Denia lleva muchos años siendo uno de los mejores destinos vacacionales de España. A su suave clima y estupenda costa, se une una oferta gastronómica variada y sana.


La cocina mediterránea, la tradición, los arroces, los pescados y los mariscos de la costa marcan la pauta.  Propuestas para todos los gustos y bolsillos, incluidos los grandes restaurantes, como el del famoso cocinero Quique Dacosta.  Los restaurantes de Denia dan para mucho: un par de semanas comiendo bien (o a veces en la playa no tanto) y sin repetir mesa.

La Calma (cerrado)

Carrer Riu Alcorá 14. Tel.: 966288587. Precio medio: 35 € 

Un sitio especial que no se puede definir ni como un chiringuito de playa ni como un restaurante formal, aunque tenga parte de las dos cosas. Agradable terraza casi en la misma playa y salón cubierto con aire acondicionado, mucho menos apetecible. Mariscos, clochinas (mejillones), ostras, pescados frescos y algunos otros platos con desigual acierto. Donde hay regularidad y éxito es en sus estupendos arroces, como el del senyoret. Arroz en su punto, suelto y sin reblandecer, con un estupendo sabor del fumet de pescado. También se resuelven bien las fideuás, como la de pato y foie, sabrosa y con el contrapunto de una cebolla dulce.

Solo admiten un caldero por mesa, salvo que se haya avisado previamente al hacer la reserva. Así que los grupos que quieran probar más de un tipo tienen que tenerlo en cuenta. La carta de vinos tiene buenas referencias. Lástima que flojeen los postres, entre los que se salva una decente tarta de zanahoria. El servicio es bastante mejorable aunque siempre con buena disposición. Precios razonables.

 

El Chiringuito Beach

Carrer Mar Jónica 14. Tel.: 965781736. Precio Medio: 45 €

Se trata de un restaurante familiar al lado del mar en el que se preocupan por conseguir muy buen pescado y marisco de la lonja y tratarlo de la mejor forma posible. Tienen una carta impresa muy básica, pero lo más interesante es lo que aparece en la pizarra, donde escriben a mano el producto que traen cada día. Allí se enumeran platos como las tellinas (coquinas), la gamba roja de Denia, las huevas de atún de almadraba y los pescados frescos que preparan correctamente en la cocina.

Gallo San Pedro, rodaballos y atún no suelen faltar, y los tratan con sencillez y acierto para que queden jugosos. Las cocochas en dos preparaciones, plancha y rebozadas, son de notable. El calamar a la plancha es otro acierto. La selección de vinos es mejorable y se agradecería mayor atención a los de la zona. Se cena en la terraza, muy informal, y tiene unas mesas al lado de la playa, ideales para ver el atardecer o tomar una copa después de la cena. El servicio, en el que participan los propios dueños, se preocupa de que los comensales elijan bien y estén a gusto. Además, los precios son muy razonables para la calidad del producto que ofrecen. Un lugar para disfrutar.

 

Puro Beach Denia (cerrado)

Carretera Les Marines Racons a Dénia 8A. Tel.: 965997076. Precio medio: 35 (más 20 de alquiler de tumbona)

Club de playa recién inaugurado en 2019 con el estilo lujoso que caracteriza a la marca. Tumbonas al lado de la agradable piscina (conviene reservarlas en fin de semana), barra de cocktails y bebidas, terraza con mesas para comer y un pequeño salón interior. Buen ambiente, música chill out y mucha gente “guapa”. Una pequeña tienda y un espacio para masajes completan el lugar.

La carta, sin pretensiones, cumple con propuestas informales y sencillas. Así encontramos nachos, ensaladas, hamburguesas y hasta hacen arroces, aunque distan mucho de la calidad de los especialistas como Mena, La Calma o Casa Federico. Mal servicio y precios algo elevados. En definitiva un sitio de esos “para ver y ser visto” en el que pasar una buena tarde de piscina y picotear algo sin pretensiones gastronómicas.

 

Mena

Carretera Las Rotas Km 5. Tel.: 965780943. Precio medio: 35€ – 50€

Poco vamos a descubrir de este popular restaurante que lleva décadas sirviendo arroces en una ubicación espectacular. Su terraza con vistas al mar no puede ser más agradable. La calidad de los arroces se mantiene altísima, siempre con buen punto, suelto, con sabores típicos de la zona y precios contenidos.

