Solo exigimos carne buena, panes de calidad, aderezos sabrosos y patatas crujientes a un precio justo. Hoy, para celebrar el Día Internacional de la Hamburguesa, repasamos algunos lugares donde nos gusta ir a hincarles el diente. Estas son, bajo nuestro criterio, las mejores hamburguesas de Madrid.

Vilipendiadas primero, dignificadas después, y elevadas a bocado gourmet más tarde, las hamburguesas se han instalado en nuestra dieta. Nadie necesita justificación para comerse una, ni dar explicaciones. Cuando son de calidad están ricas, muy ricas y son igual de saludables que unas albóndigas. Preferimos las recetas clásicas, pero admitimos variaciones e innovación. Agradecemos la parrilla y su aroma a brasa, pero reconocemos que también las hay muy buenas de plancha. No soportamos que las aliñen con aceite de trufa (producto sintético derivado del petróleo), aunque esté de moda y no necesitamos que sean de buey Wagyu, nos conformamos con las de una buena vaca. Una debilidad, combinarlas con láminas de aguacate bien maduro. Estas son nuestras favoritas en Madrid.

Junk Burger

Calle de José Abascal, 31. Teléfono: 913 95 20 67. Precio: 13,90 €.

Es oficialmente la mejor hamburguesa de España del 2022. El restaurante madrileño Junk Burger se alzó hace unos meses como ganador en la final del segundo campeonato nacional celebrado en el Museo MEGA con una sabrosísima hamburguesa: pan brioche, carne de vaca rubia gallega madurada 45 días, queso cheddar americano, bacon ahumado y salsa secreta de @doblecheeseburgerx2. Se llama Le Gagnant y es tierna como pocas.

Frankie Burger

Calle Mayor, 3, Alcalá de Henares. Calle de Ponzano, 46, Madrid. Teléfono: 910 17 07 27. Precio: 13,90 €.

El tercer puesto en el campeonato de hamburguesas de este año, también recayó en Madrid, concretamente en este restaurante que tiene doble sede, una en Alcalá de Henares y otra en la capital. Este bronce correspondía a su hamburguesa Super Frankie Cheese, con doble de carne (250 gr. de carne), doble capa de queso cheddar, doble de bacon y salsa Frankie «custodiada» en un esponjoso pan brioche.

Juancho’s BBQ

Alfredo’s barbacoa

Calle de Lagasca, 5. Teléfono: 915 76 62 71. Precio: 9 €.

Está en el top de los tops. Desde que abrió en la calle Lagasca, hace ya más de 35 años, por muchas hamburgueserías que abran, por muchas cadenas que inauguren, las listas de espera de aquí son siempre las mismas. Su dueño, originario de Nueva York, fue el primero en llegar y darle enjundia a las hamburguesas. Tuvo la idea de replicar el modelo de tantos y tantos locales de la Gran Manzana, pero en el barrio de Salamanca. Y le fue bien. Se hizo de oro. Tanto que después de aquel primer restaurante inicial vinieron dos más. Eso sí, sin perder la esencia, porque las hamburguesas siguen siendo las mismitas (sin estridencias ni experimentos, ¿para qué?) y –buenas noticias–, sin superar ninguna los 10 euros. Su secreto: están hechas a la parrilla y se nota.

El toque neoyorkino, además de en la decoración (banderas, estrellas y barras, grabados de temática western…), también se ve en los entrantes, del chile con carne o la mazorca de maíz a los aros de cebolla… y en la cheesecake de postre. Además, como su propio nombre indica, ofrecen una sección de barbacoa, con salchichas, pollo o chuletón… La evolución del negocio les ha llevado a tener servicio a domicilio (delivery), acuerdos con algunos hoteles y carta sin gluten.

New York Burger

Calle de Recoletos, 4. Teléfono: 914 31 84 17. Precio: 18 €.

Cuenta con varios locales repartidos por el centro de Madrid y suelen estar hasta la bandera. Sus hamburguesas están cocinadas a la brasa, a base de madera y humo, con el objetivo de conseguir carnes que se deshagan en la boca. Su delicioso sabor incita a volver. Por su carácter cosmopolita, tratan de explorar los sabores y las texturas de la cocina norteamericana acompañada de platos combinados vegetales y todo tipo de entrantes yankees. Desde las alitas de pollo o los nachos hasta los fingers, los aros de cebolla o la mazorca a la brasa con mantequilla, queso y polvo de chiles. Aquí se elige todo: el tamaño de la hamburguesa, el punto de la carne, la guarnición y el pan. También ofrecen carnes a la parrilla, sándwich de pastrami y diferentes tipos de carne ahumada (costillas de cerdo o angus black, pechuga de pollo o brisket).

