Oriol Castro
Castro es uno de “los chicos de elBulli”. Pertenece al selecto club de los lugartenientes de Ferran Adrià. Un profesional magnífico que por trabajar a las órdenes del mejor, supo quedarse en un segundo plano. Ahora ha encontrado su espacio en Compartir.
Ha sido durante muchos años un cocinero en la sombra. Qué difícil para un cocinero, en estos tiempos de celebritiesy shows mediáticos, frenar el ego y dedicarse a cocinar. Pertenece a ese batallòn de élite que dirigía las cocinas de elBulli, profesionales de una talla inconmensurable y un conocimiento enciclopédico, que hacían realidad los sueños visionarios de Adrià temporada tras temporada. Entró en elBulli en 1997. En 2008 se hizo cargo del elTaller junto con Albert Adrià. Algo que pocos saben es que en 1995 fue declarado mejor pastelero de España y que el único estage que adorna su currículo fue con Michel Bras.
La primavera pasada, hace casi un año, inauguró un restaurante en Cadaqués, junto con sus compañeros “bulliaticos” Eduard Xatruch y Mateu Casañas. Ellos tres se ocupan de la parte conceptual, del día a día se encarga un equipo de jóvenes cocineros capitaneados por Marc Llach. Antes de abrir ya se habían escrito ríos de tinta. El espacio, informal y encantador, ofrece una cocina sin pretensiones, pero que esconde toda la envergadura técnica de sus mentores. Aunque lo parezca, nada de lo que llega a la mesa es “normal”; todo tiene tratamientos metódicos, puntos de cocción precisos, aderezos impensables. Cocina pensada, probada, reflexionada, medida. Entre sus especialidades, sardinas marinadas, gazpacho, pan con tomate, jamón cocido con pimentón, navajas con limón, arroces marineros, costillas de conejo, huevo con crema de patata, o pollo guisado. Recetas tradicionales, que en sus manos se convierten en propuestas singulares, aunque no quieran.
Paralelamente Castro continúa su trabajo en la BulliFoundation, o lo que es lo mismo, sigue dando forma a los delirios culinarios de Adrià.
Investigación y reflexión son los ejes que marcan su quehacer profesional. Es un estudioso de la cocina –con su aspecto elegante de estudiante universitario- que no ha perdido la ilusión por remangarse y ponerse en acción ente cazos y sartenes. ¡Ama cocinar!
Quiero que seas mi maestro!!!!!!!!!!!!!!!!!!