Además de los clásicos del senyoret o la paella valenciana, sirven el de sepia y alcachofas, el de raya y ajetes, el negro o el de bogavante. Hay paellas secas, calderos de arroz, meloso o caldoso, y también fideuás para los que no son amantes del preciado cereal. Todas a buen nivel.  Tampoco fallan los entrantes iniciales entre los que destacan unas excelentes huevas de sepia además de mejillones y coquinas. Los postres bajan el nivel pero están ricos. Servicio algo saturado en temporada alta pero que cumple con profesionalidad y simpatía.

 

El faralló

Carrer del Fénix, 10. Tel.: 966 43 06 52. Precio medio: 50€

Vista de la sala

Es difícil saber si sus gambas son las mejores de Denia, pero seguro que están entre las tres primeras. Cocidas al momento según llegan cada día de la lonja, son un verdadero espectáculo. Ya lo contábamos hace años en el libro  101 experiencias gastronómicas que no te puedes perder. Pero no solo hay gamba, también buenos pescados y mariscos de la costa. Un lugar para disfrutar del producto,  que no del local, que ni siquiera está al borde del mar.

 

El Pegolí 

Fénix, 13.  Tel 966 42 03 89. Precio medio: 60€

Cigalas del Mediterráneo a la plancha

Otro de los clásicos de Dénia. Un restaurante de gestión familiar con una ubicación inmejorable: la terraza cuelga sobre el mar. Buen producto, sobre todo la gamba roja, que tratan con esmero y el marisco. Las cigalas son espectaculares.  No faltan los arroces –algo más irregulares- y los pescados. No estaría de más que al local le dieran un lavado de cara y lo adecuaran a los tiempos. Aún así, en la terraza uno se olvida de todo con un buen marisco y un vino blanco frío.

Pont Sec

Camí vell de Gandia, km1. Tel.: 601 60 12 53. Precio medio: 35€

Coca con salazones y uvas, típica de la comarca

Famoso por sus cocas y su pan casero, además de los fabulosos tomates de su huerta. Las mejores cocas son las de sobrasada y butifarra, finas y sabrosas, aunque no desmerece la de pisto. Menos sentido tiene la de foie, pero todas tienen una fantástica masa casera que es la clave de su éxito. Entre los entrantes destaca el típico pulpo seco y no faltan las contundentes “pilotas de putxero” (envueltas en hojas de repollo), un guiso tradicional de la zona. También preparan arroces y carnes de crianza propia. Dispone de una agradable terraza y de un bonito salón interior. Carta de vinos con referencias de la zona, lo cual se agradece e invita a descubrir. El servicio es lento y despistado, aunque siempre amable.

Casa Federico

Calle Ausias March, 22. Tel.: 965 78 30 41. Precio medio: 35€

Terraza bajo el techo de cañas en Casa Federico

Un clásico de Denia que sigue manteniendo su buena fama por la calidad de los arroces. Y la merece, ya que consiguen ser regulares en todos ellos, logrando paellas bien sabrosas. Sorprende, más allá de las clásicas, la de boquerones y espinacas, con un buen bocarte que añaden al final de la cocción para que no se seque y quede en su punto. Los entrantes cumplen, como su crujientes cocas de maíz, de anchoas o atún, y la “torrat” (escalibada).

Lamentablemente todo lo demás del restaurante desmerece un poco. Su ubicación lejos del mar, la mala climatización del local en las calurosas tardes de verano y un servicio más que mejorable hacen que la experiencia no sea tan satisfactoria. Los postres, además, totalmente prescindibles. Eso sí, los precios son más que razonables. Y el del menú de arroz es imbatible.

 

Restaurante Haití

Carrer Castell d’Olimbroi, 5. Tel.: 965 781 053. Precio medio: 25€

Terraza de este popular local

En este modesto local de hechuras y colorido marinero,  fundado en 1969, los herederos mantienen viva la cocina casera y sencilla de Rosa Savall. Sepia a la plancha, capellanes (pescado seco), pulpo seco… y un repertorio de arroces, marineros y de tierra adentro, suaves y con un buen punto de cocción. En verano las apreturas juegan malas pasadas, pero fuera de temporada es un acierto, si se busca algo sin pretensiones. Tal vez en este verano extraño todo sea más pausado y agradable.

 

El Marino

Plaza del Oculista Buigues, 4. Tel.: 96 578 35 66. Precio medio: 35€.

