Para padres complicados, ginebra Simple
En estas fechas, siempre me veo en la obligación de recomendar algún brebaje que resulte lo suficientemente digno y representativo como para ejercer de regalo arrojadizo, destinado a aquellos padres que merecen ser homenajeados en el Día del Padre.
Para no meter la pata, a la hora de señalar la botella en cuestión suelo ponerme del lado del regalado, sencillo ardid para un pater familias como este servidor, que ha (mal)criado a una progenie de, al menos, tres retoños. Y entonces me pregunto: ¿Qué regalo me gustaría recibir?
Obviando la obviedad –con perdón– de que cualquier obsequio pergeñado desde el amor sincero resulta gratificante, aún cuando no se adecue a los gustos y necesidades del destinatario, la mayor parte de los padres podemos dar fe de haber recibido regalos inútiles de toda especie: corbatas imponibles, colonias apestosas, bufandas tremebundas, incluso algún libro inabordable…
Tan extensa es la relación de obsequios desacertados que justifica, a fin de cuentas, la efectividad de cualquier bebedizo como regalo ciertamente práctico: algún día, más tarde o más temprano, daremos cuenta de él.
Una botella de ginebra, por ejemplo, puede ser una buena elección. Pero, claro, la abundante oferta de marcas de este tipo de destilado hace difícil el acierto. ¿Qué bebe papá? ¿Prefiere las London Dry Gin de toda la vida o también se ha rendido a la moda del pepino y las rosas de Bulgaria? ¿Le chiflan los frutos rojos y la flor de saúco o sigue siendo un incondicional de enebro?
Para neutralizar todas estas dudas y evitar angustias, es preferible ir a lo más simple. A Simple Gin, que así se llama la ginebra que remite a la más pura esencia de este destilado para reventar conceptos abstractos, esnobismos de categoría Premium y demás argucias del marketing etílico con una carta de presentación de lógica impepinable: Setenta centilitros de ginebra elaborada con los ingredientes que componen las buenas ginebras. Así de simple.
Aunque hay que decir que la ginebra que ha hecho de la simpleza una bandera es, a la par que simple, impecable. Lo cual sin duda viene dado su simple y riguroso método de producción, que distingue aquellos botánicos que se destilan individualmente (enebro, brotes de pino escocés y piel de limón) de los que se infusionan (semillas de cilantro, flor de saúco, flor de salvia, raíz de angélica, semillas de cardamomo y nuez moscada) para que el resultado final sea equilibrado y satisfactorio. Así de simple.
Los padres afectos al gin&tonic que tengan la suerte de recibir en su día este regalo tan Simple, deben saber que esta ginebra se disfruta poniendo en práctica una receta igualmente simple: vaso grande, hielo robusto, 4 cl de Simple Gin, tónica-de-toda-la-vida y piel de limón. Nada más.
¡Felicidades!