre me hierve.
Y no solamente porque en el caso particular de Macizo el silenciado boicot a los productos catalanes que está teniendo lugar en Madrid resulte especialmente desatinado –teniendo en cuenta que se trata de un vino producido por un viticultor riojano, que apuesta por ampliar su negocio en Cataluña–, sino porque los vinos, la gastronomía y cualquier otra expresión de la cultura catalana debe ser respetada, apreciada y disfrutada por todos los españoles, sin importar cual sea su posición respecto a la consulta independentista que se está debatiendo en estos días.
Por tanto, desde este post, invito a celebrar la llegada del 2014 con una copa de Macizo 2010, un blanco delicioso elaborado por uno de los más brillantes viticultores riojanos –Benjamín Romeo, artífice de Contador, nada menos– en el macizo del Garraf, uno de los terruños más singulares del Penedès.
Complejo, rico, amplio, y con un carácter mineral muy marcado, este Macizo invita a pensar que la patria de los aficionados al buen vino es una sola y no admite escisiones, porque se rige por unos principios que están muy por encima de los mezquinos intereses políticos, soberanistas o centralistas, lo mismo da.
Holeeee………! Si senyor.