Viñedo Saturno 2020, el rico legado de los abuelos en El Bierzo
Publicado el 7 diciembre, 2021
En su empecinada búsqueda del legado vitícola de las generaciones que nos precedieron, en su proyecto más ambicioso y personal –muy bien bautizado como Pago de los Abuelos– el joven enólogo y viticultor berciano Nacho Álvarez ha encontrado una gema de enorme valor: un viñedo de mencía plantado en 1902, en suelos calizos, a 550 metros de altitud cultivado en laderas, con una inclinación del 35%. La vieja viña se encuentra en una zona de gran interés vinícola, San Juan de Paluezas, con escaso desarrollo enológico a pesar de su enorme potencial.
Cinco vinos para un proyecto
De allí que este área, en torno al municipio de Borrenes y próximo al entorno paisajístico de Las Médulas, haya sido el elegido por Álvarez para desarrollar su proyecto de recuperación de las viñas olvidadas de los abuelos, que actualmente suma 26 viñedos en propiedad, con los que elabora cinco vinos, dos blancos, otros tantos tintos y un rosado.
El que hoy nos ocupa es noticia por ser su última novedad en el mercado: el tinto Viñedo Saturno 2020. Procede de las viejas mencías que antes mencionábamos.
La singularidad de su origen, según su mentor, viene dada por los suelos calizos «que imprimen baja acidez y un frescor poco habitual a los vinos de esta variedad en esta zona».
Otra mirada sobre la mencía
Vendimiado manualmente en un terreno que exige grandes esfuerzos a los viticultores debido a las características del terreno, fue vinificado en madera, con fermentación alcohólica en depósitos troncocónicos de roble francés y maloláctica en barricas de 225 litros, donde también permaneció en un proceso de crianza durante ocho meses.
Tinto de mencía muy diferenciado, apunta un color cereza intenso, aromas de frutos silvestres (moras, frambuesas) finos y expresivos, con algún matiz herbáceo y balsámico, y un paso por boca fresco, amplio, equilibrado y persistente, de gran nobleza y tipicidad.
Una nueva perspectiva sobre la mencía que vale la pena probar y una contribución a la recuperación del patrimonio vitícola de El Bierzo.