La tabernita marinera que abrió Pascual Bordes ha evolucionado y se ha multiplicado de la mano de los nietos del fundador. Ahora la familia tiene tres locales bien montados, con buen ambiente y un producto elegido que en cocina tratan con mimo. Platos populares, como los figatells o el puchero de pulpo, sin otra pretensión que gustar al personal. También gamba roja, sepia, erizos… todo según llegue la temporada.

Peix i brases

Plaça Benidorm s/n. Teléfono: 965 78 27 57 Precio medio: 70€ – 90€

Gamba roja hervida

No hay que distraerse en la barra, mejor entrar directamente en el ascensor y subir a la segunda planta con unas estupendas vistas al mar y una terraza inmejorable para las noches de verano. Cocina sólida y seria con los productos del entorno como base. De cocina salen mejor parados los que miran al mar que los que se fijan en la tierra. Deliciosos erizos, pulpo seco, espardeñas con alcachofas, tartar de atún, carabinero con guisantes, gambas rojas perfectamente cocidas… López fue jefe de cocina de Quique Dacosta antes de hacerse cargo de este restaurante. Un cocinero con sensibilidad que sabe lo que se trae entre manos. Al medio día se puede comer a la carta, por la noche solo menú degustación. Uno de nuestros preferidos entre los restaurantes de Denia.

 

Quique Dacosta

Urbanización El Poblet, Calle Rascassa 1. Tel: 965784179. Precio medio: 280€

Vista parcial de la sala

Es muy difícil explicar con pocas palabras la experiencia que se vive en esta casa. El cocinero, que da nombre al restaurante, trata de hacer un menú que tenga mucho producto y elaboraciones típicas de la zona, pero dotándolas de las más avanzadas técnicas de cocina.

Está situado en un chalet en mitad de la carretera a las afueras de Denia, la ubicación no tiene ningún encanto, pero poco importa. Tiene una agradable terraza exterior, donde se recibe al cliente, en la que se degusta la primera parte del menú, que este verano incluye unas setas enoki con trufa y una bearnesa de erizo y centollo que empiezan a emocionar. También un delicado consomé frío de cangrejo azul y un turrón de maíz ahumado rico, pero con una textura difícil de entender. Se pasa después a un salón interior moderno que no impresiona. El servicio, con profesionales muy jóvenes, funciona impecablemente durante todo el menú. Sólo hay una opción de menú degustación a 210 euros, bebida aparte.

Pase de salazones

Sorprende una coca de arroz glutinosa, casi etérea, con hierbas secas, que animan a comer con la mano para estimular el sentido del tacto. No falta nunca la gamba roja de Denia, sin aspavientos, para disfrutar del producto, ligeramente hervida ¡perfecta! En lo que llaman el tercer acto llegamos a la parte de salazones, donde destaca una ventresca de atún madurada 3 y 6 meses sin contacto con la sal, como bien explican al servirla. También excelentes las huevas de mújol con yema y huevas de trucha, una explosión de sabor en la boca. Gusta menos la infladita de maíz rellena de huevas de maruca, con un interior líquido sorprendente cuyo sabor se opaca con el frito de la cobertura.

La apoteosis llega con el cuarto y quinto acto, ya que el menú parece ir intencionadamente de menos a más. El curry de langostinos de Sanlúcar, ligeramente picante, es de esos platos para recordar siempre por su complejidad, lleno de matices. La pescadilla que le sigue “entre plásticos” (un trampantojo con sentido) se queda un poco más plana de sabor, aunque también está muy rica y da el contrapunto a la potencia del plato anterior. Después llegamos a uno de los platos estrella del menú, quizás no para todos los gustos, una molleja de ternera lechal envuelta en un fina lámina láctea. Otro plato para no olvidar.

Y así se llega al final salado con un arroz sabrosísimo de anguila ahumada, en otro guiño a las elaboraciones típicas de la zona (en este caso los arroces) pero yendo un paso más allá. Los postres aguantan el tipo, empezando con uno refrescante de horchata de piñas verdes, que se convierte en el mejor del pase. La gianduja de algarroba, la vaina de vainilla y el resto de postres cumplen con holgura. Buena selección de cafés, tés y licores que se pueden disfrutar volviendo a la terraza.

 

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Julia Pérez y Fernando Calero

Julia Pérez y Fernando Calero

2 Comments

  1. Alba Romá el 10 agosto, 2020 a las 10:06

    Muy interesante el artículo, recomiendo también en Dénia el restaurante Agua de Mar.

  2. Jose Antonio Muñoz el 5 agosto, 2020 a las 13:49

    Faltan dos locales imprescindibles, la Venta de Posa y el Can Broch

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