Han bastado solo unos meses para que figure en la agenda de los turistas eco que visitan Barcelona. En sus mesas se escucha hablar inglés, sueco, alemán, koreano… Es un restaurante vegetariano para no vegetarianos. Su lema: come mejor, se feliz, vive más. Toda una filosofía de vida resumida en tres aserciones.
Julia Pérez Lozano
Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.
Publicado 06/05/2015
El espacio es luminoso, acogedor y respetuoso con el medio ambiente. En él se ofrecen productos ecológicos cocinados de manera natural: pocos fritos y mucha cocción al vapor. Esta es la versión hispana de la healthy food que triunfa en Estados Unidos. Un capítulo novedoso donde –por supuesto- tienen cabida los famosos superfoods, el talismán nutricional de las celebryties, entre los que se encuentran la chia, la maca, el algarrobo, el fitoplancton, el te matcha, la cúrcuma, el cacao, el flax (semillas de lino) y el kale (tipo de col verde), productos que dan nombre al local.
Look hipster, mesas corridas, muebles reciclados y un gran obrador en el que se elaboran a la vista del cliente más de 30 especialidades de cocina flexiteriana (flexible y vegetariana) que componen las seis cartas que cubren desde el desayuno hasta la cena y el brunch de los fines de semana. Una oferta salpicada de conceptos como “raw food” (comida cruda), “gluten free” (sin gluten), “oil fish” (aceites con ácidos grasos omega 3) o zumos “press cold” sistema de extracción que respeta los nutrientes de las frutas y verduras que se venden en la zumería anexa y que se preparan a diario a la vista de los clientes. ¡Excepcionales!
En definitiva, guiños de marketing que ayudan a hacer visible un estilo de cocina con ciertas pretensiones gastronómicas que persigue encandilar a todos aquellos preocupados por comer de un modo saludable, platos sabrosos, sin importarles lo que incluya el menú: vegetales, huevos y pescado azul (20%). Todo está equilibrado y medido da igual lo que se elija: sandía a la parrilla, ensalada de quínoa, escudella vegetal, arroz negro con frutos secos –muy logrado-, mini hamburguesa de salmón, pastel de chocolate…
Hace 30 años Teresa Carles, la propietaria y su marido abrieron el primer restaurante vegetariano de Lérida, que hoy sigue en activo, junto a los locales que regentan en Barcelona. El reto fue entonces el mismo que hoy hacer atractiva la cocina vegetal en una sociedad donde se valora, sobre todo la proteína animal y animar a la gente a comer “sano y rico”.
INSTALACIONES |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Valoración general |
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Sala |
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Aseos |
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Bodega |
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SERVICIO |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Servicio sala |
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Servicio vinos |
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EQUIPAMIENTO |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Valoración general |
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Lencería |
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Vajilla |
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Copas |
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COCINA |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Valoración general |
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Cocina |
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Grado de innovación |
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Presentación |
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Pastelería |
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Equilibrio en los platos |
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Calidad materia prima |
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Valoración dietética |
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COMPLEMENTOS |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Valoración general |
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Café |
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Pan |
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Aceite |
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Infusiones |
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BODEGA |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Valoración general |
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Licores |
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Relación calidad/precio |
Seleccione relación |
ELEMENTOS AMBIENTALES |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Valoración general |
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Ambiente |
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Decoración |
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Zona de copas |
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Ruido |
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Iluminación |
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Espacio |
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Confort |
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PRECIO |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Relación calidad/precio |
Buena |
Relación precio/placer |
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GENERALES |
PUNTUACIÓN [0-10] |
Puntuación total |
5 |