Con su buen criterio, su destreza técnica y su sensibilidad ha convertido algunos platos de recetario popular en bocados de alta cocina contemporánea. Trabajador tenaz, inquieto y curioso, sus propuestas, ligeras y reconfortantes, realzan las materias primas del entorno, pero también hacen pequeños guiños a la despensa global, porque -según él mismo admite- no se puede volver la espalda a la realidad.

Consciente de que lo importante es el quehacer diario, es un corredos de fondo, jovial y optimista, que transmite a los que le rodean la ilusión por el trabajo. Cauto y sensato, se declara incondicional de las nuevas tecnologías y no duda en afrontar nuevos retos pero sus movimientos siempre son calculados: esa es la clave del éxito. 

Aunque apenas pasa de los 40 años ha dejado ya algunos platos míticos como su famosa merluza rebozada a 45ºC, plato inspirado en la que preparaba su madre, la gran cocinera Marisa Sánchez, a quien también debe la receta de las míticas coquetas del Echaurren