Mario Sandoval es la cabeza más visible de una dinastía de hosteleros madrileños, que tienen el mérito de haber conquistado el Sur de la provincia para la alta cocina. Los abuelos comenzaron con un asador, Coque, que los padres modernizaron y que los nietos han convertido en un lugar de referencia gastronómica, en el que se alternan la alta cocina con el tradicional asado de cochinillo, tal vez el mejor de España, por varias razones: raza del animal, edad y técnica de asado.

Mario, comenzó a destacar como profesional cuando fue elegido para representar a España en la prestigiosa competición internacional Bocouse d’Or. Su paso por el famoso evento de Lyon, y posterior aparición en el programa televisivo La cocina del Infierno –junto a Sergi Arola– hicieron de él un cocinero conocido, aunque tal vez no beneficiaron mucho a su cocina que se movió durante algún tiempo por rumbos poco definidos.

Después, Sandoval, animado y respaldado por sus hermanos Rafael y Diego, y por el resto de la familia, se centró en un interesante trabajo de investigación sobre la hidrólisis del huevo (ayudado por científicos del CIAL y el CSIC) que aumenta las posibilidades culinarias del mismo, tanto de la clara como de la yema.  Año a año ha seguido consolidando estudios e investigaciones.

Desde hace tiempo soltó lastre, se despojó de influencias y enseñanzas y comenzó a buscar un camino propio. Técnicamente fue creciendo y sacando el potencial que lleva dentro.

En 2018 Coque se trasladó a Madrid haciendo realidad el sueño de los hermanos Sandoval. Ahora  el restaurante familiar que nació en Humanes ocupa un imponente local en la elegante calle de Fortuny en el barrio de Chamberí. Tiene dos estrellas en la guía Michelin.

Además del restaurante Coque, Mario Sandoval dirige La Romaneè, un  popular salón de banquetes. En 2020 junto con sus hermanos ha inaugurado Coquetto Bar.

Ganador del Premio Nacional de Gastronomía 2013.