Por primera vez en NYB podrá comerse una hamburguesa con pastrami. Es un homenaje al famosos Katz’s neoyorkino que aquí se come en forma de burger: carne, cheddar, mostaza americana, pepinillos y su pastrami casero (curado durante dos semanas y después ahumado durante 14 horas… se deshace en la boca).

Hamburguesa con pastrami

Mad Grill

Calle Campoamor, 13. Teléfono: 910 12 64 30. Precio: 9,90 €.

Otro local en los alrededores de Alonso Martínez donde pararse a comer una hamburguesa (y no en el Burguer king, por cierto, abierto 24 horas). Claro, si has tomado la precaución de reservar, porque siempre está a reventar. Básicamente tienen dos caballos de batalla: las hamburguesas (grandes, jugosas, con buena carne y muy buen punto), las costillas de cerdo (que marinan un día entero) y –para acompañar cualquiera de las dos–, su propia cerveza. Las hamburguesas, alrededor de quince diferentes en la carta (de 8,90 euros, la más básica, a 13,90, la de foie-gras), se sirven con cebolla caramelizada, lechuga y tomate, y se acompañan de patatas. Hay que estar atento a las sugerencias de cada temporada. Local de ambiente hipster bastante agradable.

Home Burger Bar

Calle del Espíritu Santo, 12. Teléfono: 915 22 97 28. Precio: 13,50 €.

Una cadena de hamburguesas a priori no nos dice mucho, pero esta no fue sino la evolución natural del éxito de su primer local, en Malasaña. Ahora son cuatro. En común, locales sencillos pero cálidos, bien situados, y muy buena relación calidad-precio. Vamos, para acertar sí o sí. En su carta, 13 tipos de hamburguesas (todas ellas hechas con carne de ternera ecológica de Ávila, que se acompañan siempre de patatas fritas caseras y ensalada de col), y donde campan una buena variedad de quesos del mundo, del roquefort al monterrey, pasando por el brie, el parmesano o el manchego. Además de las carnívoras, hay otras opciones vegetarianas en forma de hamburguesas y sándwich clubs, y ensaladas (de la césar a la de rúcula con peras y parmesano…) para desengrasar. Recientemente han incluido también algún toque oriental en los entrantes, que no están mal, como las brochetas yakitori o las vegetarian famosas. Otra de las razones por la que nos gusta es porque están preocupados por la sostenibilidad, tanto de sus productos, como de la gestión de los residuos. Un poco absurdo que en la web no figuren los precios.

Meat

Calle de Santa Teresa, 4. Teléfono: 910 26 62 76. Precio: 9,50 €.

Su inspiración son “Los shacks de carne de BBQ de Austin, los Burger Joints de Venice Beach y los cocktail bars de Nueva Orleans”, y así es como se ha plantado esta hamburguesería hace solo unos meses en Madrid, muy cerquita de Alonso Martínez.

Mucha alusión cinematográfica y musical en su concepto y un diseño impecable con estética de nave industrial. No tienen carta. Solo un producto, la royal with cheese (por 6,5 euros): una hamburguesota hecha con carne orgánica de la sierra de Madrid, queso británico, pepinillo, lechuga y tomate y una salsa servida en un pan casero y acompañado de aros de cebolla crujientes y unas patatas fritas (ambos a 2,5 euros). Se puede terminar con alguna de sus tartas o batidos o con un cocktail.

Cafetería HD

Calle de Guzmán el Bueno, 67. Teléfono: 915 44 23 82. Precio: 11 €.

No solo las hamburguesas están buenas, sino que el sitio mola. Mola porque consigue, precisamente, lo que ha hecho la hamburguesa en los últimos tiempos, enaltecer un concepto con solera, el bar de barrio (concretamente del de Argüelles), de toda la vida. Poco ha hecho falta, un par de espejos molones por aquí, una iluminación adecuada por allá, sobre la base sesentera de lo que había aquí. Y también una terracita para el verano. Y claro una comida rica y ese punto modernillo de todos los locales del grupo (Ojalá, La Musa, Limbo, Run Run Run y Musakaya). Las hamburguesas son caseras, de buey, y en un pan artesano hecho de cerveza negra. Hay cuatro variedades: la griega (con queso de cabra y salsa tzatziki), la italiana (pesto y rúcula), la mexicana (cutlacoche y queso de Oaxaca) y la francesa (foie, cebolla y manzana caramelizada). Se sirven con patatas fritas y pepinillos, aunque también se puede pedir otros acompañamientos, como la yuca frita. Nos gusta su ambiente heterogéneo y relajado: aquí te puedes encontrar desde a las amigas de tu abuela merendando o a un grupo de universitarios comiendo un sándwich; y desde el desayuno hasta la el gin tonic.