Son D Sol 2021, el Pedro Ximénez seco de Toledo sin prejuicios
¿Pedro Ximénez en el viñedo de Toledo? Son D Sol 2021 demuestra que en el mundo del vino todo es posible. Si está hecho con buen tino. Y pasión.
Pasión, desde luego, es lo que no falta en Marisol Rubio, la bodega impulsada por los hermanos Piedad y Jorge Garrido Rubio en el pueblo toledano de Villanueva de Alcardete. Y que bautizaron en honor a su madre, tras su fallecimiento.
Su padre, Cipriano, siempre estuvo convencido del potencial que tenía la Pedro Ximénez en los viñedos del Paraje de la Rizosa, pero no fue hasta que sus hijos se volcaran en esta aventura bodeguera, cuando ha podido hacer realidad su sueño de ver los racimos de su finca convertidos en vinos de calidad.
El potencial de la Pedro Ximénez en Toledo
Actualmente, las 25 hectáreas de viñedo que abarca la finca de la familia están parceladas en diferentes áreas, que se vendimian y seleccionan de manera independiente. Esto ha permitido que Marisol Rubio haya revelado, en años recientes, el potencial de la Pedro Ximénez de crece en su propiedad, gracias a dos cuvées que han tenido particular relevancia: CIPMA I y CIPMA II. En ambos, esta variedad, más habitual en el sur de España –aunque ya sabemos que ha estado extendida por la práctica totalidad del viñedo peninsular–, ofrece una expresión singular. Los suelos francos-calizos de esta parte del territorio toledano, y la altitud de los viñedos –más de 800 metros sobre el nivel del mar– sugieren una elegancia distintiva, personalidad y frescura.
Por lo demás, los vinos de esta bodega tienen un factor diferencial: están hechos por el amor a una madre que se fue antes de tiempo. Ese amor es el que ha llevado a Jorge Garrido a elaborar unos vinos tan especiales, al igual que a su hermana Piedad –periodista de profesión– a recorrer los restaurantes de España promocionando los vinos de su bodega. Doy fe que lo han hecho con tanto ahínco que ya no queda nadie en este sector que no haya tenido noticia de ellos.
Son D Sol 2021, un blanco inesperado de Pedro Ximénez
Volviendo al vino que hoy nos ocupa, Son D Sol 2021 tiene una ventaja respecto a sus predecesores. Aún siendo más asequible y, en principio, sencillo que sus «hermanos mayores», atesora la virtud de estar despojado de la madera que afecta –en demasía, a criterio de quien esto firma– a los dos CIMA. Fermentado en hormigón, preserva la expresión de la variedad en este terruño peculiar, ofreciendo notas muy nítidas de fruta blanca de hueso (paraguaya, melocotón) y notas herbáceas mentoladas. La fina acidez le aporta un paso por boca y una textura deliciosa, con recuerdos de pomelo rosa, mandarina e incluso alguna hierba exótica. En síntesis, un blanco inesperado de Pedro Ximénez, Son D Sol está construido con amor y sin prejuicios. ¡Hay que probarlo!